Etéreo

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Etéreo: Extremadamente delicado y ligero, algo fuera de este mundo.

Febrero, 2006.

-¡Paul, basta!- Gritó Abigail por milésima vez mientras se ahogaba con sus propias risotadas provocadas por los incesantes cosquilleos que le causaba el muchacho.

Había pasado una semana y un par de días desde que Jacob Black se unió a la manada, y si bien por la línea de sangre él debió asumir el cargo de alfa, denegó su rol y prefirió seguir con el orden cronológico de las transformaciones, dejando a Sam como el líder, y siendo el más calificado a los ojos del resto. 

Durante una de las rondas, Jake se enteró de la imprimación entre Paul y Abigail, desatando una feroz pelea entre ambos, infligiéndose daño y provocando el enojo de la chica, la cual al presenciar los hechos utilizó sus poderes para separarlos y lanzarlos hacia direcciones opuestas. Cuando trataron de acercarse a ella, comenzaron a explotar árboles, y su rabia disminuyó solo cuando notó las heridas en el cuerpo de Paul. Desde ese evento, Sam se preocupa de que tomen distintos turnos para cumplir con sus rondas.

Dentro de la semana, Paul y Abigail comenzaron inconscientemente a acercarse y conocerse y para sorpresa de ambos, no eran completamente opuestos y tenían un par de cosas en común. La muchacha pudo notar lo vanidoso que era el metamorfo, pero con los días comprendió que era una gran coraza que escondía la fragilidad de su autoestima y sus inseguridades. Poseía una personalidad fuerte y un carácter malhumorado, ganador eterno de las peleas y dueño de un sentido del humor burlón, era el más inestable de la manada, pero la mera presencia de la chica le daba una paz interior que lograba calmarlo. Abigail pensaba que se encontraba flechada de sus ojos, pero al ver más seguido su sonrisa, comprendió que era lo que más le gustaba de Paul.

El chico, por su lado, se encontraba deleitado por cada nuevo detalle que conocía de su impronta, desde el cambio de color de sus ojos por la luz, hasta la forma en la que arrugaba su pequeña nariz cuando algo le provocaba risa. Mientras no le dieran razones para enojarse, Abigail era bastante tranquila, dueña de una inteligencia admirable y una lengua tenaz que podría provocar la tercera guerra mundial con un simple comentario. Pero eran los momentos en que Abby se encontraba pensativa los que más le gustaban a Paul, quien sentía como su corazón se agrandaba cada vez que la observaba perdida en sus pensamientos, rozando con la punta de sus delicados dedos alguna planta o árbol que la rodeara. 

La conexión entre ellos era innegable, y la química hacía que cada vez pasaran más tiempo juntos. Ese día el muchacho notó un dejo de nostalgia en su impronta, quien se encontraba más callada de lo normal, por lo que se armó de valor y la invitó a caminar por la playa, utilizando cualquier excusa para sacarle una risa o una pequeña sonrisa. 

-¿Viste? Te dije que eres mucho más linda cuando te ríes- Comentó Paul sonriendo, no podía evitar observar el brillo en los ojos de su impronta, causándole orgullo que él fuera la razón. Abigail lo fulminó con la mirada y estaba a punto de responder con un comentario sarcástico, cuando notó un cambio en el ambiente. Los pájaros arrancaban del bosque, y eso no significaba nada bueno. Paul notó el cambio y antes de pronunciar una palabra se escuchó un aullido a lo largo de la Reserva. 

Ambos corrieron en dirección al bosque, tomados de la mano. Paul cambió a su forma lobuna y Abigail no perdió tiempo en saltar y acomodarse en su lomo, abrazando su cuello mientras el lobo corría a toda velocidad hacia donde se encontraba la manada. Pronto Abigail comprendió lo que sucedía, iban al encuentro del vampiro con dreadlocks.

Abby saltó de su posición al divisar a una adolescente y al vampiro conversando, estaba consciente de que los lobos irían hacia el vampiro y prefería asegurarse de que la chica se encontrara en buenas condiciones. Al momento en que los lobos comenzaron a perseguir al vampiro, Laurent por lo que había escuchado, miró en dirección a la desconocida uniendo sus miradas por unos segundos, y cuando Abigail emprendió su camino hacia ella, la chica corrió en dirección opuesta lo más rápido que pudo, dejando a Abby completamente desorientada y confundida. ¿Corre de una humana pero no de un vampiro?... Isabella Swan.

Caminó siguiendo el sendero que la manada había utilizado para perseguir al vampiro, y se encontró con cuatro lobos que aún no lograban atraparlo. Suspirando alzó sus manos y agarró al vampiro desde sus dreadlocks, a una distancia segura. No se encontraba con ánimo para seguir caminando, por lo que lo arrastró hacia ella usando su telekinesis.

-Siéntete privilegiado, eres el primero que mato- Sonrió dulcemente Abigail y Laurent abrió sus ojos de par en par, pero antes de poder decir una palabra su cuerpo explotó en mil pedazos, rodeando a la joven bruja. Los lobos observaron con admiración todo lo sucedido, y pronto Sam cambió a su forma humana para comenzar el fuego de una hoguera que despediría para siempre al vampiro.

Abigail se acercó para ayudar, pero notó que por su nariz comenzaban a correr gotas de sangre, sorprendida tocó su rostro y buscó con la mirada a Paul, quien cambió de forma y corrió desnudo al encuentro de su chica, la cual se desvaneció entre los brazos de él. 

Los cuatro chicos se acercaron y Jared le alcanzó unos shorts a Paul mientras Jacob sostenía a la muchacha, pero rápidamente fue arrebatada de sus brazos. 

Emprendieron rumbo hacia la cabaña de Sam y Emily, preocupados por lo sucedido con Abigail y con lo que pudiera pasar más adelante. Al llegar, Paul la situó suavemente en el sillón y con su mano acarició y peinó sus cabellos pelirrojos, consternado por la mancha de sangre que había quedado en su ropa. 

Al cabo de unos minutos la chica recuperó la conciencia, abriendo sus ojos y notando a Paul sentado en el suelo y afirmando su cabeza en el brazo de ella. Sonrió ante la escena y buscó con la mirada al resto, ya que la cabaña se encontraba en total silencio. Jacob fue el primero en aparecer, despertando a Paul con sus pasos. 

-¡Abby!, ¿Estás bien?-.

-¿Qué pasó?-

-¿Necesitas algo? Dime lo que puedo hacer por ti-.

Abigail rió levemente al notar la preocupación de la manada y sus incesantes preguntas.

-Estoy bien, tranquilos. Debí utilizar mucha energía para matar al vampiro y me agoté físicamente-.

-ABIGAIL NUNCA NOS DIJISTE LO GENIAL QUE ERA VERTE EN ACCIÓN- Gritó Jared entrando a la sala de la cabaña donde se encontraban. Los chicos comenzaron a narrar lo protagonizado por la bruja, provocando su sonrisa y un par de comentarios. Paul se sentó junto a ella y en ningún momento dejó de mirarla, nunca antes se había sentido tan orgulloso de alguien, y nunca antes había pensado que ver a una chica matando a un vampiro podía ser tan sensual y atractivo.








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