Erika:
Estaba saliendo de maravilla, nuestro acuerdo resultó ser muy exitoso, aunque debo admitir que al principio fue un poco complicado, nuestra primer idea fue alternar los días, entre semana interpretábamos el papel de novio y novia, mientras que los fines de semana nos convertíamos en Amo-sumisa, sin embargo ese método nos pareció poco eficiente pues ciertas reglas debían desaparecer lo que preocupo a mi Amo, debido a que ya no podía tener el completo control de mi persona y para él eso representaba una amenaza para mi salud y protección, después de hablar por algunos días, decidimos llevar una relación D/S los 7 días a la semana pero con algunos cambios, el único lugar donde mi voluntad dependía absolutamente de Armando, era en la mazmorra, fuera de ella podía tener un poco de libertad, por ejemplo: opinar y hablar cuando lo deseara, dirigirme a él como Armando, vestirme con las prendas de mi elección, entre otras cosas, prácticamente me comportaba cómo su novia pero con el conocimiento de que él era quien poseía el poder y que podía ordenarme algo en cualquier momento, de ese modo el sentía que me mantenía protegida y vigilada.
Nos encontrábamos en nuestra habitación, habíamos decidido dormir juntos, a excepción de las noches posteriores a una sesión, yo prefería tener privacidad pues siempre terminaba cansada y necesitaba meditar cada sensación que mi piel percibía, Armando lo aceptó sin problema, aunque siempre se aseguraba de mi bienestar y de mi óptima condición para dormir sola.
—Esa lencería luce preciosa en tu sensual cuerpo.
—Gracias mi amor, estoy muy nerviosa, no sé si pueda comportarme cómo esperas esta noche.
—Lo harás bien, eres hermosa Erika, obediente, disciplinada, confío en que hoy todos sabrán la razón por la cual estoy muy orgulloso de ti.
—Fernando lucía complacido por tu decisión de realizar la fiesta en su casa.
—Sí, hubiera preferido que el evento se ofreciera aquí pero la idea la tuvo él, por lo que merecía crédito ¿No crees?
—Esta es la primera fiesta en la que se me permite formar parte de la organización y debo admitir que siempre escuché rumores de los grandes eventos en los que se convierten las fiestas organizadas por el gran Amo Armando Fricman.
—Agradezco el cumplido y tienes razón, no suelo ser presuntuoso pero soy muy conocido en nuestra comunidad y una de las muchas causas es mi fama en las fiestas que ofrezco.
—A pesar del tiempo que llevamos juntos, no he podido formar una opinión propia sobre ello.
—Hoy será la noche en que puedas hacerlo, ahora deberías vestirte.
Armando me entregó una bolsa de papel que anteriormente tomó del sofá.
—Compré este vestido para ti, debido a que esta noche estaremos en rol, pensé que tenía el derecho de elegir la vestimenta de mi sumisa.
—Por supuesto que sí, Amo —Con esa respuesta, encendí nuestros roles y mi Amo lucía muy complacido por la idea.
Él retiró los tirantes de mi sujetador y los acomodó de manera que quedara un sexy patrón adornando el contorno de mis pechos, la mayoría de mi ropa interior tenía un diseño especial que le permitía a mi Amo ajustarla para cumplir sus caprichos, después rasgó mis bragas destrozándolas por completo.
—Coloca tu vestido, no quiero llegar tarde, Isabella nos está esperando para recogerla.
—Sí señor.
El vestido que Armando compró era color rojo, su material era muy similar al látex y el diseño se ajustaba perfectamente a los gustos de mi Amo, descubierto de la espalda y los costados, en la parte frontal únicamente cubría mis pechos y una delgada línea formada de tela unía la sección de arriba con la de abajo, era extremadamente corto, tanto que al caminar era imposible esconder mi trasero, y este sobresalía más después de colocarme los tacones que fueron elegidos para mí.

ESTÁS LEYENDO
Sin dudar.
RomantikArmando es un amo experimentado, sin embargo descubrirá que a veces las relaciones pueden ser más desafiantes de lo que está acostumbrado, sobre todo si se trata de una relación D/S; por otro lado, está Erika, una sumisa obediente y disciplinada, q...