Capítulo 10:Esperanza.

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Erika:

—No debía, era la única cosa que no podía sentir por usted pero no puedo hacer nada con mis emociones, intenté reprimirlo, nunca me había enamorado de mi Amo, ni siquiera sabía que era posible.

Sus ojos me observaban fijamente, él no decía nada y el temor invadió mi mente, ¿Y si no siente lo mismo por mí? Debí quedarme callada, reprimir mis emociones o al menos mis palabras, seguro ya no aceptará ser mi Amo, la relación ya no sería la misma, se rompería toda la confianza que nos hemos esmerado en construir.

—No puedes negar tus emociones, el amor nos vuelve vulnerables pero solo si lo permites.

—Ahora que sabe lo que siento por usted, ¿Seguirá siendo mi Amo? Sé que en una relación D/S no se puede sentir Amor.

—¿Quién te dijo eso?

—Mis anteriores Amos, ellos…

—Yo no estoy peleado con el Amor, como dije, no puedes reprimir tus emociones, Un Amo puede amar a su sumisa sin estar enamorado de ella pero también puede llegar a enamorase.

—Creí que esa era una ilusión de principiantes.

—No lo es ¿Crees que nuestra relación se romperá?

—Sí, pienso que ahora usted no me verá de la misma forma.

—Te equivocas Erika, nosotros somos los mismos, solo que lo que sentimos por el otro es más fuerte, vivimos en la misma casa, hemos tenido sesiones de más de seis horas seguidas, claro que las emociones entre nosotros pueden crecer.

—Pero llevamos muy poco tiempo de conocernos, ¿Cómo puede ser tan intenso lo que siento por usted?

—Toda nuestra relación es intensa, sería ridículo pedirte que reprimieras toda esa intensidad.

—Estoy muy confundida.

—Dijiste que estabas segura de estar enamorada de mí.

—Lo estoy, eso no es lo que me confunde.

—¿Entonces, qué es lo qué te confunde?

—El modo en que está tomando esto, pensé que usted se enojaría mucho conmigo.

—¿Eso es lo que quieres?

—No, lo que deseo es saber qué siente usted, necesito saberlo pero sé que no tengo derecho alguno para exigir respuestas, yo—Me interrumpió con un profundo beso en mis labios y por primera vez en el día sentí esperanza, ¿Acaso podría sentir él, lo mismo por mí?

En sus brazos me llevó hacía la cama, yo aún escurría agua y temblaba de frío.

—Tienes frío, yo te ayudaré con eso.

Suavemente me depositó en el colchón, se posicionó encima de mí, apoyando el peso en sus brazos y continuó besándome apasionadamente, repartía los besos en mis labios, mi cuello y mi frente, nunca había sido tan delicado y cuidadoso, parecía saborear cada beso como si se tratara de un delicioso manjar, su mirada no se desprendía de la mía, examinaba cada suspiro que salía de mí, tomó mi espalda con sus manos y me acercó a él, lentamente introdujo su miembro en mí, sus movimientos eran fuertes y constantes pero lentos y rítmicos, el sudor escurría de su frente y los gemidos que salían de su garganta inundaban la habitación, el calor que había entre los dos era muy fuerte y sentirlo dentro de mí era simplemente delicioso, él no me estaba entregando solamente su cuerpo, sino también un pedacito de su alma.

—Si esto no responde tu pregunta, lo haré yo, sí Erika, estoy enamorado de ti.

Y por un instante, todo parecía perfecto, espero que esta sensación dure así por mucho tiempo.

Sin dudar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora