Capitulo 2

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En multimedia: Jayden

—¡Gracias a todos por venir!— comenzó diciendo la directora, mientras todos tomábamos asiento en el comedor. — Este va a ser oficialmente su primer día aquí, y quiero que sepan que estoy muy feliz, ¡Somos muchos más que el año anterior! Ya están disponibles en las pizarras de afuera, la lista de actividades donde pueden inscribirse. Recuerden que deben anotarse en al menos una actividad. ¡Suerte y que tengan un día maravilloso!

—¿Qué actividades?— pregunté a Cassie que estaba devorándose un sándwich.

—Siempre hay actividades, canto, baile, pintura, voleibol, fútbol americano, golf, y no recuerdo cuáles más. Pero hay muchas, de seguro alguna te gustará.

¿Voleibol? No. ¿Golf? No. ¿Canto? Claro que no. ¿Pintura? Podría ser. ¿Baile? ¿Por qué no? Había ido a clases de baile hace unos años, supongo que era lo único a lo que podría inscribirme y no hacer el ridículo.

Salimos del comedor y nos acercamos a las pizarras. Pero estaban rodeadas por todo el grupo más joven. Si, había grupos de distintas edades. Comenzaba con los de 14 años y terminaba con los de 18. Yo estaba en medio, tengo 16 años y pronto, 17.
Una vez que pudimos meternos entre todas las personas, busque hasta encontrar Baile, y anote allí mi nombre.

—¡No me lo puedo creer!— gritó una chica a mi lado. Gire y la encontré sonriendo. Tenía mi misma altura, cabello castaño y ojos celestes. Era bonita.— Vas a ser mi compañera de baile...— admitió sonriendo.

Sonreí.
—Claro, espero que pueda saber hacerlo. ¿Cómo te llamas? — pregunté interesada.

—Soy Anna Thompson...— me dijo tendiéndome la mano— Aunque no parezca, soy del grupo de las más chicas, tengo 14 años y es mi primera vez aquí. Pero ya lo conocía, mi madre es la directora.

—¡Claro que no lo pareces!— admití riendo— te envidio, serás muy alta...

Mi sueño frustrado siempre fue ser alta. Nada más que agregar.

—Y yo te envidio a ti— dijo comenzando a caminar lejos de toda aquella gente, obviamente avance con ella hasta llegar a un lugar donde se escuchaba un poco menos los gritos de todos desesperados por anotarse en las actividades.— Aunque en las fotos parecías más alta— dijo riendo y yo también lo hice.

—Todo eso es un engaño, nunca nadie es como las ves en las fotos, son de lo más engañosas. Nadie es perfecto...

—Tu si lo eres, eres muy bonita y realmente cuando mi mamá dijo que vendrías, pensé que serías como esas niñas pijas que sólo vienen a querer liderar a todo el mundo y refregar en la cara a todos lo lindas que son, al contrario de eso, eres muy amable.

Me derretía de amor por esta niña, y creo que era muy madura para su edad.

—Ven aquí— le dije y la abracé— Gracias por esas palabras, ya estaba un poco cansada de que todos me juzguen sin conocerme, gracias por tomarte el tiempo de conocerme...

—No puedo creer que Ainsley me esté dando un abrazo...

—Ya, tonterías niña, hazte la idea que soy una persona normal al igual que todos... ahora, vamos y enséñame aquella clase de baile— le ofrecí y ella me arrastró hacia aquel salón azul, que era gigante.

Pasamos como dos horas ensayando una coreografía, ya que era la primera clase y no todos se habían anotado aún, éramos a penas diez personas, y creo que todas tenían la edad de Anna. Había también chicos, que sorpresivamente, bailaban muy bien.

—Es increíble cómo baila ese chico de allí— le dije a Anna señalando a aquel que estaba con un gorro y causaba que todas las niñas comiencen a babear.

Summer Camp ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora