Summer Camp ©

Capitulo 8

Me remuevo en la cama al sentir un brazo alrededor de mi hombro. Abro los ojos encontrándome a Jayden, muy dormido. Instantáneamente comienzo a intentar recordar lo que había pasado...
Jackson entrando a mi habitación, el quería... Jayden llego y me salvó. ¿Y luego? Esto ya me había pasado antes. Me pasó esa vez que Jackson intento sobrepasarse conmigo, entre en una especie de shock y no recordaba nada. Ahora, recordaba algunos fragmentos de anoche pero no todo,  o recordaba porque Jayden estaba durmiendo junto a mi.

—Hey— llamó sacándome de mis pensamientos. Tenía los ojos entrecerrados y se veía tierno—¿Estás bien?

—Si, solo que no recuerdo algunas cosas...

—Normal— se incorporó en la cama— estabas muy asustada, no podías dejar de llorar y te dormiste rápido...

—Gracias por ayudarme, en serio, y no me lo merecía, te hablé mal en la competencia y quise disculparme, pero bueno, estabas con Juliet.

— Primero, no hay nada que agradecer, te ayudaría todas las veces que haga falta, segundo, acepto tus disculpas, esa fue una idea tonta y tercero...— sonrió—¿Estas celosa muñeca? Sabes que Juliet no te llega ni a los talones. Y muy bien sabes que esa podrías ser tu.

—¿Celosa? Pff. Ya quisieras

—Si tú quieres, soy todo para ti— dijo intentando acariciar mi mejilla. Pero me incorpore y me puse de pie.

—Lastima que no quiero— le dije y corrí hacia el baño. Entre y me alisté, cuando salí, Jayden estaba ya sentando en el borde de mi cama. Pensé que ya se había ido.

—Una cena— lanzó cuando salíamos de la habitación para ir al comedor.

—¿Qué?

—Acepta cenar conmigo, por favor, te he ayudado, me lo debes...

Se me estaba haciendo imposible no aceptar. De alguna forma, era un lindo gesto para agradecerle por salvarme. Y por otro lado, quería.

—Está bien— acepte— una cena como amigos, intentas hacer algo y te dejo...

—Sin día del padre— termino riendo— estoy empezando a creer que tus amenazas son puro invento.

—Oh, inténtalo y fíjate si son puro invento— desafié. El sonrió y se acercó a mi a tal punto que estábamos a centímetros.

—Cuando quieras.

•••

—En verdad no entiendo como pudiste volver con ella— le dije a Peter— jugó contigo.

—Eso es cierto— admitió Cassie.

—Ella me pidió disculpas... fué un desliz. No volverá a pasar, ella me ha dicho que me quiere.

—Solo espero que no vuelva a pasar, porque ya sabes, le partiré las piernas— le dije riendo.

—¿Es posible que alguien que parezca tan dulce y fina por fuera, quiera lastimar a las personas todo el tiempo?— dijo bromeando y todos reímos.

—Por mis amigos, lo que sea. Ahora, vamos a entrenar— le dije a Cassie. Poco a poco me estaba recuperando y podía volver a entrenar, claro que no podía exigirme tanto, pero iba de a poco.

Nos dirigimos con Cassie al lugar de entrenamiento. Jugamos una hora. Y toda esa hora me fue pésimo. Al terminar, Cassie tomó su móvil y se fue corriendo. ¿Que?