Capitulo 11

757 39 4
                                    


—No me atreví a decirle la verdad...— confesó Cassie—Es la primera vez que me gusta un chico y no quiero arruinarlo.

—Cassie...— comencé a decir pero me interrumpió.

—Solo quiero que me hagas un gran favor, ¿puedes por favor, ayudarme? Me ha pedido que nos veamos en su campamento, que quiere tener una cita... y no pude decirle la verdad.

—¿Y que se supone que haga?

—Vé. Finge que si eres tú la que se escribe con el, por favor, solo un tiempo más— pidió.

—No me parece buena idea, Cas. Estamos jugando con una persona...

—¡Por favor!— lo suplicó— si eres mi amiga lo harás...

—¡Claro que soy tu amiga! ¡Pero es una locura!

—Dame más tiempo y se lo diré, pero por favor, si no vas, va a sospechar que algo no va bien...

—¡Nada va bien!— grite frustrada. Esta idea me parecía horrible. Pero no podía decirle que no, me lo estaba pidiendo, y Cassie se había portado bien conmigo siempre.

—Está bien— dije de mala gana— no comparto esto que voy a hacer, pero por favor, prométeme que le dirás luego, no quiero tener problemas, aunque ya sé que lo tendré de todas formas.

(...)

Me puse unos pantalones negros ajustados y una blusa blanca de seda, que combinaba con mis tacones también blancos. Cassie me hizo algunas ondas en mi cabello y me maquillé. Caminé insegura hasta el campamento vecino. Lo que iba a hacer era una locura, dios, no podía estar haciendo esto. A penas entré, Tom estaba allí, parado.

—Hola hermosa— dijo cuando llegué a su lado. Él sonreía y yo no podía evitar pensar en lo malo que estaba siendo esto.

—Hola Tom— le dije y besó mi mejilla.

—Pensaba qué tal vez podríamos tener la cita en mi habitación, no me malinterpretes, pero no hay otro lugar donde podamos tener privacidad.

—Está bien— acepté y caminos hacia allí. En el camino el intentó tomar mi mano unas dos veces, pero intenté apartarme haciéndome la tonta.

—Mi humilde habitación— dijo una ves dentro. De humilde no tenia nada. Era gigante, tenía de todo, cama doble, televisión, sala con sillones, luego un pequeño lugar donde había una mesa y dos sillas y un refrigerador, a parte del baño.

—Wow, prácticamente no necesitas salir de aquí— bromeé.

—Es verdad, podríamos pasarnos aquí días— dijo tomando asiento después de mi. Solo sonreí, no me sentía cómoda haciendo esto. —Lo siento, no quería incomodarte...

—No, tranquilo. Solo estoy algo nerviosa.

—Es extraño, siento que no eres la misma en persona que por texto... ¿va algo mal? ¿Te hice sentir mal?

—¡No no! Claro que no, lo siento, Tom— no quería arruinar esto para Cassie, pero no podía fingir y hacer cosas que no sentía.

—Está bien— sonrió— cuéntame más del libro que leíste de Karla Morgan, no terminaste de decirme por texto...

¡Cassie, ayuda!

Summer Camp ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora