Capítulo 00: Alone

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Kim Taehyung recordaba bastante bien cómo fue la primera vez que vio a Park Jimin. Aquello decía bastante, pues él muchas veces no recordaba ni el rostro de las personas con las que había hablado durante el día.

Estaba en los asientos traseros del autobús rumbo a la casa de Hoseok, son sus lentes de sol puestos, la capucha de su sudadera gris cubriendo su cabeza y hundido en su lugar mirando a través de la ventana buscando enfocarse en algo y mantenerse desapercibido del resto de los pasajeros.

También con el fin de sumirse en los efectos de las pastillas que había consumido antes de salir de su casa.

Su mirada estaba enfocada en nada en particular cuando vio a un chico de cabello rosa pálido en el paradero haciendo parar el autobús en el que él iba. No pudo despegar su vista de él desde el momento que lo vio detener el autobús con su dedo, hasta que tomó asiento al otro extremo de la corrida en la que iba él.

Aquellos segundos donde su vista estuvo enfocada en aquel cautivador chico lo sacaron de aquel catártico estado en el que se encontraba. Fue casi como estar limpio de toda sustancia, y eso que Taehyung casi no recordaba lo que era estar así, pero él podía jurar que esa fue la sensación.

Su atención no fue cautivada únicamente por aquel llamativo color de cabello, sino que por toda la presencia y aura que poseía. Al momento de subir y pagar, sonrió provocando que todo su rostro se iluminara y sus ojos desaparecieran en el acto. Sus labios eran abultados, Taehyung pudo notar, al igual que sus mejillas que a su vez parecían extremadamente suaves. Sus orejas estaban horadadas y tenían pendientes colgando, lo que lo hacía más llamativo aún.

Cuando lo vio tomar asiento, dirigió nuevamente su mirada hacia la ventana. No quería que lo tomara como un acechador o algo por el estilo. Pasaron varios minutos y Taehyung sentía un impulso constante de querer voltear a miralo con el fin de seguir admirando su atractiva presencia.

Y lo habría hecho, sino fuera porque él se le acercó antes.

—Hola —escuchó Taehyung a su lado, en una voz suave, casi demasiado baja junto con un delicado toque en su brazo—. Disculpa, ¿eres de aquí?

—Sí —se acomodó en su asiento para poder aprovechar la instancia de mirarlo bien, ni siquiera tomándose la molestia de sorprenderse cuando se dio cuenta que el chico era aún más bello de cerca.

—Tengo que ir a esta dirección, pero llegué hace tres días a esta ciudad y no sé ubicarme bien aún —soltó una risa avergonzada ante lo último mientras le mostraba la pantalla de su teléfono.

La mano de Taehyung se extendió vacilante pidiéndole permiso para tomar el aparato, al cual el chico de cabellos rosados accedió entregándoselo.

—Te tienes que bajar conmigo —contestó después de leer la dirección en la pantalla. Le devolvió el aparato y soltó un suspiro guardando sus manos en los bolsillos de la sudadera.

—¡Oh! —sus ojos se abrieron de par en par y sus labios formaron una perfecta "O", pasando después a una sonrisa idéntica a la que le dio al conductor hace un par de minutos atrás—. Tengo suerte tengo entonces. Mi nombre es Jimin, por cierto.

—Taehyung —saludó él devuelta. Si bien no sonrió como el chico a su lado, sí se podía decir que fue amigable.

—Por lo visto no eres muy conversador —murmuró a su lado guardando el teléfono en su bolsillo.

—Tengo días y días. Hoy no tengo muchas ganas de conversar, hace demasiado calor.

—Podrías comenzar sacándote la sudadera —tomó con dos dedos una de las mangas y tiró suavemente de ella mientras soltaba una pequeña risa. Taehyung miró con curiosidad la acción del chico a su lado, algo enternecido y también sorprendido por la confianza que demostraba siendo que se habían conocido hace escasos minutos—. Pero bueno, supongo que no te sientes cómodo sacándotelo.

—La verdad es que, tenía frio al salir —soltó una risa nerviosa y se removió en el asiento sin dejar de sonreír, algo avergonzado—, pero me dio calor aquí en el autobús y odio andar con ropa en el brazo, por eso es por lo que no me lo he sacado.

Jimin soltó una risa y negó con su cabeza. Iba a contestar algo, pero vio a Taehyung ponerse de pie haciéndole una señal de que debían de bajar ya. Se puso de pie y apretó el timbre para pedirle al conductor que se detuviera.

Al bajar del autobús, caminaron por varias cuadras conversando de diversos temas, o, mejor dicho, Jimin conversaba, pues Taehyung no se encontraba en su mejor estado para mantener una conversación.

—Hace un rato me dijiste que yo no era muy conversador —Jimin lo miró atento y asintió con su cabeza—. Yo ahora estoy sorprendido porque eres muy conversador y muestras confianza, a pesar de que nos conocimos hace unos minutos.

—Me lo dicen bastante. Yo considero que es mi mejor y a la vez peor cualidad.

Jimin se detuvo para separarse de Taehyung, pues el castaño ya estaba por llegar a su destino que era por otro camino y Jimin debía de seguir por unas cuantas calles más.

—¿Puedo saber por qué? —no titubeó ni se abstuvo de preguntar, de verdad quería saber las razones. Sin embargo, recibió un intento de sonrisa y un movimiento de cabeza de lado a lado en señal de negación.

—Si tenemos otra oportunidad, quizás te cuente un poco más de mí.

—Espero que la tengamos —Taehyung alzó sus lentes para mirar directamente a los ojos de Jimin. Por una parte, para transmitirle la sinceridad de sus palabras, pero por otra, para poder mirar bien y sin la oscuridad de sus lentes la belleza del chico.

—Yo igual —contestó Jimin sonriendo de forma encantadora, algo abrumado por la intensa mirada que tenía en frente. 

Éxtasis // VMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora