Capítulo 11: Falling

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—¿Desde cuándo asistes a estas reuniones? —preguntó Taehyung mientras revolvía la malteada con la pajilla.

—Hace dos semanas, esta es la tercera —Taehyung asintió y le dio un sorbo largo a su malteada.

—¿Se puede saber por qué terminaste aquí? —Wheein soltó un suspiro largo y se tiró hacia atrás en su silla mirando el vaso frente a ella— Si es que te incomoda, no es necesario que me digas. Es solo curiosidad.

—Si te pido que me expliques qué haces yendo a las sesiones, ¿me dirás? —Taehyung la miró a los ojos y alzó una ceja con una pequeña sonrisa formándose en sus labios.

—Creo que sería lo más justo, ¿no crees? —Wheein sonrió con algo de timidez y soltó un suspiro sonoro antes de comenzar a hablar. Su vista estaba baja y puesta en algún punto de la mesa que los separaba, su pierna subiendo y bajando en un compás rápido.

Podía entenderla, él actuaba de la misma forma cuando tenía que hablar acerca de ese tema.

—Hace un par de meses, llegué a mi punto más bajo en esto que ambos conocemos. Casi no iba a clases, cada vez que podía me escapaba por ahí y, por ende, me iba horrible en los estudios, hacía menos que el mínimo —Taehyung la miraba con total atención entendiendo el sentimiento en cada una de sus palabras, pues él había estado en esa posición. Wheein seguía sin alzar su mirada, quizás por vergüenza, quizás por la tristeza que le daba recordar todo eso—. Tú sabes que, para poder consumir, necesitas dinero.

Taehyung asintió y la chica frente a él se tomó unos segundos para darle un sorbo a su malteada antes de continuar. Pudo notar que la mirada de Wheein era intensa y que estaba repleta de angustia, pero al momento en que sus ojos conectaron, presenció cómo se fue suavizando. Como si aquella acción hubiese actuado como un bálsamo.

—Bueno, en ese momento donde estaba en caída libre a perderme, necesitaba dinero. Ya no bastaba con la mesada que me daban mis abuelos o el saltarme comidas, por lo que comencé a vender cosas. Al comienzo eran mis pertenencias: ropa vieja, ropa nueva, algunos accesorios, cosas así. Cuando ya no tenía qué más vender que fuera mío, comencé a utilizar ropa antigua de mi mamá y mi hermana, después cosas de la casa y finalmente, joyas de mi mamá, entre eso, su anillo de compromiso —hizo una pausa para pasar la lengua sobre sus labios—. Mi mamá es viuda y entenderás que se dio cuenta inmediatamente de que su anillo no estaba, y juntando las piezas de mi comportamiento, armó el rompecabezas de que estaba metida en algo. Lo siguiente que sucedió es que se enteró de que estaba faltando a clases, encontró mi caja con cosas y decidió internarme antes de que me diera una sobredosis o muriera.

El cuerpo de Taehyung se tensó ante la mención de la sobredosis, pasando por su mente las imágenes de ese día donde despertó en el hospital y vio el rostro de decepción de su padre. Liberó su mente de aquellos pensamientos y devolvió su atención hacia la chica de cabello azul frente a él.

—Tu mamá evitó que terminaras como yo —bromeó con acidez, mas Wheein no lo tomó con humor y la vio tensarse en su puesto—. Oye, sé que es un tema serio, pero estamos vivos y estamos intentando arreglar la mierda que tenemos en nuestras vidas.

—Supe de tu sobredosis, fue tema en una de las reuniones que tuvimos con los chicos. Hoseok y Yoongi no nos dijeron mucho, nos enteramos por otras personas, pero se les veía realmente afectados. No quise preguntarte, pensé que era algo... fuerte de hablar para ti.

—Lo es, de hecho, no lo he hablado con muchas personas. En mi casa es prácticamente un tema tabú y mis amigos lo usan para recriminar mi comportamiento, puesto que después de ir a rehabilitación por un mes, seguí consumiendo como si nada hubiera pasado —explicó con casi demasiada tranquilidad. Su mano sostenía su malteada y daba movimientos circulares lentos mientras hablaba, haciendo exactamente lo mismo que Wheein hacía minutos antes, evitar afrontar lo que decía, soltando simplemente las palabras para que la otra persona las escuchara. Se podría decir que era una acción cobarde, pero era su única defensa—. A lo que voy con esto, es que tú y yo hemos cometido errores, pero estamos intentando enmendarlos. Yo recién estoy comenzando, me queda mucho camino y tú ya estás avanzando en eso. ¿Cuánto tiempo llevas limpia?

Éxtasis // VMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora