CAP. 6 Una tarde cualquiera.

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- ¿tu madre sabe que soy hombre, verdad? - pregunto Wolfram.

Lo miró un poco confundido, estaban sentados donde siempre en el campo de entrenamiento cuando el rubio de la nada preguntó aquello, el entrenamiento había terminado hace una hora pero ellos aún seguían ahí, sus compañeros ya se habían ido y él se quedó con el rubio para poder llevarlo a su casa.

- claro que sí ¿que tipo de pregunta es esa? - ese día su madre le había mandado al rubio una rebanada de pastel de chocolate que ella había hecho, lo consentia incluso más que a ellos y aún faltaba que lo conociera, seguramente terminara encantada con el príncipe sacado de cuento de hadas.

- bueno, no está mal preguntar ¿o si?

- pues no pero, me pareció un poco extraño. - dijo mientras miraba como dibujaba - Lo supo desde el primer momento en que le hablé de ti, a ella en realidad no le importa mucho el género.

Dijo orgulloso, su madre siempre había mostrado que mientras sus hijos fueran felices lo demás no importaba, era una madre amorosa, alegre y con una mente abierta por lo que a él no le fue difícil decirle sobre wolfram -quisiera decir eso, lo cual no es cierto-, pero al saberlo se había emocionado mucho y parecía muy contenta por su hijo, no podía esperar menos de una madre que lo vestía de niña en su infancia.

Mientras que su padre sólo le dijo que debía ser todo un caballero con su enamorado y traerlo pronto a casa para que lo conocieran, parecía no muy interesado en esas cosas y cuando no comprendía o había algo que le incomodarla solo decía "cosas de jóvenes" como restándole importancia.

Shori solo le reclamo que era muy joven para estar en una relación -aunque ya le había aclarado que aun no eran novios - e intentó darle un sermón. No pudo por la resaca de la noche anterior y era casi un milagro el que se pudiera levantar para desayunar, que fácil la tenían los universitarios "o al menos él" pensó.

- eso es algo bueno - soltó mientras seguía dibujando.

Había pasado algunos días desde su cita, desde ese día yuuri había tomado la costumbre de llevarlo a casa mientras le ayudaban con sus materiales, no es como si llevara mucho pero aún así el azabache cargaba feliz su mochila.

Mientras seguía concentrado en su libreta la pregunta había aparecido repentinamente en su mente, a él antes no le había parecido muy interesante cuestionarse sus preferencias y tampoco era muy importante en su vida hacerlo, si encontraba una chica o chico del cual enamorarse estaba bien, no veía ningún problema, pero japón era conservador y su gente no pensaba igual, tal vez eso le traería problemas en el futuro, así que le pareció raro que un chico de ahí mostrará tan abiertamente su atracción hacia otro, tal vez por que eran otros tiempos, como decían los ancianos.

- ¿cuál es tu color favorito? - dijo Yuuri mientras acariciaba su mano, la había dejado en la mesa y sin perder oportunidad el otro la tomó sobando los dedos un poco, estaba un poco cansado y su mano había comenzado a doler por lo que agradecía el gesto.

- ¿rojo? ... - preguntó realmente confundido -¿Que clase de preguntas son ahora?

- ¿preguntas sin sentido?

-... - wolfram lo pensó un poco y encojiendose de hombros siguió - ¿y el tuyo?

- verde, ¿estación del año favorita?

- primavera, muy aparte de que sea la estación en la que nací me gusta mucho el clima.

- oh, deberé recordar eso para comprarte un obsequio, a mi me gusta mas otoño.

- ¿otoño? ¿Por que? - dijo mientras guardaba los materiales que había utilizado.

- no lo se, me gusta la palabra - tomo la mochila del rubio para comenzar el camino a su casa.

AetérnumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora