Aetérnum

CAP 16. Corazón Irracional.

— ¡Vete! —grito, pero sonó más a una petición qué a una orden— si lo que planeabas era burlarte de mi, lo has conseguido... Ahora dejame solo.

No esperaba que aun estuviera ahí, por lo tanto fue descuidado. Mínimo ahora podía ponerle cara a la persona que tocaba tan insistentemente su puerta a diario.

— Wolf, por favor... Solo quiero arreglar las cosas —el rubio no pudo evitar que su corazón se encogiera. Se escuchaba realmente mal, su voz temblaba y se escuchaba rasposa pero, no sabía si era por gritar o por el nudo en su garganta.

Camino hasta la puerta principal con pasos pequeños y aun tembloroso, levantando la mano queriendo agarrar el pomo de la puerta pero deteniéndose en el proceso.

—¿como planeas arreglar esto? — acuso con el llanto contenido. ¿Como podría reparar su relación después de lo que hizo y de como lo engaño?

Debía estar furioso, tanto como para abrir la puerta y darle un puñetazo en compensación por lo que estaba sintiendo pero, simplemente no podía, aun después de lo que vio y escucho su corazón latía como loco solo de escucharlo hablarle con ese tono tan dulce de siempre dejándole sin aliento, ¿como podria decirle a su corazón que dejara de quererlo cuando en su mente aun buscaba una escusa para escucharlo?

—por favor, solo dejame explicarte ¿ok? y ya si después de todo no quieres volver a verme lo entenderé. Desapareceré de tu vida, Wolfram. Solo, dame una oportunidad de explicarme.

Después de unos minutos de silencio, el azabache se recargo en la puerta con ambas manos en ella y la cabeza gacha dejando que las lágrimas corrieran hasta terminar en el suelo frente a sus pies, su garganta dolía gracias al nudo de angustia qué tenía y sus ojos ardían de tanto tallarlos mientras los limpiaba, había pasado demasiado tiempo, demasado para él y no podía esperar más, hoy arreglaba este asunto aun si tenía que tirar la puerta para poder ver al rubio.

— 5 minutos —escucho como el seguro era quitado y la puerta era abierta haciendo que se separara — si en 5 minutos no me convences, te largas y nunca volverás a buscarme ¿entendido?

Yuuri solo pudo suspirar aliviado, aun con la clara amenaza sentía un poco de esperanza.

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— no puedo creer que hayas hecho eso, Hirose-kun. Shibuya estaba tan feliz ¿por que lo hiciste? — el chico se encontraba rodeado y sin escapatoria. Al fin, después de insistir tanto y artar hasta el cansancio a los involucrados, habían hablado.

Shibuya tenía casi tres semanas sin ir al entrenamiento y todos estaban preocupados, también notaron lo raro que estaban el peli-azul y Murata evitándose lo más que podían por lo que sabían que ellos tenían que ver con lo que pasaba, además de la clara irritación qué tenían al verse y la gran marca morada qué Hirose cargaba en su cara. Al acorralarlos y aplicarles presión, habían hablado enterandose de todo lo que el chico había hecho, cortesía de Murata.

Estaban completamente decepcionados y no pudieron ocultarlo, al terminar de escucharlos comenzaron a cuestionarlo y sinceramente no entendían la lógica qué intentaba darle el chico al asunto.

“fue por su bien” les contestó cortante y sin mirarlos.

— ¿como crees que romperle el corazón le iba a ser bien?— gruñó Kowamura, quien era el más enojado de todos— eres un maldito egoísta de mierda. El que tu no puedas conseguirte una novia no significa que nadie a tu alrededor deba tenerla.

— ¡¿y eso que tiene que ver?! ¡Las cosas no fueron por eso! — alzó la voz alterado siendo detenido del brazo por uno de sus compañeros al ver que se quería lanzar al otro— tu no entiendes nada, yo solo quería protegerlo y verlo feliz.