Resolución.

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Hola a todos, pues bueno, hemos llegado al capítulo final de este fic, pero no se preocupen, pues habrá una secuela que esperó no me tomé mucho tiempo en iniciar XD Quiero agradecer a todos los que apoyaron esta historia, y solo me queda decirles que se preparen para mucho más:

—Creo... que ya puedo moverme Ken.

—¿Estás seguro?

Astro movió su rodilla de atrás para adelante, sin ninguna complicación o dolor.

—Sí —respondió mirando por encima de su hombro.

Ken sonrió y lentamente lo soltó, Astro se levantó sin ninguna otra complicación, tanto Tamao como Shibugaki se les habían unido después de que todo hubiera terminado, ahora esperaban sonrientes detrás de Ken, Astro no pudo evitar hacer lo mismo, y lo mejor de todo es que nadie parecía extrañado por su... look.

«Solo imagina que estás en una piscina» se dijo, y además, todo había salido bien al final, así que no tenía nada porque preocuparse.

Lo que no sabía es que Kenichi pudo notar ese breve momento de incomodidad en su rostro, y por primera vez se percató de su... atuendo.

No sabía si a Astro le incomodaba o no, seguramente ese short era parte de él, ya que dudaba que cualquier ropa sobreviviera a una pelea como esa, pero solo por si acaso, se quitó su chaleco y cubrió los hombros de Astro, el robot abrió los ojos en sorpresa, miró primero la prenda y luego a Ken.

—Pensé que... —se rascó detrás de la cabeza—, ¿tendrías frío?

Astro sonrió.

—Gracias —se acomodó el suéter y cerró el broche.

Ken le sonrió.

Tras eso se acercó a Frank y Jack, quienes seguían con su emotiva reunión, el robot estaba muy dañado, si Jack le había dicho bien las cosas, debió estar en el basurero seis meses... necesitaba llevarlo con papá y Elefun para que lo arreglaran. Frank lo miró, Astro jamás podría explicar lo aliviado que se sentía al ver que ya no había rojo en esos ojos.

—Astro... gracias.

Jack lo miró, y todavía llorando, asintió con la cabeza, Astro sonrió y levantó el pulgar, eso era para lo que vivía. Se escucharon sirenas y motores de autos, todos voltearon al camino de tierra y vieron estacionarse las naves de policía, y el coche de Tawashi. Jack se asustó y se aferró con más fuerza a la cabeza de Frank.

El inspector descendió de su vehículo al mismo tiempo que sus oficiales, todos iban corriendo a la escena de la pelea.

—Está bien, ya todo terminó —dijo Astro dando un paso al frente.

—¡No te muevas! —Gritó Tawashi, y todos los oficiales le apuntaron con sus armas.

Astro se detuvo en seco, su cuerpo se congeló, ahí estaba en la mira de todos, el más leve movimiento y dispararían contra él.

—Pero...

—¡Dije que no te muevas robot! —Volvió gritar Tawashi mientras sacaba unas esposas, luego dirigió su atención a Frank—. ¡Niño baja de ahí, ese robot es una amenaza!

Pero Jack solo reforzó su agarre, Tawashi entrecerró el cejo. Astro miró discretamente a la pareja, luego al inspector, tal vez si se entregaba sin objeción los oficiales escucharían lo que paso, y así Frank quedaría libre. Bajó la cabeza y extendió sus brazos al frente.

—Iré sin poner resistencia —anunció—, pero por favor, dejen a Frank en paz, se los explicaré todo.

Tawashi se sorprendió un poco, esperaba al menos un poco de resistencia, considerando que ese condenado Astro no tenía que seguir las leyes robóticas, un grave error si se lo preguntaran, pero si podía llevar preso a uno de los dos estaría contento, además luego ya podría llevarse al monstruo.

Astro Boy: El Día de los Muertos Vivientes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora