Llovía fuertemente. Lynn y Lincoln dormían abrazados. Ambos tenían miradas tristes, desanimadas. Lisa miraba por la ventana mientras Leni conducía. Se hacía difícil andar entre tanta agua.
Las rutas estaban inundadas y cubrían el frente del auto. Para su mala suerte, el motor se llenó de agua y el vehículo se detuvo en medio de la tormenta. Leni bufó. Sólo eso le faltaba. Ahora nunca podrían llegar y la tormenta sólo complicaba las cosas. De momento sólo tenía que esperar, no tenía nada más para hacer.
Miró a sus hermanos. Parecía que gruñían, lo cual era extraño para ella. Lentamente acercó su mano al hombro de Lisa. y ésta rápidamente se abalanzó sobre Leni y trató de morderla.
La mayor, sin saber cómo actuar, intentó empujar a la pequeña pero sin resultados. Por la espalda, Lynn la tomó por los hombros y trató de morderla también.
-Chicas... Por favor... No-. Fue lo único que pudo decir.
Sus intentos por zafarse eran en vano. No podía lastimarlos aunque fuesen sus hermanos o si ya no lo eran. De reojo miró a Lincoln, su única esperanza era que él estuviera bien.
No fue así.
Un joven zombie saltó sobre ella, mirando su cuello como si fuese un vampiro.
-Por favor... No...-. Con lagrimas en los ojos, miró por última vez a sus hermanos antes de que ellos la atacaran.
-¡AAAAH!-.
-Leni, Leni. ¿Estás bien?-.
-¿Eh? ¿Lisa?-.
-No me digas... ¿El mismo sueño?-.
-Desgraciadamente sí-. Suspiró pesadamente.
-Es la tercera vez ésta semana, ¿En verdad estás bien? Quizás te estás preocupando demasiado-.
-No, estoy bien, sólo algo cansada-.
-De acuerdo, mejor cámbiate y ven a desayunar, ya es de día-. Dicho esto, Lisa salió de la habitación
Leni miró a su alrededor una vez más. Hace unos pocos días habían encontrado una casa de campo, y decidieron descansar por el día. Para su suerte, una pareja de ancianos vivía allí y los acogió en su pequeña granja.
Habían acordado que no se quedarían más que unos pocos días antes de retomar el viaje. Ya sólo le les faltaba unos pocos kilómetros para poder llegar a la supuesta zona segura.
Lentamente se levantó y cambió su pijama por su ropa habitual. Se miró al espejo y se arregló un poco. Aún si había cambiado, no podía evitar tener que mantener bien su imagen; señal de que a pesar de todo seguía siendo la misma chica dulce y coqueta que solía ser.
Bajó las escaleras y se dirigió a la cocina. Allí una mujer mayor estaba preparando café. Leni la saludó amablemente. La mujer le sirvió algo de café en una taza y se sentó junto a ella.
-¿Cómo amaneciste hoy querida? Te oí gritar-.
-Bien... Supongo. Sólo tuve otra pesadilla-.
-Oh. No pienses demasiado en eso, quizá sólo estás preocupada por algo. Tus hermanas y hermano se levantaron temprano hoy, querían preparar algunas cosas antes de salir-.
-Bien, entonces iré con ellos a terminar de empacar. ¿Ustedes ya decidieron que harán?-.
-Aún no, hemos pasado muchos años en ésta vieja granja, ésta noche tendremos una respuesta para ustedes. Se los aseguro-.
-Está bien si prefieren quedarse, aunque apreciaría su compañía si es que cambian de opinión, entonces los veré en la tarde-.
-Nos vemos Leni-. Marta (así se llamaba la mujer mayor), continuó con sus tareas diarias mientras Leni salía a ver a sus hermanos.
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El Virus - The Loud House
Hayran KurguUn extraño virus es liberado en Royal Woods, matando todo a su paso y conviertiendo a sus víctimas en zombies hambrientos, pero no a ella. ¿Porqué ella era inmune a esto? Leni Loud, la única de su familia que no resultaba afectada, debería decidir q...