El Reencuentro ~[Volkacio] ~

CAPÍTULO 3

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- Pero que hacen?!.- Dante se veía preocupado a la par que exaltado.

- Que venía un puto puma!, que querías que haga, que le de un abrazo?!.- Dominic se mantenía alerta por si volvía, mientras que Horacio se encontraba a sus espaldas con el mismo miedo que el de ojos grisáceos, habían visto al animal correr a su dirección, por lo que dispararon para espantarlo.

- Pero vamonos de aquí hombre!.- la voz de Adam alertó a los presentes de marcharse de la zona, no solo por el puma que podría volver, si no que había visto a unos tipos cerca, si corrían con mala suerte, podrían llamar a la policía o Sheriffs.

  Todos corrían hacia los vehículos, Horacio subió con Dom, Dante y Kate iban juntos, y los demás por separado, mientras que arrancaban para abandonar la zona, se dividieron, el moreno aprovechó la adrenalina del momento para agarrar la radio de Dom encendiendola, sintonizó la frecuencia donde se encontraban el resto para así poder contar todo,desde que era un Agente del FBI, hasta sus inicios apuñalado gente en la calle. Y claro, todo quedó en silencio, no hasta que Dante habló.

- Mago, Dominc, vayan a garaje rojo, nos vemos ahí.- era la primera vez desde que conoció a aquel rubio hablar con voz dura y fría. Horacio reclinó un poco el asiento, demasiadas emociones juntas para solo un día, lo único que esperaba era ser escuchado.

  Dom miraba de reojo al moreno, éste estaba con ambos brazos sobre su rostro, le daba pena, no mentiría, en el momento que lo conoció le pareció una buena persona, e incluso en una situación como ahora, no dejaba de pensar en él como un hijo más.

  Siguieron por las calles de Los Santos hasta llegar al garaje, estacionó a unas plazas más apartado que los otros, mientras que colocaba su mano en el hombro del contrario, dando un suave apretón en forma de apoyo. Horacio le dedicó media sonrisa mientras salia del vehículo y se encaminaba hacia los demás.

   Ya estando cerca del grupo, Dante se encontraba de espaldas hablando con los demás,  cuando vieron al moreno se callaron y el rubio dio media vuelta para encararlo, lo único que se escuchó fue el golpe que le dio al Mago, éste retrocedió por el impacto y la sorpresa. Mientras que se recuperaba, levantó la vista y miró al rubio, nunca pensó verlo llorar cual niño, no supo que dolía más, o el golpe, o el provocar las lágrimas del contrario.

- Nos haces preocupar!, nos engañas! Y aún así...- las lágrimas salían desenfrenadas, subió sus brazos y entrelazó sus dedos en su nuca, estaba enfadado, volvió a mirar al mago, la mirada de aquel se había clavado al piso luego de verlo llorar, no lo dudó, dio los pasos que faltaba para volver a estar cerca del moreno, mientras que lo rodeo con sus brazos en un abrazo protector. La cabeza de Dante se ocultaba en el hombro del moreno, quién no supo en que momento empezó a llorar, pero aún así le devolvió el abrazo. La calidez que le otorgo esa pequeña muestra de afecto fue lo único que necesito todo el tiempo que estuvo en soledad. Fue ahí que se dio cuenta que jugarse la vida por ellos valia la pena.

  Dante fue el primero en separarse mientra buscaba la mirada verde de Horacio, cuando la encontró, le tendió la mano.

- Mi nombre es Dante Duarte. Un gusto...?- la prrgunta quedo al aire, mientras que el rubio le sonreía.

- Horacio, Horacio Peréz.- el moreno tomó aquella mano con firmeza, por fin podía ser él, por fin podía ser Horacio, un gran peso se estaba esfumando de sus hombros. Los demás que había visto la escena de forma graciosa por aquel desenlace, se acercaron para hablar con ellos, después de todo aún había dudas, pero no era el momento de responderlas, si no de actuar.

- Pues... muy bonito, muy encantador todo, pero alguien le dijo lo que se anunció en las noticias?.- todos giraron a ver a Adam, ese era un detalle que no le habían contado a Horacio aún.