◣◥◣◥◤◢◤◢◣◥◣◥◤◢◤◢
La hora acordada se acercaba, faltaban al menos quince minutos para la media noche. Horacio había estado en una nube toda el día, no sabía lo que diría, lo que haría, o como reaccionaria el rubio.
Y ahí estaba, con la cabeza apoyada en el volante del Kamacho, que ahora era negro. Estaba a unos diez metros de la ubicación fijada por Gustabo, su cabeza aún no podía acomodar todos los sucesos que necesitaba contarle, no tenía ni idea de que contar y lo que no.
Cerró sus ojos en un intento de calmarse y despejar sus dudas, pero le fue imposible cuando escuchó la puerta del copiloto abrirse.
Instintivamente desenfundó su arma de la pistolera que tenía en su pierna izquierda, apuntando a la cabeza de la persona que había abierto la puerta.
- Qué?, a mi también me vas a pegar un tiro?.- la voz del rubio resonó en la cabina del vehículo.
Con un suspiro, el moreno bajo el arma, dejándola nuevamente en la pistolera.
El rubio se adentró al vehículo dando un fuerte portazo, se acomodó en su asiento y volteó en un intento de buscar la mirada del contrario, lo cual fracasó.
- Llévame donde esté enterrado Anton.- el moreno aunque pusiera todo su empeño en descifrar el tono de voz, no puedo saber en que estado se encontraba el rubio.
El camino no fue tan largo, tardó al menos veinticinco minutos en llegar al cementerio de la ciudad.
Estacionaron el vehículo mientras que el silencio los envolvía. El moreno se encontraba tenso, ambos eran bombas de tiempo, si uno explotaba, la mierda de ambos saldría.
Ambos bajaron del vehículo y caminaron un pequeño trecho hasta el comienzo del cementerio.
- Donde?.- preguntó el rubio sin mirar al contrario. Éste se mantenía en un punto neutro, sin emoción alguna.
Horacio no contestó, solo se dedicó a guiar el camino que el otro pedía, pasaron junto a las tumbas de Athenea y Banks, pararon un momento, el moreno se posicionó firme y subió su mano para realizar un saludo estilo militar, un saludo, a la persona que considero su mejor amiga.
Se giró, volviendo a su ruta original, caminado unos metros más hasta llegar a una zona conocida por el rubio. El moreno paro frente a una lápida, volteó a ver al rubio con una mirada que reflejaba tristeza.
- Es ésta.- dijo señalado la lápida.
Realmente no le sorprendía, pero le molestaba, el nombre de la lápida, obviamente era "Daniel Martinez".
En silencio se acercó, quedado de cuclillas frente a ésta, levanto su brazo posando con delicadeza su mano en la lápida, dando pequeñas caricias a ésta.
- Cómo y por qué?, Horacio.
- Yo... no lo sé... no sé hasta donde pueda decirte, pero te lo prometo Gustabo, no lo mate, nunca lo haría.
- Cuando fui a reconocer que eras tú a la morgue, dijeron que tenía tatuajes de una virgen en el pecho y en su brazo también se encontraba un tatuaje, aunque era el contrario... me explicas?.- el rubio se levantó y dando media vuelta encarando a la persona que consideraba un hermano...por ahora.
- Te dijeron una virgen... no cuál... El tenía a la virgen María, yo a la de Guadalupe, el del brazo era un "tatuaje efímero" o algo así, desaparecería en un año, fue un reto de mi parte.
- Y quién lo mato, Horacio, quién?.
- Gustabo, lo siento, necesito que ésto termine aquí, no puedo contarte más.

ESTÁS LEYENDO
El Reencuentro ~[Volkacio] ~
FanfictionLa placa en el despacho, junto a ella la reglamentaria. Una llamada a los agentes en vacaciones alertó que H desapareció. Una nota, que en la decía "Vengan a por mí". La soledad lo ayudó a comprender, formó una nueva familia, y con ello se olvidó...