CAPÍTULO 13

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- Cómo?!.

  Aquel grito se sintió por todo el pasillo del hospital, alertado a algunos pacientes.

  En la habitación se encontraban Conway tomando del uniforme al pobre doctor, un Gustabo al borde de una crisis y un Volkov con miedo aunque lograba disimularlo.

- Señor relájese!, sé que nadie quiere esto pero es necesario.- el médico intentaba llamar a la calma, sabía del historial clínico del paciente y lo que había causado, pero era la vida del paciente primero.

- A ver, calmarse todo el mundo.- habló esta vez Gustabo.- lo que quiere decir es qué, deje de tomar los putos calmantes que me mantienen lucido sin que mis alters salgan?.

- Sé que es difícil, sé que no tiene lindos recuerdos a causa de su TID, señor Gustabo.- decía con calma el doctor que al fin era liberado por aquel hombre.- pero entienda que las descargas que sufrió su cuerpo tuvieron efectos contraproducentes en su corazón, lo cual probablemente presente síntomas de arritmia, y los calmantes no ayudarían.

- Pero fueron descargas de corriente pequeñas!.

- Lo sé, pero fueron continuas, e incluso podría decir que luego de que perdiera la conciencia siguieron dando choques eléctricos a su cuerpo.

  La sala se torno silenciosa, todos procesaban lo que estaba pasando, tenía que ser una mala broma. Primero se enteraban que Horacio llevaba una investigación en contra del FBI por corrupción, segundo, lo secuestran y tercero, para rematar la situación, el rubio debería dejar de tomar los calmantes que controlaba a sus alters.

  El ruso se encontraba serio, en su mente venían recuerdos, el disparo que lo dejó en un estado tan grave, al fin había asimilado lo que pasó, pero ahora volvía. Le preocupaba, ya no por si mismo, si no por Horacio, el alter que vío fue Pogo y éste solo quería matar a cualquiera, y no le importaba llevarse a alguien inocente si se interponía, y esa mala suerte, la tuvo el moreno.

  Recordaba cuando Conway les había contado sobre el deplorable estado de salud del moreno, y recordó sentir su cuerpo helarse, tuvo miedo de perderlo, de sentirse solo nuevamente, después de todo en esos momentos,el de crestas había cruzados sus barreras, llegando a tomarle aprecio, un cariño que el ruso decidió dejar como "compañerismo".

  El rubio vío como el doctor salia de la habitación debido a la nula respuesta de todos mientras era seguido por Conway.

  Recosto su cabeza en la almohada, cubriéndose los ojos con su antebrazo. Se sentía fatal, no quería que alguien más tomara el control de su cuerpo, temía volver a dañar a los que amaba, a Horacio.

- Está bien?.- se animó a preguntar el ruso, después de todo sabía que si era difícil para él, sería el doble para Gustabo.

- No quiero dañar a nadie de nuevo...no quiero un día despertar y ver que dañe a alguien...no quiero ver a...Horacio lastimado y que la causa sea yo.

  El rubio retiró el brazo de su rostro, impulsandose con los codos para poder sentarse en aquella camilla, así podría encarar al ruso.

- Bueno, él es fuerte, por lo que se habla en ambas comisarías, es alguien que no se rinde.- inconcientemente el ruso esbozó una media sonrisa.

  Estaba claro que no pasó por desapercibida por el de ojos celestes.

- Sabes, me caes como el culo, pero...qué sientes por Horacio?.- preguntó el rubio con suavidad que ni el sabía que podía tener, después de todo podía asustar al contrario.

El Reencuentro ~[Volkacio] ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora