IX

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—C-creo que d-deberíamos irnos a dormir —tartamudee por estar en esta situación.

—S-si —respondió mientras se paraba y después me ayudaba a pararme.

—Y-yo sufro insomnio, no sé si quieras dormir de una vez o... —comencé a hablar, pero el peli teñido me interrumpió.

—Está bien, yo también sufro insomnio —menciono con esa voz tranquila característica de él.

Me senté en una esquina de la cama y bajé la mirada hasta ver el suelo de la habitación. Sentía demasiados nervios de estar con el después de haber declarado lo que sentía por él y no solo eso, mi pijama era bastante reveladora y, por si fuera poco, la escena anterior hizo que mi vergüenza aumentara a niveles altísimos, nunca había estado en una situación así con ningún chico, y mucho menos con el chico que me gusta.

—Y~ ¿qué quieres... —intente preguntar, pero volvió a interrumpirme.

—Lo que dijiste antes —exclamo el mayor haciendo que nuestras miradas se conectaran —. ¿Era verdad? —pregunto con un notorio sonrojo, pero manteniendo sus ojos en los míos.

Al oír su pregunta y sentir su mirada viendo hasta el último de mis pensamientos a través de mis ojos, no pude calamar mi sonrojo, al contrario, aumentaron. ¿Cómo podría ser tan directo con temas tan vergonzosos?

—B-bueno, n-no espero que t-tu correspondas mis sentimientos, solo llevamos unos meses de habernos conocido y también s-si te sientes incomodo al dormir aquí, me podría dormir en otro cuarto o en la sala, no hay problema con que te sientas cómodo, no es que no te quiera aquí, es solo por si te incomodan los gatos, no digo que te disgusten los animales, ¿te gustan los gatos? —sin darme cuenta comencé a decir cosas sin mucho sentido.

Una risita por parte de Kenma, cosa que hizo que me detuviera de decir incoherencias. Dirigí mi mirada hacia el chico y le miré un poco confundida.

—Eres graciosa —exclamo mientras seguía con una sonrisa.

Pude sentir un sonrojo subir por mis mejillas, no sabía cómo tomarme eso, pero prefería pensar que era un halago.

—No te preocupes, no se mucho de esto, pero creo que también me gustas— hablo con tranquilidad, aunque su sonrisa no desapareció de su rostro.

Me sorprendió mucho lo que dijo, la verdad, no esperaba que mis sentimientos fueran correspondidos. De igual manera, me sorprendió la facilidad con la que lo dijo, hasta donde yo entendía, no se era una persona que expresara mucho lo que sentía. En este momento, no podía terminar de comprender como funcionaba Kenma, pero espero hacerlo en un futuro.

—Y~ ¿Qué hacemos? —pregunte mientras jugaba con mis manos por el nervio.

—Supongo que deberíamos conocernos más —propuso el peli teñido mientras se tumbaba a un lado de mí.

—B-bueno, ¿Qué quiere saber? —exclame con un poco más de tranquilidad.

—Lo que puedas decirme —respondió poniendo sus manos sobre su estómago.

—Bueno —comencé a formular mi oración mientras pensaba en que decir —. Mi cumpleaños es el 1° de diciembre, se cantar, tocar algunos instrumentos y también dibujo un poco —empecé diciendo las cosas en lo que era buena —. Me gustan mucho los videojuegos, aunque creo que eso ya lo sabes —dije algo avergonzada a lo que él se rio un poco —. Mis colores favoritos son el blanco y el rosa, pero prefiero el blanco, mi comida favorita son los taiyakis, son deliciosos y su forma de pescadito lo hace divertido —mencione alzando los brazos e intentando hacer la forma de pescado con mis manos —. Sufro insomnio porque siempre tengo pesadillas —exclame dando pie a esas cosas "malas" pero que eran necesario que supiera —. Me rasguño los brazos cuando me estreso o recuerdo algo que no quiero; no tengo padres, fallecieron cuando yo tenía 3 años en un accidente de auto; viví en un orfanato hasta cumplir los 12 años; sufro hematofobia, es miedo a la sangre, las agujas y a cualquier herida —termine de decir aquello que más me costaba —. Tengo 4 hermanos no biológicos. Los conozco desde los 12; dos de ellos tienen 17 y los otros dos tienen 16, son muy lindos conmigo, siempre me han tratado bien y han estado para mí en todo momento, por eso los considero mis hermanos —musite con una ligera sonrisa —. También tuve un mejor amigo en la secundaria, pero se podría decir que nos distanciamos —suspire recordando a Ruru, hacía años que no sabía de él.

Ojos de GatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora