Diez

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Había una leyenda, rumor o chisme en la región de Yunmeng Jiang. Un hermoso lago, laguna realmente. Con los lotos más bellos y coloridos, muchos rumoreaban que era la cura para toda la enfermedad o el remedio para la inmortalidad. Realmente nadie sabía, ya que nadie lo había visto antes. Nadie excepto Sandu Shengshou. Ni el hijo, ni el sobrino del líder, aún menos sus allegados. Ni siquiera Lan Xichen podía entrar a ese lugar.

La laguna contaba con unas hermosas aguas cristalinas, podían ver sus reflejos en ella claramente y sin perder un detalle. Tenía una hermosa raíz tan verde, brillantes flores, sus pétalos rosas tan enigmáticos y estéticos, con una aura flotante mágica. Eran hermosas como su dueño.

O eso rumoreaba la gente.

Pero cuando Wei Ying lo vió, no estaban equivocado. Esa pequeña laguna estaba justo al lado del Hanshi, no desolada pero tranquila, solo Sandu Shengshou entraba y mantenía la belleza de las flores.

Era tan hermoso que quedaba envuelto de un vistazo.

-A-Cheng - llama Wei Ying limpiando todo rastro de lágrimas - ¿que hacemos aquí?

Jiang Cheng toma la muñeca del hombre y lo empuja con suavidad y la poca fuerza que tiene, caminando hasta el lago. Arrodillándose y empujando a Wei Ying para que lo hiciera.

-Cada vez que pierdo a un hijo...mi corazón se rompe, pero no tengo la cabeza para solo fingir que no pasó y esperar el otro embarazo y tener la esperanza de que ese sí sobreviva. A-Yu fue mi salvación, Jingyi es mi hijo y Jin Ling igual, incluso veo a A-Yuan de esa forma. Pero no fueron mis primeros niños...mis amados bebés están aquí - responde señalando los lotos.

Wei Ying no es capaz de entender, hay algo espiritual en los lotos, lo supo desde que entró pero no se atreve a tocarlos y menos preguntar sobre eso.

-Cuenta los lotos.

Wei Ying cuenta, hay uno, dos, tres. Hay más de cinco, más de diez, pero hay menos de quince.

Hay trece.

Trece lotos.

-Son trece...Jiang Cheng ¿por qué hay solo trece?

-Por que estos lotos son la cognición espiritual de mis...bebés.

-¿La cognición espiritual?

-No podía simplemente enterrarlo, ellos necesitaban más, así que pedí a los dioses que los resguardarán por mi y creé estos hermosos lotos.

-Por eso vienes cada día, cada hora y no permitías que nadie entrara...así que Zewu-Jun tampoco sabe de esto...

-Lan Huan no sabe nada - murmura tomando su vientre delicado y extendiendo su mano, acariciando una flor.

Tomaba los pétalos con tanta delicadeza que era increíble para una persona tan fuerte y brusca lo delicada que era.

-¿Por qué...?

-No podía decirle, no podía verlo sufrir, no podía hacerlo...no podía, no podía, no podía. Creía que ya no iba a pasar esto y yo lo perdí de nuevo, lo quería - toma su cabeza en sus manos antes de empezar a negar - No sabes como lo quería, me enamoré de la idea de cuidar a Jingyi y Jin Ling, no sabes como amé ver mi vientre grande, estaba tan listo para este otro.

Wei Wuxian empuja a Jiang Cheng en sus brazos en un apretujado abrazo, combinando sus lágrimas y desesperación.

-Te prometo que no dejare que pases eso de nuevo, te lo prometo, buscaré la forma de hacerlo. Te ayudaré, te ayudaré...- Jiang Cheng niega pero a Wei Ying no le importa, él lo va a hacer - ¡Jiang Wanyin lo hice una vez y lo voy a volver a hacer de nuevo con todos los malditos embarazos que tengas!

-No va a servir de nada.

-¡Lo haré! ¡Espérame! - grita, levantándose, listo para correr y buscar a su esposo, y preguntarle lo más disimuladamente que pueda - ¡encontraré una forma!

Corre hasta la puerta, pero apenas abre la puerta se detiene en seco. Se detiene antes de golpearse contra el muro de túnicas azules y expresión afligida. Tenía la mano levantada al parecer a punto de tocar, pero al ver la puerta abierta inconscientemente baja la mano, a la misma vez que una lágrima se derrama de sus ojos perdidos.

-Zewu-Jun yo...- No le permite terminar cuando toma los hombros de su cuñado con mucha delicadeza y lo empuja a un lado. Antes de entrar a la habitación, seguido de un preocupado Wei Wuxian.

A penas entrar al pequeño muelle que era la laguna, se detiene, mirando las trece flores. Antes de que las lágrimas salgan con más fuerza.

-¿Ya te rendiste...? - pregunta Jiang Cheng con sarcasmo, levantando su mirada y esperando encontrar a Wei Wuxian.

Se levanta rápidamente al ver a Lan Xichen en este lugar, lugar que no había estado nunca y que se supone que no esté. Busca apoyo en Wei Ying de pie en la puerta pero este estaba tan sorprendido como él.

-¿Que haces aquí? ¿Cuanto escuchaste? - murmura sintiéndose y posiblemente viéndose tan igual.

Da unos pasos acercándose pero Lan Xichen no para de ver las flores.

-Lan Xichen...- llama entre lágrimas -...A-Huan - sin respuesta - Lan gege...- pero Lan Xichen no quita la mirada, estaba tan quieto que lo aterraba - amor...

Se acerca al líder buscando respuesta, y la tiene, cuando toma sus brazos y se deja caer, arrodillándose al suelo y sumando a Jiang Cheng.

-¡¿Por qué no me lo dijiste?! - y por primera vez en sus quince largos años de matrimonio, Lan Huan le a gritado.

-No podía hacerlo...

-¡Si podías! ¡¿Por qué querías sufrir solo?! - Jiang Cheng empuja al líder antes de gritar:

-¡Por que creía que no me amabas, creía que no podía decepcionarte!

Lan Xichen no entiende, le había dado su cinta. No era su obligación como Lan haber dado su cinta y usarla en tales actos lujuriosos. Apoyó y estuvo al lado del líder cada día de su vida, le dijo que lo amaba todos los días desde que entendió cuáles eran sus sentimientos.

Cuando no estaba a su lado no podía evitar pensar otra cosa que en él, amó estar junto a él desde que se casaron, incluso antes, su mente estaba llena del líder Jiang. Resaltaba cada y una de sus bellezas en su defectos, no puede amar más su belleza angelical.

Es un ser tan puro y desinteresado, tan etéreo y celestial que era imposible no amarlo. Si empieza a decir las razones por las que ama a Jiang Cheng puede que no le de todo el día.

No había amado nunca a nadie tanto como a ese hombre, a veces le preocupaba lo dependiente que era y lo enamorado que estaba. Su sonrisa, su cuerpo, su cabello y su olor. Sus piernas, sus brazos y labios rojizos, todo.

Lan Xichen se había estado ahogando en un océano sin fondo desde hace mucho tiempo sin darse cuenta. Empezó desde su supuesta noche con Jin Guanyao y no cabía en sus cabales. Él solo necesitaba un salvavidas, una maldita ancla que no se había enterado que era su esposo hasta muy tarde.

-¡Pero Jiang Wanyin yo te amo, te amo tanto que - su voz ronca se corta de la desesperación por hacer entender a este hombre - No puedo simplemente expresarlo, es algo fuera de este mundo! ¡Te amo y te seguiré amando aún después de esto! ¡Y amo a todos los niños que tuvimos aunque no están con nosotros, y amaré a los que tengamos!

No es capaz de decir algo más, no hay palabras ni acciones para lo que quiere decir o el amor que quiere profesar.

Así que solo se quedan abrazados, llorando, llorando por las penas y las glorias. Las buenas y las malas. Por el amor que se tienen pero son tan tontos de ignorar. Por el perdón y el futuro. Los hijos y la familia.

Llorando por la vida y la muerte y la desdicha que es tener un Lago de Lotos pero la bendición que es tener a sus hijos.

Fin

*Y tranquilos, posiblemente habrá un extra, del nacimiento de A-Yu, solo que este se tardará un poco más por venir :)

lago de lotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora