Finalmente pude escribir este extra, y terminar, perdonen la espera, no se porque me bloquee tanto, pero aquí está.
* Entonces, me di cuenta que tienen muchas preguntas, así que actualizaré una nota para que dejen sus preguntas, y las contestaré todas.
Un desgarrador llanto suena en la habitación, alertando los sentidos del líder. Sintiendo que finalmente puede respirar. Sus ojos húmedos, sus ropas blancas y aterciopeladas manchadas de sangre, su frente húmeda y su rostro tan pálido con labios rotos.
Su cuerpo cruje en dolor, algo que nunca va a olvidar. No está plenamente consiente de lo que ocurre a su alrededor, realmente piensa que aún está en el cielo cuando siente un sollozo cerca de su oreja.
Oh, entonces cae en cuenta, acaba de dar a luz a su segundo hijo.
-Líder Jiang, felicidades, es una niña - Jiang Cheng toma unos segundos en procesar las palabras, antes de tomar en cuenta el significado y posar una sonrisa.
Está teniendo una reacción tardía, pero culpa a las drogas somníferas y calmantes de Wei Wuxian para evitar morir de dolor.
Extiende su mano a la sirvienta, ayudante de parto realmente, esperando a tener a su bebé rápido. Una niña, tiene una hermosa princesa, tan esperada.
Ella cae en sus brazos, tan pequeña y rosada que Jiang Cheng teme ser tan brusco de dejarla caer, sus pulmones eran sorprendentemente fuertes, con apenas unos mechones de cabello negro. Envuelta en una frazada violeta, con sus manos en un puño y un ceño fruncido.
Oh ella está realmente molesta y Jiang Cheng lo comprende.
Desearía que Lan Xichen estuviera aquí...
Pero no lo culpa, se lo buscó. Fue muy malo de su parte arrancarle el bigote con un golpe de Zidian a Lan Qiren, pero en su defensa se lo merecía, mucho había aguantado, por ende Lan Xichen tuvo que tranquilizarlo con la tranquila paz del saber que su hijo iba a nacer una semana después. Esta seguro que el sentimental ya hubiera estado llorando tanto como él.
La bebé saca la lengua en un bostezo.
Es tan linda, Jiang Cheng nunca había visto a un bebé tan hermoso. Posiblemente se vea tan llena de sangre como él, pero en sus ojos es un ángel en una bollo de carne.
Y ve...ve a la bebé más hermosa que haya visto jamás.
Y esta vez es bueno.
Esta vez son estables, hay una niña concebida por amor, con grandes padres y un futuro asegurado. Esta bien tener algo de esta magnitud.
Es perfecta, recuerda la última vez que tuvo un bebé así de pequeño en sus brazos, y solo pudo ser cuando Jingyi llegó a su vida. Tantas veces se preguntó porque no lo odiaba, y solo... él no podía ser así de cruel. Con Jingyi, fue amor a primera vista, fue una conexión inmediata, fue su alma gemela siendo su hijo. Y esta niña es solo la otra mitad, es su otro amor a primera vista. Son su todo.
Posa una sonrisa, está bien. Se siente tan bien que no todos terminen en su Lago de Loto, se siente tan bien tener esta pequeña mancha calurosa en su pecho.
Su niña aumenta el llanto, y sabe que está demandando comida. La acomoda en su pezon derecho, y permite que succione lo que le queda de vida.
Son solo ellos dos, y es tan tranquilo.
-¿Donde está mi sobrinita hermosa? - pero claro que no por mucho.
La puerta es abierta con más fuerza de la que debería, haciendo que su pequeña frunza más el ceño, pero sin despegarse de su comida.
-¡Tan hermosa! ¿te dolió? ¿cómo se llama? ¿te sientes bien?...
-¿Siquiera puedes estar aquí? - inquiere Jiang Cheng, sintiendo su garganta raspar en ardor por los enormes gritos que a lanzado.
-Tradicionalmente no, pero ¿qué importa? Uno tiene un primer hijo biológico una vez - responde con una sonrisa, acercándose más a su hermano.
Mira al bebé que no a despegado sus ojos de Jiang Cheng, Wei Ying no puede evitar acercar su mano para querer tocarla, pero la niña parece predecir el movimiento ya que, sus pequeños ojitos giran en su dirección.
-Ay, ¿pero por qué estás tan enojada? - pregunta con una sonrisa, y su voz única para bebés - tu eres muy pequeña para estar enojada, ¿ya te quieres volver?
Jiang Cheng no puede evitar responder:
-No la juzgo - Wei Wuxian suelta una sonrisa al notar el detalle.
Jiang Cheng no lo ha insultado, está relajado y hablando pacíficamente con él.
Tiene escalofríos, pero es lindo verlo tan materno.
-¿Que haces aquí? ¿Y Jingyi?
-Se desmayó al ver a las ayudantes con paños llenos de sangre, A-Yuan lo está despertando.
Sinceramente Jiang Cheng ya se esperaba esto. Jingyi es tan único a su forma.
-Preguntame, se que quieres hablar.
-¿Hablar?
-Por favor, shidi, es el padre de tu hija, no tienes que disimular. Debe de estar de camino, hubiera sido más rápido si Lan Zhan no hubiera tenido que hacer callar a Jingyi cada que soltabas un grito.
Jiang Cheng posa una sonrisa débil, sintiendo el cansancio en cada gota de su sangre.
-¿Y como la llamarás? ¿Jiang Ying?
-En tus sueños - ve a su pequeña, si, su nombre definitivamente debe pegarle, pasa apenas su dedo por la mejilla tan sedosa y suave, puede que sea adictivo - su nombre será Lan Ai, Qiángdù Yu.
Wei Ying no salta ese detalle.
-¿Ai? ¿amor? - suelta una carcajada - ChengCheng, no creí que fueras tan romántico.
¡No...él no lo es!
-Un bebé hecho con amor, se lo diré a Nie Huaisang.
-Largo.
Oh si, ese es el Jiang Cheng que esperaba.
-¿A-Cheng? - Jiang Cheng levanta la mirada, buscando el dueño de esa voz.
Una combinación de túnicas blancas y azules con un pelo alborotado, entran a la habitación. Zewu-Jun suelta la espada al ver la imagen, ni siquiera permitió aterrizar bien en Muelle de Lotos cuando corrió hasta su esposo.
Su amado esposo, débil pero tan fuerte a la vez, con su pequeña, podía ver perfectamente su carita tan pequeña y rosada, tan hermosa.
Eso es mucho para su ser y su blando corazón.
Literalmente, es mucho para su ser y su blando corazón.
-¡Lan Huan! - grita preocupado Jiang Cheng, cuando ve a su esposo tocando el suelo.
Se había desmayado.
*¡Fin, esta vez de verdad!
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lago de loto
Fanfictionhabía una leyenda, rumor o chisme en la región de Yunmeng Jiang. Un hermoso lago, laguna realmente. Con las lotos más bellas y coloridas, muchos rumoreaban que era la cura para toda la enfermedad o el remedio para la inmortalidad. Realmente nadie sa...