|| Ice Love [VKOOK] Libro #1 Terminado || Trilogía 1/3

Capítulo 12

Aun puedo escuchar con claridad el sonido de aquellos patines que chocan con fuerza sobre el hielo. Así de fuerte golpea mi corazón sobre mi pecho, y siempre sucede cuando pienso en ti.

¿Cuándo los recuerdos dejarán de doler?, me pregunto una y otra vez, tratando de hallar una respuesta, sin embargo, lo único que aparece en mi mente, es tu rostro.

La única respuesta eres tú, debes volver... me hiciste una promesa...

Nuevamente estoy aquí, aferrandome a un recuerdo feliz. ¿Cuántas veces llevo ya esta semana?, ¿tres?, ¿o quizás cuatro?

Da igual... en ninguna de estas visitas, he conseguido verte...

Aun recuerdo cuando solíamos llegar, siempre me adelantaba para poder disfrutar el aire frío, seguía sorprendiéndome que apesar de estar a tan bajas temperaturas, no fuera capaz de sentir el clima helado de esta cancha, siempre fue tan cálido.

Quién iba a pensar que todo esto se trataba solo de un sueño. Quizá nunca fuiste real y solo te inventé.

No recuerdo cuando tiempo llevaba ya aquí, pero un ligero sonido me trajo de vuelta a mi triste realidad. De inmediato reconocí al sujeto tras de mí... lo había visto aquel día, justo cuando había recibido mis notas, me había costado recuperarme en la escuela, pero había valido la pena desvelarme y saltarme algunas comidas para acabar los trabajos finales.

—¿Que haces tú aquí..? —susurré mientras trataba de no dejarme caer

—¿Hah? —soltó

—Este lugar es privado.. tú no deberías estar aquí.. —nuevamente dije, solo quería que me dejara solo

—¡El que no debería estar aquí eres tú mentiroso! —levantó la voz

—¿Mentiroso? —nunca antes había mentido, ¿a qué se refiere?

—Ahh ahora hazte él que no me conoce. Te pregunté ayer si conocías este lugar y me mandaste a la mierda ¡Eres un maldito mentiroso!

—... —ahora lo entendía, creí que no me recordaría, pero no fui el único.

No quería seguir discutiendo, y era mejor irme, ya no tenía nada más que hacer aquí, además, ya no soporto el dolor en mi pecho, necesito desahogarme. Así que no lo pensé dos veces y corrí.

Me he estado atormentando todos los días, quizás este sujeto tenga razón, soy un completo mentiroso, he estado fingiendo estar bien, cuando en realidad quiero morirme, estoy cansado de esta vida y de este mundo. Nadie me dijo que la soledad se sentía así de amarga, si me hubieran advertido... si tan solo alguien me lo hubiera dicho... quizás... no me hubiera encariñado tanto.

—¡Oye! —era nuevamente aquella voz

Reducí mi velocidad, ya que mis piernas no daban para más. No esperaba que me siguiera, es más, ¿porqué lo haría?