|| Ice Love [VKOOK] Libro #1 Terminado || Trilogía 1/3

Prólogo

El hielo.. se convirtió en mi más grande amor..

Desde la primera vez que lo toque supe que me pertenecía, sabía que yo..

— había nacido para esto —.

[24 de diciembre, año 2006]

Navidad, para muchos es un día en el que la familia se reúne para compartir la mesa y festejar aquellas alegrías y bendiciones que el año les ha estado dejando, pero para mí.. es el día más esperado..

Desde que inicia enero hasta que termina diciembre, contando cada día con la esperanza de volver a verlo una vez más. Desde que era más pequeño hasta hoy que finalmente cumplo mis nueve años de edad.

Desde siempre mirando con emoción la pantalla del televisor y pegado al teléfono celular. Viendo las redes sociales y leyendo las noticias que hablaban sobre él.

Escuchando su voz y viéndolo danzar en una pista completamente hecha de hielo, sonriendo mientras recita un poema que nadie más puede entender. Aquel poema que me escribe a mi solamente.

Cada que se mueve de un lado para el otro, creando marcas sin sentido, y cuando finalmente se detiene, dedica una mirada a la cámara y se despide de mi. Al principio creía que lo hacía por instinto pero cuando comencé a entender aquellos versos, me costó mucho trabajo digerir todas esas emociones y aquellas palabras.

Siempre me decía que lo esperaría, que este no sería nuestro último adiós porque él me lo había prometido, y hoy que finalmente es mi cumpleaños, él me dijo que vendría, me dijo que patinaríamos juntos..

—Jungkook.. —me llamó suavemente mi madre —¿Podrías decirme que hora es? —preguntó con una cálida sonrisa, asentí lentamente bajando mi mirada, deteniendo mi vista en aquel reloj de mano que mi padre me había regalado hace tiempo

—Son las cinco.. —solté con cierta desilusión. Él había prometido llegar a las cuatro.. pero ya había pasado una hora

Deje escapar un suspiro y mire detenidamente mi pastel de cumpleaños. Era de chocolate blanco con merengue alrededor, el relleno era de cajeta con nuez, lo cual le daba un sabor sumamente único.

—No te pongas triste cariño, él te prometió que vendría, así que confía en que llegará —me consoló mi madre

Después de escuchar aquellas palabras sonreí, ella tenía razón, él me lo había prometido, me dijo que vendría.

Espere por unos cuantos minutos más hasta que finalmente el timbre de la puerta de entrada sonó. Sentí como todo mi cuerpo se engarrotaba, estaba ansioso y a la vez nervioso, había tantas emociones y sentimientos creciendo dentro de mi. Estaba seguro que esta no iba a ser la última vez —no podía serla —. Estaba tan confiado, ya que él me lo había prometido y una promesa nunca se rompe.