|| Ice Love [VKOOK] Libro #1 Terminado || Trilogía 1/3

Capítulo 04

Necesito volver a esa pista.. el amor que sentí por ella, se volvía cada vez más fuerte con el pasar de los días. Quiero que esta se entere de que yo estoy aquí.. De que aunque ya no esté vivo, siempre patinaré.

«¡Todos los días, a todas horas!»

Una pista completamente hecha de hielo, rodeada de extensas gradas y siendo iluminada por aquellas resplandecientes luces. Todo en este lugar era perfecto. Antes de llegar aquí, yo me dirigía hacía la escuela secundaria. Era tan solo un niño de catorce años. Los parciales habían terminado y las fechas de preinscripción estaban casi a la vuelta de la esquina. Mi rumbo estaba escrito, pero.. un delicado ruido llamó mi atención por completo. Frente a mi había un edificio extraño, su techo tenía forma circular y había barandales cubriendo por completo la zona. Desde afuera podía escuchar unos choques, como si algo cayese con fuerza y volviera a seguir sin importar el duro golpe.

La curiosidad me hizo entrar sigilosamente, camine hacía el fondo de un pasillo, logrando escuchar claramente unas voces, las cuales venían seguidas de unas cuantas risas.

—¡Estira las piernas James! —gritó una voz

Me detuve justo enfrente de una ventana de cristal y abrí mis ojos con asombro al ver lo que había del otro lado de esta.

Un hombre —de al menos unos veintitantos —se deslizaba sobre una pista de hielo mientras seguía las órdenes de un señor ya mayor, el cual también platicaba con otro hombre que yacía a un lado de él.

—¿Y tú, como lo ves Leandro? —le preguntó

—Pues lo hace muy bien —sonrió —. Aunque, es una verdadera lástima que tenga que retirarse

—Él así lo decidió —suspiró —, me prometió que dejaría el hielo amándolo, como la primera vez que lo toco

—Dejar y amar.. —rió —Esas dos palabras no combinan

—Tienes razón Leandro, pero sé que aún que él se aparte del hielo.. jamás va a despegarse de aquellos patines

—Cuando yo dejé el hielo.. me sentí completamente herido.. —bajo la mirada —Me habían cortado las alas

—Fue una fractura muy grave.. —suspiró hondo —Cuando yo lo dejé, me prometí enseñarle mi arte a mi hijo y ahora míralo —sonrió mientras miraba al hombre en la pista —, él también se quiere rendir

—No debería de rendirse.. —susurré, di la vuelta decaído y salí. Escuchar la plática de esos dos hombres me hizo sentir extraño.

Mi madre siempre me dijo, que si vas a hacer algo, es por que amas hacerlo. Esos dos hombres patinaron, pero se dejaron caer, dejaron de amar el arte que hacían.

Hace mucho tiempo en Merton estaba prohibido patinar, ya que muchos aseguraban que este arte era solo para mujeres. Y desde hace nueve años, esa ley se quitó. Apareció el primer patinador aquí y ganó una competencia llamada Grand Prix.