Alfa con las manos llenas.

Cap 20 😲😲😲

El teléfono estaba sonando.

Chanyeol se revolvió y con su mente engatusada por el sueño todavía, intentó alejar el insistente sonido. Silencio. El alfa resopló y se dejó llevar nuevamente. El timbre volvió a hacer eco en la habitación. Esta vez abrió un ojo. La claridad lo cegó. ¡Mierda! Era entrado el día. Chanyeol no tenía idea cuándo fue la última vez que estuvo en cama con el sol fuera. Claro que la tarde-noche del pasado día había sido una de las más estresantes para el alfa en mucho tiempo. Su omega rebelde desafiando a un alfa públicamente, una pelea en casa, sus parejas llorando, él durmiendo en el suelo, sexo de reconciliación a media madrugada... Chanyeol hizo un rápido chequeo de sus necesidades básicas: BaekHyun abrazado al lado derecho de su cuerpo y Luhan regado sobre su lado izquierdo, ok, todo estaba bien en este mundo.

El timbre del teléfono le pareció esta vez demasiado inquietante. Que su pequeño mundo estuviera bien no significaba que el mundo allá fuera también y en ese mundo exterior vivía su gran familia, una de la que era responsable en igual medida. Un nuevo telefonazo y todo el cuerpo de Chanyeol vibró en alerta. Algo estaba pasando. No era JongDae, de eso estaba seguro, su amigo jamás usaba el celular con él, prefería venir a casa y tocarles las narices hasta que lo expulsaba a patadas. Con tristeza se deshizo suavemente de sus preciosos omegas y fue a por el ruidoso aparato en el bolsillo trasero de sus pantalones.

Siwon.

Chanyeol arrugó la frente. Si, decididamente algo andaba mal.

-Park, habla.- le dijo con la voz aún gruesa del despertar.

-Hey, Big Boss, te necesito aquí ya. - había tensión en su voz - Hay gente rara en el pueblo y son cambiaformas. No reconozco su olor de por estos alrededores... Esto me da mala espina, Alfa, hay algunos dentro del grupo que huelen a podrido y eso es, por mucho, la cosa más jodidamente rara que he visto en mi vida... Se están moviendo al área de acampadas cerca del río, la siguiente parada parece ser la manada...

-Ya estoy bajando. No los pierdas de vista ni un momento.

Chanyeol cerró los ojos y respiró profundamente, concentró su pensamiento, su energía y su impronta, hizo vibrar su pecho y envió la señal empujándola fuera de sí. Entonces, corrió al baño, se echó agua en la cara, se vistió y salió de la vivienda en una rápida sucesión de acciones que le tomó unos quince minutos. Cuando llegó a su pick up, un enorme lobo negro salía de la vegetación al costado de su casa. Puso sobre el capó de la camioneta una muda de ropa.

-Cambia. - le dijo a su Beta - Si nos vamos en forma de lobo preocuparemos a nuestra gente.

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"Fueron muy difíciles los siguientes dos años de mi vida bajo el techo de Hae-Jin. Se resumiría en un constante intento de escapar y en un fracaso tras otro. Era una lucha de fuerza y resistencia, un reto de poder; era mi deseo de no permanecer allí estrellándose contra el deseo de ese hombre de retenerme a su lado; era tenacidad contra violencia.

La segunda vez que corrí de aquel lugar, no llegué muy lejos, fui enviado, de vuelta a mi habitación y amarrado por un pie con una cadena a una clava de hierro en la pared. En la siguiente ocasión recibí una paliza para que se enfriara mi sangre caliente en lo que tenía que lidiar con el dolor. En otra oportunidad fui encerrado en un almacén y no se me brindó comida por una semana entera; se suponía que debía aprender a valorar las "comodidades" que se me daban en las habitaciones superiores. Hae-Jin apostaba al cansancio, al dolor, al hambre, estaba convencido que en algún momento tenía que ceder. Lo único que consiguió fue convertirme en este hombre testarudo y cabezota, en este omega rebelde.