Cap 24 🤼🤼

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Baek era halado por el brazo violentamente. Como si quisiera demostrarle toda la furia que se acumuló en su interior durante los años en que lo buscó, Hae-Jin enterraba los dedos fríos en su tierna carne sin piedad. A tropezones y descalabros el omega intentaba mantener su paso, no tenía dudas de que si caía, iba a ser arrastrado por el suelo sin tener un segundo para recuperarse y mantenerse en pie.

Baek no dijo una palabra, no hizo fuerza contra su captor, no luchó en lo más mínimo. Contra todo pronóstico... estaba en paz.

Una sensación por primera vez experimentada se le agolpaba en la garganta y él tragaba su propia saliva intentando hacerla desaparecer ... pero persistía. "Chanyeol va a venir por mi". ¿De dónde salía esa convicción? No tenía una respuesta precisa. Solo los ojos de su alfa viéndolo con pasión, lujuria y amor. Eso era todo.

¿Podía equivocarse? Oh, si, podía, claro que podía. El miedo y la inseguridad hubieran hecho de él una presa fácil unos meses atrás, hoy no. Había corrido por mucho tiempo, ahora, que corriera Chanyeol. Y si, por desgracia, su alfa se rendía ante la primera adversidad, entonces ya no valía la pena continuar. Estaba cansado.

¿Y su Luhan? Su corazón dolió como si mil dentelladas le fueran dadas. Estaba en un punto de no retorno. Si no podía confiar en su alfa tenía dos caminos: sobrevivir a los abusos de Hae-Jin y escapar nuevamente para regresar por Luhan y huir o... morir.

Un potente aullido estremeció el bosque desde las raíces hasta las copas de los ancianos árboles.

A BaekHyun se le llenaron los ojos de ardientes lágrimas.

-¡Carguen sus armas!- ordenó Hae-Jin a las tres personas que lo seguían - ¡Llegar a la guarida en la manada Jackson es la meta de todos pero la seguridad es personal!

Apretó con más fuerza el brazo de BaekHyun. Hermosos hematomas iba a lucir en los siguientes días. Sin embargo, él estaba feliz. ¡Oh, sí, era un maldito desquiciado! Esta aventura podía terminar muy mal, el futuro ahora mismo seguía siendo incierto y olía a muerte, pero él era feliz. No estaba solo y abandonado en el camino, Chanyeol venía por él, ahora tenía un alfa, su ALFA, y una manada. Finalmente lo entendió.

Otro aullido, letal y salvaje, sonó tremendamente cerca del grupo que se movía entre la selva. Era una persecución, una cacería. Hae-jin apretó más el brazo de Baekhyun, estaba claro que no lo dejaría ir fácilmente . Pero el omega no se iba a desesperar, ponerse ahora en una posición donde exacerbara la ira de este alfa loco podía acarrear peores consecuencias.

La carrera apresurada se volvió caótica . Todo tipo de vegetación azotaba su cara, brazos y piernas. Él nunca había sido un chico de la naturaleza ni de joven pero trataba de buscar el punto positivo a todo aquello: su olor se quedaba estampado por todo el lugar y eso facilitaría la búsqueda de Chanyeol.

Un tercer rugido sonó justo detrás de sus cabezas. Maldiciones dichas con la boca apretada delataban preocupación. El aura alrededor de los cuatro alfas del grupo secuestrador comenzó a ponerse densa. Aunque ya corrían por tierras de la manada Jackson, iban bordeando las áreas habitadas porque no tenía el permiso del Alfa propietario.

Un madero del grueso de un brazo salió disparado de entre los árboles a la derecha directo a los pies del alfa que iba último, trastabilló tratando de mantener el equilibrio pero cayó. El que corría junto a él le tendió una mano. Una gruesa piedra se estrelló en su frente haciéndolo caer, semi inconsciente, de culo en el suelo. La oscuridad los rodeó. Un gruñido bajo se dejaba escuchar, moviéndose alrededor, cercándolos... Con ojos desaforados intentaban descubrir por donde se había ido el resto de la comitiva y si tenían oportunidad de seguirlos.

Alfa con las manos llenas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora