Cap 7 💭

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JongDae recibió a Minseok en el portal con un enorme abrazo de oso dejándole besos por toda la cara. Su pareja le dio un manotazo y, haciéndole señas con la cabeza, le recordó que el Doc y su hermano más pequeño aún estaban en el portal despidiéndose para marcharse.

-¿Dónde dejaste a tus hermanos, amor?- le preguntó.
-Están en el portal de la segunda cabaña conversando con Chanyeol.

-Oh. Entonces, tenemos tiempo.- Minseok lo miró curioso - Verás, es que tengo un problema enorme y complicado justo dentro de mis pantalones.

Y sin previo aviso, JongDae lo levantó en el aire para entrar a la casa, mientras sacudía la mano en despedida a los otros dos.

Chanyeol sintió curiosidad por los chicos por su causa. JongDae lo sabía bien...

Cuando volvieron al hotel, el silencio entre el club Deseo y su habitación fue incómodo y él se estaba debatiendo entre hablar con su amigo o no. Le había dicho que no le pidiera explicaciones y, aunque veía cientos de preguntas y dudas en la cabeza del otro, Chanyeol callaba. Una vez en la privacidad de la habitación y cerrada la puerta, JongDae sacó las dos pequeñas sillas de la minúscula mesa de la esquina, las puso una frente a la otra y lo invitó a sentarse. Suspiró y se dispuso a responder con toda sinceridad, justo como los amigos hacen.

-Dispara. -le dijo.

Chanyeol se confundió por un minuto y luego captó la intención. Entonces, parecía más enredado todavía, como el que no sabe por dónde empezar. Unos minutos después le preguntó finalmente:

-¿Desde cuándo?-

-Hace aproximadamente dos años. Estaba merodeando el área de acampada junto al río, ni recuerdo por qué estaba allí, no me tocaba patrullar ni nada como eso. Pero bueno, esa noche vi a dos chicos follar medio escondidos en la maleza, apoyados contra un árbol. Supongo que tuve mucha curiosidad. Justo como tú hoy. En ese momento solo me quedé mirando y aunque nunca más se repitió mi etapa de "vouyerista", la imagen no se fue de mi cabeza en muchas noches. No me mires con esa cara, Park Chanyeol, te juro que nunca me toqué. Un día hubo una posibilidad y decidí probar... si, así, fácil, decidí probar. Después, hubo un tiempo en que iba y venía entre chicos y chicas pero para serte sincero, las chicas han ido disminuyendo entre el número de mis amantes en los últimos meses.

La noche siguiente el club explotaba de animación. El sábado siempre era el mejor día del fin de semana para divertirse y dar riendas sueltas al líbido. Chanyeol y JongDae se metieron entre la masa danzante y se restregaron con todos dejándose llevar y divirtiéndose. Escogieron un lindo chico de piel canela que movía el cuerpo sensual cerca de ellos y que ya había lanzado varias miradas significativas al gigante alfa. Fueron por bebidas y un cuarto.

El desconocido comenzó a quitarse la ropa en cuanto la puerta se cerró detrás de él: sabía a lo que venía. Su polla saltó libre en cuanto tuvo oportunidad, estaba muy excitado.

-¿Los dos? - preguntó travieso con una pose juguetona, sin embargo, no quitaba los ojos de Chanyeol.

-No.- dijo JongDae rotundo - Solo él.

-¡Ah! Entonces, ¿tú mirarás? - el muchacho no parecía tener ningún problema al respecto.

JongDae no respondió esta vez. Le dio una media sonrisa y le indicó que se subiera la cama con la cabeza. Obedeció rápidamente y, arrodillándose, se puso en cuatro ofreciendo el culo. Chanyeol fue empujado al borde de la cama también, colocándose justo detrás. Un misterioso y oportuno tubo de lubricante apareció de repente en su mano. El Alfa aprendió a preparar a un chico. Un dedo, dos, y luego tres, todo muy resbaladizo, hecho sin prisas, distendiendo los músculos sin que fuera una agresión. Ahora entendía como un chico podía tragar la polla de otro.

Alfa con las manos llenas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora