CAPÍTULO 3: "Boda".

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Pov. Narradora:
Pasó el resto de la tarde y el viernes, era sábado por la mañana y todos se encontraban en sus casas arreglándose.
Bakugou odiaba asistir a ese tipo de eventos, pero no tuvo voluntad para negarse en cuanto Kirishima dijo que Amara también iría.
Por ella era capaz de todo.
Decidió ponerse un traje color negro, sin corbata y con los primeros dos botones de la camisa desabrochados, lo que le daba un choque sensual y rebelde.
Salió de su apartamento y se dirigió a la casa de Kirishima en auto, creyó que era ocasión para conducir.

Mientras tanto, en otra parte de la ciudad...
—Masao, será con compañeros de la secundaria y preparatoria, no tienes de qué "preocuparte".
—Dije que no. ¿Qué o quién no me dice que irá algún ex novio tuyo?
—Ni en secundaria ni en preparatoria tuve novio, tú eres el primero.
—Aún así, no vas.
—Claro que iré, no necesito tu permiso para hacer lo que quiera.
—Necesitas mi permiso porque estás conmigo, ¿entendiste?— Se acercó a ella algo amenazador. Aunque claro, todos sabemos que Bakugou da más miedo.
—¡Iré aunque tú no quieras! Es para compañeros, no me pasará nada.
—...
—Adiós.— Dijo firme y cerró la puerta, un poco enojada.
Tomó un taxi y en media hora aproximadamente, llegó.
El lugar era al aire libre, con árboles de cerezo decorados con pequeñas luces enredadas en las ramas y algunas mesas en forma circular de color blanco con entre tres y cuatro sillas al rededor, a lo lejos se podía divisar un pequeño kiosco de madera, que se podía considerar como un lugar privado, pues se encontraba algo lejos después de un sendero de robles que otorgaban su sombra.
Todos estaban ahí, junto a sus parejas y hablando entre sí. Por fin pudo respirar tranquilamente y bajó del vehículo, se acercó a Momo cuando la vio junto a las demás, Jirou se encontraba sentada en una de las sillas de al rededor y llevaba puesto un vestido color lila, con zapatos de piso y una pequeña peineta en el cabello, levantando uno de sus mechones y dejando ver su oreja derecha.
Vio a lo lejos a Uraraka, con Izuku a su lado y junto estaban Kirishima, Sero y Kaminari hablando y riendo, habían sido aproximadamente cinco o seis años sin verlos ni hablar con ellos. Fue donde Yaoyorozu y la felicitó, habló con ella durante unos minutos y luego se fue a ver al "bakusquad", pues en sus años de secundaria, eran prácticamente mejores amigos.
Quedó estática al ver a Bakugou, quien estaba sentado junto a sus antiguos compañeros pero no hablaba con ninguno.
El de ojos rojos la vio de reojo y no pudo apartar la vista, se veía hermosa. Llevaba un vestido azul cielo hasta las rodillas y de tirantes, con detalles en verde aqua en la cintura a modo de algo parecido a un cinturón, con zapatillas no tan altas y el cabello recogido en cebolla, con una trenza al rededor y dos mechones salidos a cada lado de sus orejas.
El rubio retiró su mirada de ella e intentó distraerse con Kirishima, pero no contaba con que ella "daría el primer paso"...
—Hola Bakugou.— Dijo con una sonrisa amigable.
—Nagashi.
—Llámame Amara, nos conocemos desde hace mucho ¿no?
—Te, ves hermosa.— Estaba ligeramente sonrojado, e intentó cubrirlo volteando hacia otro lado.
—Tú igual te ves bien. ¿Quieres hablar un rato?
—Tks. Como sea.— Hacía su mayor esfuerzo por disimular el hecho de que los nervios lo carcomían por dentro.
—¡Bakugou!— Kaminari, alzando la mano en señal de saludo.
—¡¿QUÉ DEMONIOS QUIERES, IDIOTA?!
—Veo que no has cambiado.— Mencionó al ver su reacción y su tono.
—Y tú sigues siendo la misma ingenua de siempre.
Se formó un silencio entre ambos, un tanto incómodo para Bakugou, pero más tranquilo por parte de Amara.
—¿Quieres ir a un lugar más privado?— Preguntó ella.
—¿Como cuál?
—Hmm...— Pensaba mientras mordía su labio inferior sin fuerza.—¿Ahí?
Bakugou se había quedado mirándola, con una pequeña sonrisa estúpida en la cara, pero reaccionó y frunció el ceño. Por suerte para él, Amara no lo notó.
—Ajá.
Los dos comenzaron a caminar hacia el kiosco, Amara miraba a su al rededor admirando las verdes hojas de los árboles y los pequeños destellos que se colaban por sus ramas, Bakugou sólo miraba hacia adelante en la misma posición de siempre: Manos en los bolsillos, ceño fruncido, cabeza ligeramente baja y a paso tranquilo. Cualquiera diría que estaba ahí por obligación, y a pesar de que se mostraba serio y "fastidiado", por dentro se encontraba realmente aterrado y hasta nervioso, pues hacía mucho que no estaban a solas desde la preparatoria. Para olvidar un poco sus nervios, se decidió por observar de reojo a su acompañante, no pudo dejar de mirar.
Ella mantenía la mirada hacia los árboles que tenía a su derecha. Los diminutos rayos que el sol emanaba y que lograban atravesar las grandes hojas y entre las gruesas ramas, impactaban en su blanquecina piel.
Él sabía que ella adoraba la naturaleza y a los animales, en especial a los gatos.
Prosiguieron su camino hasta llegar al kiosco. Una vez ahí, Amara tomó la palabra...
—¿Cómo te ha ido?— Preguntó acomodándose la falda de su vestido, ya sentados.
—No ha pasado nada interesante.
—¿Qué hiciste, luego de graduarte de la U. A.?
—Lo mismo que tú. Buscar trabajo.
—¿De qué-...?— Fue interrumpida por una llamada, la cual respondió al instante.— T-Tranquilo, sigo en la fiesta de YaoMomo. No te enojes, por favor... Te dije que iría... ¡No puedo irme ahora así nada más! Quiero quedarme un rato, hace mucho que no los ve-... ¡Pero...!
Mientras ella atendía a su novio, Bakugou escuchaba mirando hacia otro lado, con los codos sobre las rodillas y la espalda escorbada. Se notaba molesto, ¿cómo no iba a estarlo escuchando el tono que Amara usaba para responder? Era una voz que reflejaba temor e inferioridad.
—Gracias por permitirme un rato más.— ¿"Permitir"? Que fuera su pareja no significaba que tuviera poder sobre ella ni mucho menos que debiera pedirle permiso para hacer lo que quisiera.
—¿Siempre lo dejas hablarte así?— El rubio por más que quería, no encontraba manera de disimular su enojo. Estaba enojado, indignado, se sentía impotente.
—N-No es asunto tuyo.— Desvío la mirada, era más que obvio que el tono que Masao usaba con ella no era el correcto.
—Sí es mi asunto. Porque me importas.— Las palabras salieron solas de su boca, siquiera había pensado en pronunciar esa oración.
—¿Te importo?, ¿al "gran" Bakugou Katsuki le importa una extra?— Intentaba olvidar su pequeño mal momento.
—No me cambies el tema.— Dijo firme y con semblante serio.
—C-Creo que debo irme.
—¿No te había "permitido" Quedarte más tiempo?
—S-Sí, pero quiero irme ya. No quiero molestarlo.
—Amara.— Se levantó tan rápido como pudo cuando la vio empezar a caminar y la tomó de la muñeca con firmeza aunque sin fuerza. Ella lo vio a los ojos y permanecieron así, hasta que él habló.— No puedes permitir que te hable de esa manera.
—...
—Te haré una pregunta y quiero que me respondas. Ahora.
—Dime.— Presentía cuál era la pregunta, esa misma que evadía siempre y no respondía.
—¿Te ha golpeado?
—N-No.— No era capaz de mirarlo a los ojos, no podía. Debido a esto, Bakugou dedujo que era cierto, entonces no sólo le gritaba y controlaba, sino que también la golpeaba.
—¿Por qué se lo permites? ¿Te tiene amenazada?, ¿desde cuándo pasa esto? Amara, ¡respóndeme!
—¡Tú no sabes nada! ¡Déjame!— Se safó de su agarre y huyó corriendo, con lágrimas que luchaba por contener. Pues nadie sabía por lo que había tenido que pasar luego de haber salido de preparatoria.
—¡AMARA!

Jamás dejaré de amarte. [Bakugou x OC].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora