CAPÍTULO 11: "Pasión"

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Pov. Narradora:
Cuatro meses. Eran los que la pareja tenía de relación, y en esos cuatro meses casi todo había sido color de rosa, exceptuando el que Katsuki se haya puesto celoso de uno de los compañeros de trabajo de Amara, quien se había integrado a una pastelería como decoradora.
El día que sus celos habían surgido, tuvieron una pelea, en la que Amara ganó.
Hoy, ambos estaban en su habitación, aunque cada quien haciendo cosas diferentes. Amara leía un libro mientras que Bakugou ordenaba su ropa.
Eran aproximadamente las nueve de la noche y viernes, por lo que al otro día podrían descansar y estar todo el día juntos.
Una vez que Katsuki terminó de acomodar su ropa, se acostó sobre la cama y puso su cabeza en el regazo de Amara, abrazándola por la cintura, la chica reaccionó al instante y acarició su cabello, haciendo que el rubio soltara un pequeño gruñido.
De un momento a otro, Katsuki tomó lugar arriba de Amara, con ambas manos a los lados de la cabeza de su pareja y quedando cara a cara. Acto seguido, la besó con algo de brusquedad, pero esto no fue importante para la castaña, que correspondió sin pensarlo.
Las manos del chico recorrían su cintura y cadera, subiendo hasta llegar a sus pechos y quitándole la blusa.
Él le separó un segundo y se quitó la camisa, Amara recorrió con los ojos el cuerpo de su novio. Tenía un cuerpo increíble, estaba impresionantemente marcado.
Bakugou se dio cuenta de cómo lo miraba y se acercó a proseguir besando su cuello, Amara hizo la cabeza hacia atrás y dio un pequeño jalón a su cabello como muestra de excitación, mientras que se mordía su labio inferior.
Ambos estaban llenos de deseo y de lujuria.
Katsuki se levantó de la cama e hizo que la castaña repitiera su acción. Una vez ambos incados, Bakugou retiró el short que Amara llevaba puesto y él se quitó el pantalón, quedando ambos en ropa interior... Ni un minuto pasó cuando el rubio le desabrochó el sujetador, admirando sus pechos, que comenzó a besar y chupar el derecho mientras masajeaba el izquierdo, provocando que la chica arqueara la espalda y cubriendo con su boca los gemidos que tanto luchaba por contener, mordiendo su labio inferior. Aunque le era prácticamente imposible, pues era una sensación increíblemente placentera y que nunca antes había experimentado, a pesar de ya no ser vírgen...
El de ojos rojos dejó de un camino de besos hasta llegar a su ombligo, lugar donde le quitó las bragas de un jalón que intentó hacer despacio para no parecer muy rudo, por lo que la de ojos azules cerró las piernas.
Él las separó con cuidado y se colocó en su entrada.
—¿Lista?
—Ajá.
Sin más que esperar, comenzó a introducir su miembro en ella y la más baja se aferraba a su espalda, ocultando su rostro en su cuello.
Él empezó con movimientos lentos y que a Amara la hacían desear un poco más. Ella gemía en su oído, lo que ayudaba a elevar más su excitación, y que a su vez, acelerara el ritmo de sus embestidas.
—Kat-suki~ ahh~
Al decir su nombre de ese modo, hizo que Bakugou dejara un poco de lado su "modo tierno" e iniciara con estocadas más fuertes y profundas... Hasta que no pudo contenerse más y se corrió dentro de ella. Son adultos, ¿habría algún problema si queda embarazada? Eso fue lo mismo que ambos pensaron, y no le dieron tanta importancia a esa opción, pues un bebé sería el significado de su amor.
Ambos habían obtenido su orgasmo al correrse, así que terminaron por caer rendidos en la cama que ahora compartían. Ella se acurrucó en su pecho y mientras él, colocó su brazo al rededor de su cintura, quedando abrazados... Durmieron así hasta el día siguiente.
Al otro día, la joven se levantó con lentitud de la cama, sentándose en esta misma para comtemplar a su novio, él prosiguió durmiendo de manera pacífica y relajada... Pero esa paz se acabaría en cuanto Amara se le aventara encima.
—¡¿QUÉ DEMONIOS?!
—¡Buenos días!
—Son las seis de la mañana, idiota. Déjame dormir.— Se volteó y le dio la espalda.
—Vamos, quiero estar contigo un rato.— Se acercó más a él y comenzó a besar y morder su cuello, cosa que hizo que la bestia de Bakugou despertara.
—No me provoques.— Murmuró casi dormido, lo que para la castaña fue un "provócame".
Se subió encima de él y lo siguió besando y acariciando.
—Tú lo pediste.— Se volteó y quedó ahora él arriba, les es esperaba otra ronda en la cama. Luego de haberlo hecho de nuevo, salieron del cuarto, ambos con un poco de sudor. Bakugou comenzó a hacer el desayuno mientras que Amara ordenaba la casa.
Cuando estuvo listo, se sentaron a comer y luego procedieron a sentarse en el sillón, lugar donde permanecieron hasta quedarse dormidos y finalmente, en paz...

𝐀𝐮𝐭𝐨𝐫𝐚: 𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐩𝐚𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐧𝐭í 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐝𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐠ü𝐞𝐧𝐳𝐚 𝐚𝐥 𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐛𝐢𝐫 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞, 𝐲𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐥 𝐢𝐧𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐞𝐧 𝐜𝐥𝐚𝐬𝐞 𝐲 𝐦𝐞 𝐞𝐫𝐚 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐢𝐧𝐜ó𝐦𝐨𝐝𝐨 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐞𝐬𝐞 𝐭𝐢𝐩𝐨 𝐝𝐞 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐧 𝐦𝐢𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐚ñ𝐞𝐫𝐨𝐬 𝐲 𝐦𝐢 𝐦𝐭𝐫𝐚., 𝐩𝐨𝐫 𝐚𝐬í 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐫𝐥𝐨, "𝐞𝐧 𝐟𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞".

Jamás dejaré de amarte. [Bakugou x OC].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora