CAPÍTULO 8: "Pelea".

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Pov. Bakugou:
Iba caminando a mi casa, el pelo de incendio ya se había desviado para ir a la suya. Seguí caminando hasta que llegué afuera de mi apartamento, pero, había algo raro... Ví un auto afuera, negro y parecía deportivo, subí las escaleras hasta que llegué a mi puerta, pero antes de llegar, escuché gritos, seguí la dirección del sonido y ví la puerta de mi casa entreabierta, ¿quién carajo había entrado?
No perdí más el tiempo y entré.

Pov. Narradora:
Ahí estaba, el de ojos rojos parado en la puerta hasta que la vio, Amara llorando mientras forcejeaba para quitarse a Masao de encima, quien se encontraba arriba de ella.
—¡Suéltala estúpido!— No esperó más y se lanzó hacia él, donde lo "abrazó" Por el abdomen a modo de candado y se lo quitó de encima.
—Así que tan rápido me cambiaste.
—¡Maldito hijo de perra!— Con el puño derecho, le dio un golpe la cara, que lo hizo estamparse contra la pared.
—¡Katsuki!— Amara lloraba. Desesperada, nerviosa y aliviada a la vez, ya que esta vez no había podido hacerle daño. Se levantó del sofá y fue a intentar separarlos... Su intento fue en vano, ambos peleaban a muerte y ninguno se detendría hasta que alguno de los dos se desmayara, por lo que Amara optó por salir corriendo por ayuda.
Corrió por las calles llamando la atención de varias personas, no le importó en lo absoluto, hasta que por suerte logró ver a Mina y a Ochako saliendo de una tienda, y atrás de ellas estaban Momo y Jirou hablando entre ellas.
La peli morada la divisó a unos cuantos metros y gritó.
—¡Amara-chan!
—Chicas. Por favor. Ayúdenme.
—¿Q-Qué pasa?— Yaoyorozu se acercó a la castaña con preocupación, se notaba agitada.
—Masao. Volvió. Bakugou. Y. Él. Están. Peleando. En. Su casa.
—¿Dónde queda?— Preguntó Mina con seriedad, mientras sacaba su teléfono del bolsillo de su pantalón.
—A cuatro cuadras, vine lo más rápido que pude, temo porque se maten.
—Le hablaré a Shoto, ¡Mina! Contacta a los demás, necesitaremos toda la ayuda posible.
—Claro.
Luego unos minutos, el heterocromático llegó junto con Kirishima y Kaminari, a su lado Sero y Ojiro con Hagakure.
—¡Chicos! Mina me dijo que necesitaban nuestra ayuda, ¿qué sucede?
—¡Rápido, no hay tiempo de explicar! Necesito que separen a Bakugou de Masao.— Y sin decir otra cosa, se fue corriendo en dirección al apartamento del rubio, seguida de Momo y Todoroki, los demás también iban.
Llegaron a la puerta y el pelirrojo abrió con rapidez, lo que permitió que vieran a ambos peleando a muerte... Masao con la ropa sucia y debajo del ojo derecho tenía morado, con la manga izquierda rasgada, mientras que Bakugou únicamente tenía el labio inferior roto.
—¡Deténganse!
Hicieron caso omiso y continuaron con su batalla, ambos estaban cegados por la furia y el deseo de venganza; por lo que a los demás no les dejaron más opción que separarlos por la fuerza. Entre Kirishima, Kaminari y Todoroki, quitaron a Bakugou de encima de Masao y los demás lo levantaron a él y lo detuvieron haciéndole un candado y sujetando sus brazos, a Bakugou lo detuvo Kirishima "abrazándolo" por el abdomen y Kaminari sosteniendo su brazo izquierdo, Todoroki por el derecho...
Las chicas admiraban la escena, algunas sorprendidas y otras en shock, Amara por el contrario, lloraba y sollozaba desconsoladamente.
Jirou llamó a la policía para que fuera por Masao, tal vez Bakugou iría a la delegación por unas horas, pero nada más. El abusador aquí era Sumei Masao.
Pasaron diez minutos después, llegó la policía y entró al lugar. Tomaron a ambos sin importarles quién había iniciado y comenzaron a interrogar, a lo que Amara respondió que Bakugou la había defendido y ahí había comenzando la pelea. Sin embargo, no confesó sus maltratos...
Una hora después, la policía abandonó el lugar y se llevó a Masao a la delegación, donde tendrían que pagar una suma considerable de dinero para poderlo sacar de ahí.
Los chicos se fueron pasados unos minutos del suceso y sólo quedaron Amara y Bakugou dentro de la casa.
—¿Por qué no dijiste todo lo que te hizo?— Preguntó Katsuki enojado. Ya que no sólo lo quería en la delegación, sino que después de eso en la cárcel.
—N-No... No lo sé...
—¡Joder Amara! ¿Tanto puto miedo le tienes?
—¡No es miedo!
—¡CLARO QUE LO ES! Si no le temieras, lo denunciarías.
—¡Es que no puedo hacerlo!
—¡¿Por qué no?!
—¡Porque por su padre tiene mucho poder y si lo denuncio estaría menos de dos horas en la cárcel!
—¿Es por eso?— Su tono era de fastidio y en cierta forma de hartazgo.
—Sí.— Era cierto, pues lo estaba viendo a los ojos.
—No pierdes nada con intentarlo.
—... Lo haré.
Ambos salieron para irse a la estación de policía más cercana...

Jamás dejaré de amarte. [Bakugou x OC].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora