Cap. 11 - Sábado. (T2)

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Izuku estaba en la oficina de Nezu platicando con Aizawa y All Might sobre lo que sucedería mañana, ambos adultos discutían mientras Mei y él los observaban en silencio junto al director. Era un tema delicado y estresante para todos, pero era necesario hablarlo.

Al terminar con la charla se despidió de ellos y salió de la oficina rodiado de una aura deprimente, caminó por los pasillos de UA lentamente sintiéndose levemente nervioso.

Deku y Katsuki lo esperaban en la salida del instituto, al verlos los saludo con una pequeña sonrisa dejando atras aquella aura de desánimo.

—Vamos. —dijo Katsuki y los dos peliverdes lo siguieron.

Al llegar Izuku tomó una bocanada de aire antes de tocar la puerta de aquella casa, espero un momento y esta fue abierta.

—Izuku... —dijo la mujer mirándolo con sorpresa.

—Hola mamá... —su voz se quebró en medio de la oración y no pudo aguantar más, corrió hacia los cálidos brazos de aquella maravillosa mujer que le dio la vida y volvió a sentirse como ese niño de cinco años con sonrisa ancha y ojos brillantes que rebosaban de inocencia y curiosidad.

—Estas tan grande y guapo. —dijo la peliverde con una gran sonrisa mientras le acariciaba el cabello a su pequeño -no tan pequeño-.

—No digas eso mamá, harás que me sonroje. —sonrió levemente ruborisado mientras unas cuantas lágrimas se le escapaban de sus ojos.

—Pasa, he preparado katsudon. —informó la señora sin deshacer el abrazo.

—Solo dame un minuto más mamá. —pidió mientras abrazaba a la mujer con un poco más de fuerza, no queria soltarla, fueron tantos años sin la presencia de su madre que no queria dejarla.

La señora Inko se dejo hacer, estaba al tanto de lo que le había pasado a su hijo de otra dimensión y queria que el joven se llevara un lindo recuerdo de todo esto.

Al pasar unos minutos Izuku se separo de Inko-san y fue guiado al comedor por Deku y Katsuki. Los cuatro se sentaron a compartir un delicioso almuerzo acompañado de una amena platica.

Katsuki observaba a la familia Midoriya e internamente agradecía ser parte de este universo -el cual, ante su humilde opinión, era el mejor-.

A la tarde Mitsuki y Masaru llegaron con algunos regalos para Izuku y Deku.

—Oie, vieja. ¿Y yo qué? —interrogó Katsuki a su madre.

—Tú ya estas grande. —respondió la rubia mirando a su retoño con obviedad.

—¡Eso no tiene sentido! ¡Izuku tiene 18! ¡Ya es un vejete! —gruñó el musulmán y su madre le dio un golpe con una de las cajas de regalo dejándolo medio muerto.

—¡Comportate mocoso del demonio! —todos reían al ver la discusión de ambos Bakugō's.

El resto del día transcurso de manera "tranquila", entre juegos de mesa, comida y bromas. Un día en familia de lo más tranquilo, claro, si Katsuki y Mitsuki no hubiesen iniciado con la tercera guerra mundial tras jugar al tutifruti. Es que... ¡¡Dinosaurio si cuenta como animal aun que este extinto!! ¡¡Me escucharon!! ¡¡Si cuenta!!

Luego de que las aguas se calmaran decidieron ver algunas películas. Izuku le hacia señas a Katsuki para que le propusiera de una buena vez a Deku que fueran novios, pero el musulmán se negaba a actuar, mientras Deku los observaba de vez en cuando -solo porque si, no es que estuviera inseguro o preocupado de que pasara algo entre su otro yo y el rubio, ¡claro que no!-.

Al caer la noche las familias se despidieron e Izuku le lanzó una mirada de exasperacion a Katsuki, pero este lo ignoró y se marcho junto a sus padres.

Al llegar al dormitorio que compartirian por esa noche Izuku se dejo caer en el futón pensando en lo bien que la había pasado.

Deku lo observó desde el marco de la puerta mordiendose la lengua para no crear una discusión con su otro yo debido a la insegurid que sentía.

—Anda, solo dime. —pidió el mayor mirándolo fijamente.

—¿Ah?

—Vamos, sé que quieres decirme algo, así escupelo de una buena vez. —dijo sentándose en el futón y mirándolo expectante. No era tonto, había notado a Deku alerta y pendiente de él y de Katsuki durante la velada familiar.

Deku solo desvío la mirada indeciso, pero finalmente lo soltó.

—¿A ti te gusta Kacchan? —preguntó regresando la mirada al mayor.

—Sí. —respondió seriamente y Deku lo miro con duda, temor y enojo entremezclados, pero antes de que le reclamara Izuku prosiguio —Me gusta y lo admiro mucho como también te admiro a ti, ambos son increíbles juntos. Ahora podrías dejar de crear absurdas historias en tu cabecita de brócoli, confía en Katsuki.

Deku se puso rojo de la vergüenza, bien ahora comprendia que había mal interpretado todo.

—Rayos, lo siento. —se disculpó el pecoso y Izuku sonrió.

—No te preocupes. ¿Todo bien?

—Todo bien. —respindió ya más tranquilo y se dirigió a su cama para poder dormir.

Al cabo de unas horas Izuku se levantó del futón por un ruido en la ventana y al acercarse pudo ver a Katsuki en el tejado. El rubio le indico que no hiciera ruido y lo siguiera, Izuku dudo por un segundo, pero luego lo siguió.

Ya ambos sobre el techo de la casa...

—¿Qué haces aquí? —interrogó el ex-villano.

—Tsk, necesito tu ayuda. —gruñó con molestia, odiaba pedir ayuda, pero en verdad la necesitaba.

—¿Y con qué te ayudo?

—¿Cómo... Cómo podría pedirle a Deku que sea mi novio? —dijo el musulmán mirando el cielo nocturno para intentar no sentirse estúpido. ¿Quién le pedía ayuda con algo así a la versión adulta del chico que le gusta?

Izuku intentó contener la risa, pero fue imposible y terminó por estallar en carcajadas.

—¡Callate imbécil! Deku podría escucharnos. —susurró el rubio entrando en pánico al oir la ventana de nuevo abrirse.

—¿¡Qué estan haciendo en el techo?! —gritó Deku al asomar la cabeza por la ventana y ver a ambos ahí arriba.

—Vas a despertar a todo el vecindario si sigues gritando. —dijo Izuku intentando que Deku mantenga la calma y no castre a Katsuki.

—¡Pues respondan! —ordenó el peliverde al subir al techo.

—Creo que Katsuki es quien tiene que. —respondió para luego abandonar a ambos y regresar al interior de la casa.

Deku observó a Katsuki con molestia esperando su respuesta.

"Traidor. "

Pensó el rubio comenzando a sudar por la penetrante mirada del pecoso.

—¿Y bien? —dijo.

—Deku tu quisieras ser... —miro en todas direcciones sintiéndose acorralado y... —¡SHINEE!

—¡KACCHAN! ¡PERO QUÉ RAYOS! —gritó el peliverde luego del BOOM.

Si Deku se noqueo a el mismo él también tenia derecho a hacerlo, ¿o no?

—Ay estos dos... —Izuku negó con la cabeza antes de ir en busca de su madre y llevar a Katsuki al hospital.



¡Ay este Kacchan!

Jajaja, espero que disfrutarán del capitulo de hoy, nos leemos pronto, ¡bye!

Una semana en otra dimensión. [KatsuDeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora