Cap. 12 - Sábado.

7.2K 970 422
                                    

Luego de consentir todo el día de ayer a los celosos de sus "parejas" se dividieron con sus respectivos dobles para ir de visita a la casa de sus padres.

Gogo y Katsuki irían donde los Bakugō y Mikumo e Izuku irían donde la señora Midoriya.



—¡¿Por qué mierda caminas tan lento!? —preguntó con enfado el musulmán a su doble, quien caminaba unos metros detrás de él.

—Digamos que... la relación que tengo con mis padres no es la mejor... —respondió Gogo con desgano, no quería ni ver el vecindario de mierda donde su supuesta familia vivía.

—¿Cómo así? —interrogó con curiosidad Katsuki, la verdad sus padres eran muy buenos con él, le llevaban sus santas mañas y le aguantaba la actitud tan explosiva que se cargaba.

—¿Como así qué? —dijo Gogo intentando que el musulmán no insistiera con esa mierda.

—¿Que como así qué? —dijo Katsuki.

—¿Como qué? ¿Qué como? ¿Así cómo? —preguntó Gogo.

Ambos "gemelos" se miraron con seriedad para luego estallar en carcajadas.

—¡Mierda! ¡Me contagiaste de tu estupidez! ¡Maldito bastardo! —exclamó Katsuki aún sonriendo.

Al llegar Katsuki abrió la puerta de la casa y sus padres no tardaron en aparecer, claro que antes de saludar a su hijo se percataron de la otra persona que lo acompañaba y ambos se quedaron de piedra.

—Mitsuki, tesoro, ¿a caso tuvimos gemelos? —preguntó el señor Masaru y la señora Mitsuki negó con su cabeza.

—No, solo tuvimos a un bastardo. —respondió con seguridad la mujer.

—¡Oie! —gritó con enfado el musulmán.

—¡Este es nuestro hijo! —Mitsuki no tardo en abrazar a su retoño.

—¡Sueltame vieja bruja! —Katsuki luchaba por liberarse del agarre de su progenitora.

—Y se puede saber quién es tu amigo. —interrogó Masaru mientras se unía al abrazo familiar.

Gogo observaba la escena desde el umbral de la puerta sin atreverse a entrar, temía que fuera una ilusión lo que veía y al interferir esta se desvaneciera. Nunca tuvo una buena relación con su familia, sus padres nunca lo trataron con aquella calides con la que los padres de Katsuki lo trataban. Se sintió feliz por ver tal escena, pero triste al pensar que él nunca tendría eso...

Sin darse cuenta empezó a llorar, los tres Bakugō lo notaron de inmediato el estado del chico y Mitsuki no dudo en actuar, su instinto de madre no lo pensó dos veces y abrazó al muchacho.

Gogo se sobresalto, pensó que la mujer le aria daño, pero nada de eso ocurrió. Ella lo envolvió en sus brazos y le acaricio el cabello. Gogo rompió en llanto correspondiendo el abrazo de su madre, hora tenia ese calor maternal que nunca antes habia recibido, al menos por un breve instante disfrutaría del amor de sus padres que en su dimensión no existía.

—No hace falta que me digan quien es este jovencito, yo ya sé que también eres mi hijo. —susurró la mujer con voz dulce.

Masaru tomó a Katsuki y todos los Bakugō se unieron en un abrazo familiar, ofreciendole a su invitado todo el amor y aprecio que tenían para dar en esta dimensión.



Yami e Izuku tocaron la puerta de la residencia Midoriya y la señora Inko no tardo en abrir. La pobresita se quedo con la boca abierta al ver a ambos chicos.

—Hola mamá. —saludó Mikumo con una pequeña sonrisa y tras decir esas dos palabras la señora Inko cayó desmayada al piso.

—¡Mamá! —gritó Izuku al ver a su progenitora en el piso.



Gogo ayudaba a su madre a cocinar el almuerzo mientras Katsuki ayudaba a su padre a poner la mesa. Gogo ya les habia explicado la situación con sus padres en su dimensión y Mitsuki estallo en cólera. No podia creer lo desgraciada que podia llegar a ser con su propio hijo en otra dimensión -se auto odiaba-. El señor Masaru solo abrazó a su otro hijo y le dijo que en esta dimensión ellos siempre lo amarian y lo recordarian así que no tenia porque estar triste.

Luego de disfrutar del almuerzo en familia decidieron hacer una salida familiar a la playa, en donde tomarían muchas fotos para hacer un álbum que luego Gogo se llevara como recuerdo a su dimensión.

Todos se alistaron rápidamente y fue cuando a Katsuki se le ocurrio una idea.



La señora Inko ya estaba mejor, luego de explicarle la situación ella abrazó a Mikumo expresandole lo feliz que estaba por tenerlo aquí.

—¡Aww! Izuku, ¿estas seguro que no podemos conservarlo? —preguntó la peliverde mientras abrazaba a Yami —Es que miralo, ¡es adorable!

—Mamá no, Yami volverá el Lunes a su dimensión. —informó Izuku con un poco de celos al ver a su madre mimar a su clon.

—Sí es que Mai logra que la maquina funcione... —agregó el pelimorado.

En ese momento su celular sonó e Izuku respondió alegre al ver quien era la persona quien lo llamaba.

—¡Hola Kacchan!

—Hola nerd, escucha, mi familia y yo... —fue interrumpido por Gogo.

—Iremos a la playa y todos queremos que... —esta vez Katsuki lo interrumpió.

—Ustedes y la señora Inko nos acompañen.

—Claro, ya mismo le informó a mi mamá y nos vemos dentro de una hora para irnos todos juntos a la playa. —respondió el peliverde con una gran sonrisa.



Al llegar a la playa ambas familias se dedicaron a pasarla bien, claro que las discusiones entre la señora Mitsuki y Katsuki no podian faltar.

Las dos familias se acomodaron sobre la arena y sacaron ciertos elementos que no pueden faltar cuando vas a lugares así, como las toallas, sombrillas, elementos para construir castillos de arena y la hielera con refrescos y comida. 

—¡¿Vamos a nadar?! —preguntó Gogo a Katsuki, Deku y Yami.

—¡El ultimo es un nerd! —declaró Katsuki y salió corriendo rumbo al agua.

Gogo inmediatamente se echo a correr junto con Mikumo e Izuku al reaccionar un poco tarde -por estar viendo el tracero de Kacchan mientras se alejaba corriendo- llego de ultimo.

—Bueno lo de nerd ya lo tienes en la sangre. —comentó Katsuki salpicando al peliverde con agua.

—¡Kacchan! —se quejo el pecoso para luego imitar la acción del rubio.

La tarde la pasaron entre risas, bromas y una que otra discusión.

Mitsuki tomo muchas fotos de ambos rubios y junto a Masaru le compraron un regalo a Gogo. Al igual que la señora Inko a Mikumo.

Según el pelimorado el vive junto a su padre mientras su mamá trabaja en el extranjero y al parecer son muy pocas las veces que a estado junto a su madre.

De regreso a sus hogares se la pasaron cantando en el transcurso del camino, siendo los gemelos Bakugou los mejores que cantaban. Mitsuki no lo pensó dos veces y empezó a grabar, era muy raro ver a su hijo cantar en publico, pero Gogo lo ánimo a que lo hicieran y ¡wow!, si no le va bien con lo de ser héroe, pues en la industria musical no le iria nada mal.

Mikumo y la señora Inko disfrutaban de la interpretación de ambos rubios mientras Izuku anotaba algunas cosas en su celular.

Sin dudas fue un gran día el de hoy.



¡Fin del capitulo 12!

No saben cuanto me costo narrar la situación de Gogo con su familia, mientras escribía lloraba -literal, lloré-.

¡Eso es todo, nos leemos pronto, bye!

Una semana en otra dimensión. [KatsuDeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora