OJOS DE JADE <YoonMin> [Historia concluida]

2. Quiero ver tu rostro

Una persona que habla sin vacilación ante un tirano y pide perdón de una forma despreocupada como si no le importará terminar ahí mismo con su vida.
A las personas dentro del pabellón les pareció tonto y miraban con lástima al hombrecillo postrado asumiendo que le faltaba un tornillo.
Sin embargo a la persona sentada en el lujoso asiento le pareció interesante.
No importa si estaba loco o no , matarlo tan pronto no sería divertido si no ruega y lloriquea por su vida.

Además ¿no era este el misterioso músico sin rostro? Mínimo debería descubrir el secreto bajo esas telas y escuchar al menos una canción. Si era agradable de escuchar talves lo arrojaria a su esposa como regalo y distraerla unos días.

--Toca alguna melodía para mi.

Como si se tratará de algún reflejo , inmediatamente tomó la flauta que colgaba de su cinturon y se puso de pie.

Aún sin levantar la cabeza , empezó a tocar una melodía suave y embriagante, como una canción de cuna que invita a soñar incluso en medio de un campo de guerra .
Una ligera sonrisa se asomó en el rostro del rey pero nadie la notó.

La figura del hombre mostraba un aura distinta cuando tocaba la flauta. Lo que antes parecía un mendigo músico ahora se veía como una divinidad bajada del cielo que no mostraba su rostro a los indignos mortales. Con un porte erguido y el movimiento fluido de sus dedos por el instrumento.

La música llegó a su fin acompañado de suspiros de aquellos que esperaban seguir oyendo.

--Interesante, lo quiero para mi.

Dijo una delicada y firme voz como desde una puerta no muy lejana.

--¡Su Majestad la consorte real ha llegado! --exclamó eufórico el mismo hombre que anunció la acusacion. Esta más que claro su adoración hacia esta reina.

Como si hubieran anunciado la llegada de una poderosa bestia , las personas que estaban de pie imediatamente dieron reverencia.

El hobre de blanco parado en medio del pabellon fue pateado por alguien y volvió a caer de rodillas.

La llamada reina ingresó al pabellón seguida de un séquito de doncellas.

-- Saludos su magestad, disculpe la intromisión pero la curiosidad me dejó intranquila y espero que me consedas esta petición , quisiera tenerlo como mi músico personal.

Los presentes sin saber si reír o llorar miraban al que acaba de salvar su vida y perder su libertad.

Era bien sabido por todos en el palacio que el rey complacia en todo a su esposa, tanto que incluso declaró que no tomaría concubinas cuando se lo pidió.
Sin embargo el carácter de esta extremadamente hermosa mujer era la pesadilla de muchos sirvientes, tan altiva y engreida como. En cuanto se cansa de algo lo desecha sin piedad.

-- No, este es para mi --sentenció el rey con la vista fija en la persona postrada de blanco. Su humor se fue tres metros bajo tierra con la llegada de ese pavo real disfrasado de mujer.

Sin dar oportunidad a que alguien hable, dio una señal al guardia más cercano para que lo traigan.

Sujetado por dos hombres, el músico no mostró oposición y caminó a ciegas siendo guiado por los guardias hasta que se detuvieron .
Sin decir nada el rey llevó su mano a las telas bajo en sombrero de bambú para levantarla mientras el resto miraba con curiosidad aunque sólo podían ver al hombre de espaldas, pero el hombre inmediatamente ladeó la cabeza.

-- Quiero ver tu rostro y no me importa si estas de acuerdo.

-- ¿Qué?

-- Muestrame tu rostro, si eres tan feo como se dice, serás ejecutado.

Dicho esto levantó ligeramentelas telas satisfecho de no encontrar oposición.

Lo que llegó a su vista lo sorprendió un poco. Había pensado que ocultaba su rostro por algún defecto en particular, pero el joven y delicado rostro de esta persona que fácilmente pondría celosa a cualquier belleza lo dejó desconcertado.
El mistrioso músico sin rostro simplemente era muy atractivo, nada impresionante como tener alguna deformidad. Aunque sólo el haya podido verlo.

-- No está mal, nada impactante, aunque no entiendo porqué mantienes los ojos cerrados.

Levanto una ceja viendo el impecable rostro con los ojos cerrados como si  estuvieran firmemente pegados.

-- Su magestad este mendigo no es digno de mirarlo.

-- ¿Crees que soy tonto? Mi imagen es algo que todos en el Reino adoran y anhelan observar y tu lo estas despreciando.

Los demás sólo pudieron pensar en una cosa...¡Muerte! ¡este hombre está pidiendo la muerte!

Miles de artistas llegaban a menudo para pintar un retrato del Rey del Sur. Si alguien se negara a verlo entonces se consideraría como despresio.

El rey siempre fue el mas llamativo entre los de su edad no sólo por su talento sino también por su buen rostro.

-- Abrelos --ordenó--

Con sus dedos tomó el mentón del músico y lo acercó.  En su rostro se podía apreciar una sonrisa maliciosa y victoriosa.
Pero derrepente su expresión de decayó y cambió  a incertidumbre mientras una gota de líquido cristalino escapaba por su rostro.

Su majestad está ... ¡¿llorando?!

No. No está presisamente rompiendo en llanto ni sollozando, sus ojos no están rojos , su mirada se mantiene congelada y su postura firme.
Entonces ¿que es ese líquido que corre por su mejilla?
Es como si ni siquiera el rey la hubiera notado.

Derrepente un movimiento veloz por parte del rey saca a todos de su asombro.

El músico de blanco que antes estaba de espaldas al resto ahora está al lado del rey nuevamente cubierto con esas telas y el sombrero de bambú,  siendo sujetado del hombro.  Un notorio contraste con sus ropas oscuras y bordados dorados.

-- Desde hoy declaró que éste hombre , Park Jimin,  pertenece al palacio y me servirá única y exclusivamente a mí. Cualquiera que tenga algún asunto con él,  deberá pedir mi permiso.

Terminando de hablar, se limpió el rostro y masajeo el puente de su nariz para luego darse la vuelta y marcharse llevándose consigo al llamado Park Jimin escoltado por dos hombres.
Detrás de ellos la reina también se retiró impaciente y ansiosa.

Una vez que los monarcas se fueron, los demás por fin pudieron suspirar de alivio.
Aunque todo lo que pasó fue extaño, al ver que al final la actitud del rey seguía siendo la misma, soberbia y despreocupada,  concluyeron que sólo tomó al músico bajo su ala debido a su innegable talento.
Todos esperaban ver el rostro del famoso músico pero era de esperarse que el rey no lo mostrará deliberadamente.
Lo demás probablemente se debió al cansancio.
Ser un rey a temprana edad no es fácil.