Remontar al pasado

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Hace 10 años, finales de noviembre con el clima frío que Souichi prefería, Tetsuhiro lo miraba como una razón para estar acurrucado en el pecho de su pareja, una oportunidad para ver su nariz un poco roja, verlo todo abrigado, una razón más para abrazarlo y porque no para tener sexo donde el frío sería completamente olvidado cambiado por la respiración agitada, el sudor y los besos.

Hace 10 años cuando el sol era poco, bebían café y hacía chocolate algunas veces, Souichi decía que no le gustaba el dulce pero siempre pedía más.

Tetsuhiro sostenía las manos de su novio entre las suyas aunque le parecía tierno lo sensible que este era al frío quería evitarle cualquier malestar y suspiraba enamorado porque su querido amante dejaba caer su mano suavemente sobre la suya, le acariciaba.

Noviembre, planeaban sus vacaciones y sus días, estaba sumamente emocionado investigando cada lugar al que podrían ir y las muchas cosas que ahí podrían hacer, Souichi tomaba su café solo haciendo pocas aportaciones pero Morinaga sabía que tenía toda su atención, felicidad que se esfumo.



Porque nadie sabía, sin embargo sintió, un extraño sentimiento se apodero de su cuerpo, un escalofrió un temor nunca antes sentido. Cuando lo vio. Espejo que paso a su lado.

Extraña aparición, sensación sobrenatural, situación maldita aquella silueta.



Era el último viaje de trabajo que tenía que hacer, después de eso sería completamente libre para disfrutar de un merecido descanso, Souichi sabía eso así que quedo a cargo de los últimos detalles para que a su regreso todo estuviera listo y no tuviera ya que preocuparse por nada más que descansar, disfrutar y formar muchos valiosos recuerdos.

Se vistió con uno de sus trajes grises, un abrigo negro regalo de su novio de la navidad pasada, se acomodó la corbata de pie en la puerta, dejo lo que llevaba en el suelo y se acercó al mayor que se encontraba leyendo aquel libro de poemas que le había regalado y que se compartían.

Le beso

—Te amo, te llamaré

Souichi respondió al beso como normalmente hacía, dejo de ver el libro para mirarlo, Tetsuhiro le dedico la típica sonrisa enamorada que ya había memorizado, era siempre la misma y siempre diferente.

Esas eran sus despedidas.

Morinaga se preparaba para salir cuando la voz de Souichi lo detuvo

—Espera

— ¿Otro beso?

—Siempre

Una risa se hizo inevitable ante la picardía de su novio pero cuando vio su mano sostenida por esas manos blancas, notó la mirada baja y como esta regreso a sus ojos buscándolo desesperado, esa mirada cambio de repente cuando lo vio; se ilumino de nuevo, pero les dejo un sabor extraño.

— ¿Senpai? ¿Pasa algo?— sostuvo su barbilla mirando sus labios, curioso

—Llévate esto— suavemente le puso el pequeño libro sobre las manos, todavía sin soltarlo

—Es tu turno de leerlo Senpai

—Quiero que te lo lleves

— ¿Ya leíste los que te marque? Me recuerdan especialmente a ti

—Leí todos menos el último marcado

— ¿Quieres que te lo lea?— dijo juguetón, dando un paso adentro como dispuesto a dejar todo para quedarse

—Sí, cuando vuelvas

—Puedo leerlo ahora en cinco minutos

—Quiero escucharlo cuando regreses

DoppelgangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora