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Si, estuvo esperando pero ¿Qué sentido tenía? No había nada que le diera la esperanza de un regreso, no había ni una sombra ni una luz, no había nada que lo motivará a seguir esperando, nada que le asegurará que la espera tan cansada y fatídica valdría la pena, que en algún momento su querido compañero volvería.

No había nada, ni un día hermoso, una flor extraña, una ave volando, algo que pudiera considerarse una señal que le hiciera saber que debía seguir esperando.

No había nada de eso pero él seguía esperando.

Después de saber la verdad era perderlo de nuevo de la nada, si en el fondo sabía que algo iba mal, si en su interior algo se sentía diferente y estaba en pausa su vida por no saber ponerlo en palabras, sí pero estaba engañado y no había razón para notar algo extraño.

Morinaga había vuelto pero de nuevo se fue malo porque se dio cuenta que no había vuelto.

Un espejismo, una alucinación, un sueño, Souichi intentaba pensar que todo era producto de la melancolía, que no había confundido los ojos amados con unos desconocidos, que no había tocado su piel. Se sentía desleal y estaba seguro de que Morinaga habría pensado lo mismo, que no lo habría perdonado.

Ahora imaginaba a Morinaga volviendo y reclamándole por lo sucedido, él no habría tenido forma de explicar, no había nada que justificar, habría aceptado los reclamos mientras rogaba un perdón por aquel error. Claro que eso no paso.

¿Cómo pediría perdón si no estaba ahí? Bueno, la ausencia no lo detuvo, el pensamiento lo atormentaba y rogaba perdón a la nada cada vez que tenía oportunidad, quería esa oportunidad y se sentía atado sin poder alcanzarla.

Estaba perdido, un poco más que antes tal engaño lo había tirado hasta el fondo, se sentía caer sin nada que pudiera sostener, estaba sosteniendo toda su vida a una pequeña esperanza, un hilo de luz de esperanza era todo lo que tenía para soportar la espera, y eso era todo lo que lo sostenía con vida.

Dejo la escuela de nuevo, pronto todos se enteraron del engaño de aquel farsante tenían ganas de buscarlo y confrontarlo pero él no tenía ningún lugar a donde ser buscado y además había dejado el trabajo, Souichi no lo menciono después, no lanzó maldición alguna en su contra, no dijo lo herido que estaba por su acción y lo mucho que ahora lo despreciaba, no dijo nada respecto a él porque se sentía profundamente avergonzado de haber sido engañado y no quería escuchar más al respecto.

La primera noche Kanako y Hiroyuki se quedaron a su lado, ese día él durmió mucho y despertó muy tarde al día siguiente, fue al baño y volvió a la cama sin emitir saludo alguno a su hermana y cuñado que se encontraban en la sala.

Kanako le llevo de comer todo ese día pero Souichi ni miro lo que se le llevaba, se quedó recostado en silencio y muy tapado casi escondiéndose entre las cobijas.

Kanako quería decirle que lo sentía pero sabía que aquello podría terminar mal

"No puedes sentirlo y no quiero que lo hagas" Algo así diría Souichi quien sabía del dolor de todos por esta ausencia pero sabía también que eran incapaces de sentir el dolor del otro porque aunque era la misma persona todos habían perdido algo diferente, algunos un amigo y un compañero, un cómplice, un hijo, él había perdió muchas cosas

No podían sentirlo mismo, aunque entendía sus sentimientos porque él también compartía el dolor de verlos sufrir sabía que no podía entenderlos, y lo mismo les pasaba a ellos.

Kanako entendió que no había nada que decir, acarició la espalda de su hermano delicadamente, Souichi recordó cuando él solía acariciar la espalda de sus hermanos cuando enfermaban. Lloró un poco sin notarlo.

DoppelgangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora