𝙎𝙄𝙀𝙈𝙋𝙍𝙀 𝙏𝙀 𝙇𝙇𝙀𝙑𝘼𝙍𝙀 𝙀𝙉 𝙀𝙇 𝘾𝙊𝙍𝘼𝙕𝙊𝙉 - 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙤

X

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.

~Francisco De Quevedo.

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–Ya me voy, Angella –anunció Fumiko– ¿Estarás bien? Puedo esperar hasta que llegue Nyoko-chan.

–No hace falta, mamá. Me ha dicho que llegaría en cinco minutos -mintió.

–Está bien. Si te ocurre algo mientras tanto, llámame, ¿vale?

–Sí, ahora vete, que perderás el tren a Kyōto –señaló la puerta con un dedo.

–Hola –saludó Shōto.

–Buenos días. Pasa, estás en tu casa –se echó a un lado para que su novio pudiese pasar.

Después de que la chica le indicara dónde podía dejar sus cosas, ambos se sentaron en el sofá de la sala, en silencio, hasta que Angella lo rompió.

–Shōto –murmuró–. ¿Te gustaría ir a un sitio que suelo visitar?

–Si tú quieres, sí.

Angella le mostró una dulce sonrisa y le dió un corto beso.

Habían llegado a una cafetería bastante tranquila y pequeña, sólo había dos personas, sin contar con los empleados.

Al entrar, Angella saludó a una de las camareras y esta le devolvió el saludo, para, después de sentarse en una mesa, anotar su pedido.

–Angella –llamó el joven–. ¿Tus padres saben que estamos saliendo?

La chica dejó de beber de su té de melocotón y dirigió su mirada al plato donde se encontraba la mitad del pastel de fresas que había pedido.

–Sí, lo saben, pero, ¿y tus padres? ¿Ellos lo saben?

–Mi madre sí lo sabe, mi padre no. Y no se lo pienso decir por ahora.