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Kita a veces odiaba despertar con ese tipo de sueños y mucho menos cuando estaban en plenas vacaciones.

Donde no se hace mucho y eso relativamente le fastidia, no le gusta no hacer nada productivo.

Además ese sueño era su realidad, él había terminado su relación con Aran hace bastante tiempo.

¿Tal vez dos o tres años llevan separados? Ya ni siquiera él lo recuerda muy bien.

Recordar a tu ex y estar encerrado en tu casa no es la mejor idea de todas.

Sobretodo con un ex que también fue tu primer amor, el primero de muchas veces y a pesar de que solo duraron alrededor de un año juntos realmente fue muy especial porque era también tu mejor amigo.

Sin embargo, ya con 21 años Kita Shinsuke todavía no podía olvidarlo, al menos no por completo.

Y no era por ser una persona rencorosa o porque su ex haya sido terrible o una porquería con él, nada que ver con la realidad... Aran sacaba lo mejor de él. Lo hacía reír, hablaban de cualquier cosa y se apoyaban entre ellos. Amaba estar a su lado.

Estar con Aran era una de las mejores cosas que pudo haberle pasado a Kita, pero eso era un amor fugaz, tal cual como una estrella.

Bueno, su relación fue fugaz porque el amor sigue intacto, al menos por su parte; desgraciadamente...

En cuando a la relación, simplemente Kita no podía acaparar la atención o el tiempo de Aran, debía dejarlo ir.

Por eso terminaron, para que él tuviese mejores cosas.

Y no se equivocaba en su totalidad, en estos momentos Aran es parte de un equipo realmente importante de Japón como lo es los Tachibana red falcons, Kita no podía estar más feliz por él.

Realmente estaba orgulloso de su amigo y agradecía el tiempo que tuvieron como pareja.

—¡Shinsuke despierta! —Pudo escuchar como su hermana mayor golpeaba la puerta de su habitación.

Él simplemente suspiró con cansancio.

A veces odiaba estar de vacaciones, especialmente en la Golden Week ya que a pesar de que él de alguna manera seguía trabajando sí que había mucho más movimiento para otros.

Además que vivir con toda su familia tampoco era tan agradable en estos momentos y mucho menos cuando nadie tiene nada que hacer, principalmente era por el trabajo que es en cierta forma familiar.

Así que ni él ni sus hermanos se salvaban de eso, más que todo él y su hermana mayor... Su hermano menor siempre se escapaba.

Le estaba hartando pensar tanto en su ex novio en estas fechas festivas porque ahí podían tener libertad de verse o soñar con viajar a algún lado, pero siempre se quedaban en la comodidad de casa viendo alguna película.

¿Por qué no puede olvidarlo? Cierto... Todos se lo recuerdan, como si de un disco rayado.

Ya sea de manera directa o indirecta, haber salido con alguien que tiene cierta fama tiene sus desventajas. Prácticamente lo ves en casi todos lados.

—¡Shinsuke! —Volvió a escuchar el grito de su hermana.

Él simplemente se levantó con cierto cansancio, usualmente es una persona muy productiva, pero la melancolía puede hacer sus maravillas hasta con las personas más trabajadoras.

Abrió la puerta y se dirigió a donde usualmente su abuela y sus hermanos se juntaban para comer.

—Buenos días. —Saludó tranquilamente mientras se sentaba en la mesa.

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