Minefields

III

—¿Será que le enseñé mal o es que lo consentimos demasiado cuando era más pequeño? —Se preguntaba Naoko mientras conducía.

Ella tenía la mirada fija en el camino, pero Shinsuke podía ver la gran preocupación en el rostro de su hermana mayor.

De los tres ella era la que más mostraba expresiones, a pesar de que trataba de ocultarlas o al menos con quienes no eran familia.

—No creo, solo tuvo una infancia más... Complicada. —Respondió él.

Más bien los tres la tuvieron complicada.

De cierta forma quien tuvo a sus padres presentes en muchas cosas de su vida fue Naoko, en cambio los menores del matrimonio Kita solo tenían a su abuela.

Que para Shinsuke es más que suficiente porque él adora a su abuela; pero tal vez Renzo sienta la gran ausencia de sus padres.

Al menos los mayores los recuerdan, Renzo no tanto.

—Él tenía cinco años cuando murieron... Y quise una vida tranquila... —Se quejó ella.

Él simplemente asintió tranquilamente.

—Igual es bueno, solamente que sus comentarios puede que estén un poco pasados en algunas ocasiones. —Fue lo que dijo Shinsuke.

Como cierto par de gemelos que conoce, especialmente con el mayor.

—¿Algunas? Yo diría que siempre, pero es que es buen estudiante y no ha hecho algo así como para que diga que realmente merece un "castigo" ¿Sabes?... —Ahora su hermana estaba divagando—. Ah, solamente le encanta hacerme molestar.

—Sigue siendo joven.

—Tú no eras así a su edad, no recuerdo ni una sola vez que me sacaras de quicio. —Señaló la mayor de los Kita.

—Son dos personalidades diferentes. Además, él sí estudiará en una universidad de Tokio.

—Espero que nada malo le pase allá, con esa personalidad...

La vida del hermano del medio era soportar al mayor y al menor, el trabajo de Shinsuke es dar equilibrio de alguna manera.

Porque Naoko en cierta forma es una figura de autoridad para ellos, a pesar de que los tres estaban bajo la custodia de su abuela quien traía más dinero era Naoko; así que ella era la responsable de casi todo.

Los terrenos de la familia Kita fue una lucha total contra el gobierno como con familiares lejanos, pero ahí sí escucharon por completo a su abuela.

La señora no dio su brazo a torcer para que su nieta diera las tierras de la familia, así mismo su hermana empezó a estudiar para ver cómo mejoraba el terreno y Shinsuke la ayudó.

Con el paso del tiempo es que vieron el fruto de sus esfuerzos.

—Aunque creo que deberíamos hablar con la abuela para eso... ¿Shinsuke me estás escuchando?

—¿Ah? —Estaba tan perdido en sus pensamientos que se perdió el hilo de la conversación—. Disculpa ¿Qué decías?

Su hermana se giró ligeramente para observarlo, era muy extraño que se quedara perdido en sus pensamientos.

Más bien demasiado extraño que se quedara en las nubes.

—Decía que si algún día te casas tendrás que buscar una casa o algo así. —Habló su hermana.

—Yo todavía no me quiero casar.

Su hermana se limitó a mostrar una leve sonrisa.

—Eso decía yo, ahora estoy desesperada por eso...