XIV

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—¿Lo estás diciendo en serio?

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—¿Lo estás diciendo en serio?

No, esto no podía ser real. Por supuesto que no.

—Por supuesto —le aseguró Kita.

En serio, esto no podía estar pasando y menos de esta forma.

Es completamente absurdo.

—Kita... —trató de decir Aran.

—No digas nada, es lo mejor para ti.

Ese comentario le molestó por completo.

¿Cómo separarse era lo mejor para él?

—No entiendo. No comprendo cómo esto puede ser lo "mejor" para mí.

—Es lo mejor, yo solo estorbaría en tu vida.

Por supuesto que no, Kita fue una de las principales personas que lo impulsó a la vida que tiene ahora.

Su novio realmente le ha dado mucho apoyo y Aran no podía estar más que agradecido con eso.

—¿Acaso hice algo mal para que pienses eso?

No lo entendía ¿Se equivocó en algo o hizo algo mal? No comprendía nada, pensó que todo estaba bien.

¿Será la distancia?

Sin embargo, la respuesta de Kita lo que hizo fue confundirlo todavía más de lo que ya estaba.

—Por supuesto que no, eres maravilloso. Podría decirse que has sido el mejor novio del mundo.

—¿Entonces por qué estás terminando conmigo? —exigió saber Aran dolido—. No me estás dando ninguna explicación lógica y tú siempre dices cosas coherentes.

Vio un titubeo en los ojos de Kita, eso lo alertó un poco.

Kita nunca titubea ante nada. Absolutamente nada.

Él siempre tiene algo que decir y siempre ha sido con una lógica gratificante.

—Eso es...

—¿Por qué somos dos chicos? —preguntó de golpe Aran.

Esta vez Kita frunció el ceño.

—Ya te he dicho que no me importa, no me interesa lo que digan, no me importa en lo absoluto...—continuó Aran—. Eres muy importante para mí como para escuchar la opinión de otros.

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