VII

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Kita nunca fue una persona muy sentimental, pero realmente esa noche lloró bastante.

En silencio y en la soledad de su habitación, pero lloró bastante por su ruptura con Aran.

Era porque simplemente no tuvo el control de la situación como tal, era porque sabía que había errores que no podía acomodar.

Las cosas simplemente quedaron en el aire y cada vez que trataban de tocar el tema alguno de los dos salía herido.

Lo cual es irónico porque realmente no se querían hacer daño...

Y otra cosa extraña es que no solo les afecto a ellos, sino a varias personas el hecho de haber terminado con su relación.

Aunque eso se mostró después.

—¡Kita-san! —Exclamó un Atsumu con voz pastosa al otro lado del teléfono.

Por su parte Kita observó su teléfono con confusión al ver la hora, las tres de la mañana.

Esa noche no estaba llorando, más bien estaba durmiendo pacíficamente; pero el sonido constante de su teléfono lo despertó.

—¡Ya no creo en el amor! —Escuchó la voz indignada de Atsumu por el otro lado del teléfono—. Ya sabía que ustedes terminaron, pero no sabía la razón... ¡De verdad que ya no creo en el amor! ¿Por qué terminaron?

—¿Estas borracho?

—¡Eso no importa! —Chilló su antiguo Kohai.

Estaba dramatizando casi todo, pero por más que Atsumu le tenga aprecio y respeto a Kita siempre ha sido un gran amigo de Aran y en esta ocasión estaba de su lado.

Y bueno, no lo culpaba... Cualquiera estaría del lado de Aran.

El idiota sería Kita en cual sea la versión que se cuente, es prácticamente indiscutible aquello.

—Deja de quejarte, eso es entre él y yo. —Habló entre molesto y cansado.

Aunque ya estaba al borde de su cama escuchando las quejas de Atsumu, las quejas que nunca escuchó de Aran las estaba escuchando a través de su Kohai.

Lo único que le pedía Aran era una explicación o la razón, pero Kita no la tenía en su totalidad.

Porque simplemente no había alguna, estaba terminando con Aran porque era lo "mejor" la verdadera pregunta era "¿Para quien era mejor?"

¿Para Ojiro Aran? ¿Para Kita Shinsuke? ¿O simplemente para el mundo? El cual siempre juzgaría a cualquier individuo, no importa que tan perfecto trates de ser el mundo siempre buscará algo con la intención de hacerte caer.

—¡Es que no lo entiendo! —Cada cierto tiempo volvía a alzar la voz—. Simplemente no puedo llegar a comprender absolutamente nada de nada.

—Entonces no lo entiendas. No es tu relación. —Respondió Kita.

—¡Tú eres el que dice que no deberías decir algo así o reaccionar de tal manera!

Kita guardó silencio mientras escuchaba las quejas de Atsumu, el cual es el guardaespaldas número uno de Aran.

De alguna manera se merecía escuchar la voz chillona y quejumbrosa de Atsumu a las tres de la madrugada.

—¿Y por qué me dices esto ahora?

Desde la graduación de Atsumu llevaban como un año sin verse y desde que rompió con Aran... Ya ni siquiera quiere contar.

Era en parte cuento pasado y no.

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