II

492 84 8
                                    

La primera vez que Aran habló con Kita le pareció alguien bastante interesante por su forma de ser, más bien lo admiraba muchísimo por su accionar y por lo correcto que era.

Nunca se imagino que se terminaría enamorando de ese chico.

Si alguien le preguntara al Aran de quince años que terminaría profundamente enamorado de otro chico, se hubiese reído bastante.

Más bien muchísimo e incluso se burlaría de semejante idea tan surrealista o descabellada.

Ni en sus más locos sueños se hubiese imaginado algo como eso y mucho menos con aquel chico que muchos le decían que era como un robot, pero para Aran era simplemente alguien bastante trabajador que tenía sus objetivos más que claros.

Además, de que le costaba un poco expresarse. Realmente ser directo y extremadamente sincero es algo común en Kita.

A decir verdad en primer año no eran los mejores amigos, más bien hablaban de vez en cuando y era porque Kita le recomendaba alguna que otra cosa para mejorar o le llamaba la atención por correr bastante o cualquier cosa que le pareciera algo indebido. No tenían contacto porque Aran ya estaba en la cancha mientras que Kita seguía en la banca.

Su segundo año no fue tan diferente al primero hasta mitad del mismo donde se dieron cuenta que su camino a casa era prácticamente el mismo, seguían siendo silenciosos; pero en compañía de Kita las cosas se sentían de alguna manera menos pesadas.

Empezaron a dialogar más y cada vez que Aran comentaba sobre alguna de las ocurrencias de los Miya o los demás chicos Kita se veía genuinamente atento ante lo que decía.

Luego llegó tercer año en donde simplemente se la pasaban juntos, no solo por ser capitán y vice capitán; era porque realmente su amistad se volvió muy cercana.

Se ayudaban con las tareas, más que todo Kita lo guiaba a él y a Akagi, muy pocas veces Omimi necesitaba ayuda; y por parte de Aran era que hacía todo lo posible para demostrarle a Kita que estaba bien estar feliz simplemente porque si.

Que a veces las emociones aparecen y ya, no tienen alguna explicación lógica. Si estás feliz lo estás. No hay ninguna explicación para eso.

Que las emociones simplemente aparecen y que no debía buscarles sentido porque simplemente no lo encontrará.

Que fue una completa hipocresía para sus palabras cuando él se dio cuenta que estaba enamorado de Kita Shinsuke, al principio simplemente pensó que estaba confundiendo su amena amistad con sentimientos que no debía sentir por otro chico.

Que era un error o más bien confusión.

Definitivamente debía estar confundido por eso, simplemente le tenía más aprecio que a los demás.

Lo cual era peculiar, ya que a los Miya también les tenía un aprecio especial por los años que han pasado juntos; pero con los gemelos más bien es como el cariño familia, verlos es como ver a su hermano menor.

Aunque más revoltosos e insoportables.

Pero con Kita simplemente no era eso, tampoco era el compañerismo que tenía con Suna o el respeto con Omimi, Gin y Akagi.

No, no tenía ninguna relación.

Ese sentimiento que estaba experimentando era algo completamente diferente y que nunca había sentido antes.

Tan idiota e iluso era que no se había dado cuenta de que tan enamorado estaba de su amigo... Y era porque no lo sabía. Simplemente por eso, en su mente nunca pasó estar enamorado de otro chico. Nuevamente pensaba que era un error o que era confusión.

MinefieldsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora