Capítulo 10: La Única Excepción

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Dedicado a todos los que leyeron esta historia 💕 Muchas gracias por todo.

Alerta: contenido explicito, demasiado, si no te gusta, puedes pasar a leer hasta la segunda trancision que estara resalta con asteriscos y dira "AQUI". Esto no significa que lo que pasa en el smut no sea relevante pero si te lo quieres pasar, ahi esta la alternativa.

Advertencia: insultos homofóbicos

- 4 años antes-

Las alarmas de advertencia saltaron en el cerebro de Ari, diciéndole que saliera corriendo de ahí lo antes posible. Seguramente toda la charla casual había sido un distractor en lo que llegaba la policía.

Asustado, Ari pensó en las opciones que tenía.

En el camino a la puerta estaba Temo y querer cruzar por ahí seguramente implicaría algún tipo de encuentro físico y aunque Aristóteles estaba seguro de que era un poco más fuerte que él, no quería lastimarlo de ninguna forma. Buscando por la habitación, Ari vio la ventana a su lado. Era la segunda planta y quizá si sabía como caer bien no saldría tan lastimado...

Apenas se estaba moviendo hasta la ventana cuando la voz de Temo llenó la habitación.

-No, espera -grito Temo y por algún estúpido motivo la urgencia y miedo en la voz lo hizo detenerse. Realmente era tan tonto como su padre le decía.

Volteando lentamente, Ari vio como Temo se había sentado en una silla y lo invitaba a tomar asiento.

-Está bien si no quieres decir tu nombre -dijo Temo. En medio de la oscuridad Ari podía apreciar que a diferencia de lo que había pensado en un principio, Temo si estaba nervioso. Sus manos estaban temblando -. Pero no puedo dejar que te lleves la pulsera. Por favor todo menos la pulsera.

Ari observo la pulsera en su mano y la analizo: en su primera inspección no había notado nada en particular sobre el objeto. Se veía de buena calidad y Ari sospechaba que debía de tener un valor monetario altísimo. Quizá más de lo que necesitaba para su plan.

-La necesito -dijo Ari lanzándole una sonrisa apenada al muchacho aunque lo más seguro es que no la pudiera ver por la máscara y la oscuridad.

Ahora que Temo se había quitado por fin del camino a la puerta de salida, lo único que Ari tenía que hacer era cruzar y correr lo más rápido que sus piernas se lo permitieran. Estaba preparado para emprender su exitosa huida cuando escucho un chillido que lo desconcertó.

Sin poder evitarlo, Ari volteo lentamente a inspeccionar de donde provenía el sonido y su corazón se aplastó cuando descubrió que el chillido era producto del llanto descontrolado que Temo estaba dejando salir desde su silla.

Aquí Aristóteles podría tomar una decisión que lo definirían como persona: podría irse, vender esa pulsera a la primera persona que viera y vivir toda su vida sin recordar el nombre de Temo López y lo que le acababa de hacer.

O, podría acercarse a él y consolarlo.

Sin tardar en tomar una decisión, Ari camino hasta la silla que Temo le había ofrecido y se sentó, diciéndose a sí mismo que era un increíble idiota, pero que al menos todavía le quedaba algo de decencia humana.

Temo apenas y se inmutó ante la presencia de Ari, continuando llorando sobre sus manos. En las pocas ocasiones que lo había visto por el lugar siempre tenía una sonrisa en el rostro y una buena vibra que se contagiaba hasta a los más deprimidos en su soledad. Ahora frente a él solo quedaba el hombre roto y con dolor.

-¿Significa tanto la pulsera? -preguntó Ari mientras visualizaba sus planes de recuperar su vida irse por la ventana solo por un joven de bonita sonrisa.

Sweet Temptation[Aristemo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora