Capitulo 6: Querido Paco

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Dedicado a la Comisión Ficker

< 4 años antes >

Sentado desde una esquina del comedor, Aristóteles observaba a todas las personas que pasaban frente a él. Muchos iban hablando e incluso algunos reían, cosa que era sorprendente para Ari sabiendo que las circunstancias por las que todos ellos estaban ahí en ese momento no eran exactamente motivo para estar felices.

Después de que su casero finalmente se hartó de esperar por el pago de la renta que nunca llego porque no había forma en la que Ari consiguiera el dinero sin trabajo, el señor se apiado de él y le recomendó ir a una casa de acogida para personas "como el" y a pesar de la ofensa oculta en su ignorancia, Aristóteles estuvo muy agradecido de encontrar una luz de esperanza al final del camino.

Sin más alternativas y con el corazón roto, Aristóteles había terminado en esta organización y a pesar de que ya habían pasado tres días desde su llegada, aun no lograba adaptarse a este capítulo de su vida. Su cuerpo podría estar sentado en esta mesa de cafetería pero su mente y corazón aún seguían en Oaxaca, con su familia y Bruno.

El solo recuerdo de dicho nombre hizo que una punzada de dolor y tristeza lo atacaran. Era mejor para su salud si se olvidaba por completo de ese asunto, por lo menos por el momento, ya que debía enfocarse en salir adelante. Estaba solo ahora y si no se enfocaba solo se hundiría más.

-Hola... ¿Antonio? –dijo alguien con amabilidad detrás de Ari, quien volteo a verla. Era Regina, su compañera de cuarto.

-Mi nombre tampoco es Antonio –respondió Ari, enfocándose en el platillo frente a él. Debería de aprovechar que ahora tenía comida pero desde su última llamada con Bruno no había tenido apetito de nada.

-Demonios –se quejó la chica tomando un lugar junto a él. No eran exactamente amigos pero era la única persona con la que Ari había podido acercarse un poco desde su llegada -. ¿Algún día piensas decirme tu nombre?

-No –dijo secamente Aristóteles, dándole una mordida a su pan. Este era un capítulo de su vida que tan pronto como lo superara quisiera olvidar y entre menos lazos formara sería más fácil. Había tenido que dar su nombre y tarjeta para el registro pero de ahí en más prefería ir con el perfil tan bajo como pudiera.

-Te seré sincera, caes mal –respondió Regina, tomando lo que quedaba del pan de Ari. Si tuviera más apetito y energía, probablemente le hubiera importado más.

-Te seré sincero, no me importa –dijo Aristóteles sin ocultar su mal humor -. No estoy aquí para hacer amigos, estoy aquí hasta que tenga el suficiente dinero para irme con mi amigo Thiago.

-¿Thiago? ¿El cantante? Si claro corazón y yo estoy aquí hasta que Beyonce venga por mí –le dijo Regina, burlándose de él.

-Es en serio –insistió Aristóteles. Hace un tiempo que él y Thiago no hablaban pero buscar que su antiguo amigo lo apoyara era el único plan que tenía y se aferraba a él con uñas y dientes -. Solo necesito el suficiente dinero para ir hasta-

La frase de Aristóteles quedó cortada ante el repentino alboroto en la sala. Regina y el voltearon a ver qué es lo que estaba pasando y Ari tuvo que dejar salir un bufido de molestia al descubrir el motivo detrás de ese cambio de humor dentro de la sala.

Temo López había llegado a la fundación.

Ari podría tener pocos días dentro de ese lugar pero desde que llego no dejaba de escuchar ese nombre en todos lados. Al ser el dueño de la casa, varias personas se mostraban emocionadas y agradecidas al mencionarlo. Ari también estaba agradecido pero no podía entender porque tanto interés, especialmente porque nunca había visto como era ese sujeto.

Sweet Temptation[Aristemo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora