Mientras tu corazón siga latiendo ~Finalizada

Finalmente feliz

Atsumu le había pedido que fuera con él al primer día de entrenamiento, pues el rubio tenía demasiados nervios como para ir solo.
Pero ahora Sakusa también era un manojo de nervios, tenía mucho tiempo que no estaba con tanta gente en una cancha de voleibol.
Agradeció el hecho de que Atsumu tuviese auto y no utilizar el transporte público.
— Omi-Omi... Se supone que yo sea el que está nervioso... – dijo el rubio un poco burlón.
— Oye... No te burles... Ha pasado mucho tiempo desde que estuve con tantas personas... – admitió Sakusa.
— No te preocupes, son buenas personas. – comenzó a decir Atsumu y empezó a contarle sobre su equipo.
Incluso en las historias que contaba se había puesto celoso de un chico al que su novio se refería como "Shoyo".
— Um... ¿Eres muy apegado a Shoyo? – preguntó intentando sonar normal pero su tono de voz lo delató.
— ¿Estás celoso? – preguntó Atsumu sonriendo.
Pero Sakusa no contestó y volteó para otro lado.
— Si lo soy, pero no del modo en el que piensas. Shoyo tiene a Tobio-kun  – explicó Atsumu para que el pelinegro le volviera a hablar.
— De acuerdo... – fue lo único que dijo Sakusa.
— Oy... Pero a quien no quiero ver realmente... Es a Bokuto... – continuó el rubio mientras suspiraba.
— ¿Um? ¿Por qué? – preguntó con curiosidad ahora.
— No... No lo soporto – admitió.
Poco después de eso finalmente llegaron a aquel lugar donde se llevaría a cabo la práctica.
Una vez entrando Atsumu una pequeña masa peliroja se le aventó encima.
— ¡Miya-san! ¡Regresaste! – gritó Hinata sin dejarlo de abrazar.
— Oy oy, Shoyo. Si sigues así me vas a tirar – contestó acariciando el cabello del pelirojo.
Hinata se despegó finalmente y tomó su muñeca.
— ¡Coloca para mí de nuevo! – gritó dando brinquitos.
— Espera, Shoyo... Voy llegando – lo calmó el rubio.
— ¡¡OY!! TSUM-TSUM REGRESASTE ¿NOS EXTRAÑASTE? – dijo Bokuto emocionado corriendo a dónde estaba.
Atsumu suspiró, tenía que ser paciente...
— Si, Bokkun... Los extrañé – y es que no era mentira, había extrañado también a aquel peliplata que siempre lo sacaba de sus casillas.
Sakusa se había quedado en la entrada viendo todas aquellas interacciones y tratando de no morir de nervios al ver cuanto tocaban o abrazaban a su novio.
Atsumu volteó a ver al pelinegro y regresó hacía él tomándolo de la mano para llevarlo con aquellos chicos.
— Les quiero presentar a alguien – dijo Atsumu sonriendo grandemente
— Él es Sakusa Kiyoomi, mi novio – continuó una vez que estuvieron cerca.
Hinata hizo una reverencia exagerada con un "Gusto en conocerte Sakusa-san". Bokuto había soltado un "¡HEY HEY HEY! NO PUEDO CREER QUE  TSUM-TSUM TENGA NOVIO" e intentó poner su mano sobre la espalda de Sakusa sin éxito, pues él se había movido instintivamente para quitarse.
— No me toquen, por favor... – pidió después.
Sonó un silbato que dejaba claro que la práctica iba a comenzar y el pelinegro se fue a sentar a las bancas.
Estar ahí lo hacía pensar en lo mucho que extrañaba el voleibol y cuánto añoraba volver a jugar pero ahora esto era lo único que quedaba.
Alguien se sentó a su lado con bastante espacio entre ellos, lo cual agradeció.
— Sakusa Kiyoomi, ¿cierto? – preguntó aquella persona.
— Sí... – contestó un poco dudoso.
— Entrenador Samson Foster – se presentó.
— Oh... Gusto en conocerle finalmente – dijo el pelinegro.
— Lo mismo digo, me comentaron que habías enfermado y por eso no podías entrar al equipo. Después de eso no supe nada de ti – le comentó el entrenador.
— Um, cardiomiopatía... – fue lo único que contestó Sakusa.
— Estaba pensando si considerarías unirte ahora – continuó el entrenador.
Aquel chico suspiró.
— Me encantaría responder que sí... Pero no puedo regresar a jugar por condiciones de salud – admitió él y continuó — Pero... Espero no ser una molestia viendo la práctica... Atsumu es mi única conexión con el voleibol ahora –
El entrenador sonrió con calidez.
— Siempre serás bienvenido, Sakusa – dijo antes de irse.
Aquel día fue la primera vez que pudo ver una sonrisa auténtica en Atsumu Miya, parecía que algo le había regresado a la vida, se veía plenamente feliz.
Y tal vez era cliché pero si aquel chico era feliz, él también lo era.
Después de la práctica habían invitado al rubio a comer, Sakusa había aceptado acompañarlos aunque no comiera nada de aquello y pudo ver más sobre sus compañeros.
Eran un buen equipo y aunque se notaba la poca química que llevaba con el peliplata podía ver qué Atsumu lo intentaba.
Una vez en casa obligó al rubio a tomar medidas más extremas de desinfección y baño, así como Sakusa hizo lo mismo.
Atsumu había caído rendido, estaba muy cansado, no había entrenado tanto como aquel día por tres años.
— Estoy fuera de forma... – se quejó amargamente intentando no ponerle atención al dolor muscular que sentía en ese momento.
— Estuviste muy bien, amor – contestó el pelinegro mientras lo abrazaba.
Atsumu le regresó el abrazo y suspiró.
— Andas muy cariñoso... – comentó sonriendo.
— Puedo ser cariñoso aunque no lo creas – dijo Sakusa dándole un beso en la mejilla
— Vas a hacer qué me acostumbre... – amenazó Atsumu
— Podrías acostumbrarte más si terminas de mudarte conmigo – propuso el pelinegro.
— ¿Eso es una propuesta? – preguntó su novio acercándose a solo centímetros de besarlo.
— Tal vez... – fue la respuesta antes de que Sakusa terminara de cerrar esa cercanía y lo besara.
— Si vas a ser así más seguido termino mañana mismo de traer mis cosas – dijo Atsumu después de aquel beso.
Sakusa llenó de besos su cara y terminó con uno en la punta de la nariz.
— Te amo, Atsumu – dijo sonriendo.
— Y yo a ti, Omi-Omi – contestó acomodándose en el pecho del pelinegro.
No pasaron ni dos minutos para que el rubio se encontrara dormido.
Sakusa sonrió.
Definitivamente podía vivir así todos los días mientras tuviera a su lado a aquel chico.
Suspiró y acomodó el cabello de Atsumu que le había caído en la cara para después cerrar los ojos y dormir lo más feliz que había estado después de mucho tiempo, esperando que siempre fuera así.

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Wiiii este es el final :3 espero les haya gustado ✨ gracias por leerme :3 los adoro