Capitulo 15

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Na rradora.

Los chicos iban en camino a aquella casa en el norte.

En ese momento no sabían que hacer, lo único que sabían era que tenían que tomarse un descanso de esa ciudad.

Gustabo: Vaya mierda. — Miro por la ventana mientras soltaba un suspiro.

Emilio: Se supone que teníamos que estar una semana en la cárcel wey. — Miro al rubio, y después volvió a mirar a la carretera.

Horacio: Juro que algún día te metere un puñetazo Gustabo. — Se cruzó de brazos y fruncio el ceñido mirando a su hermano.

Gustabo: Te atreves y te la devuelvo eh. — Miro hacia atrás.

Segismundo: Solamente descansamos por algunos días de esta ciudad por favor. — Echo su cabeza hacia atras.

Gustabo: Creo que será lo mejor. —Cerro sus ojos y los froto con cansancio.

Horacio: Empieza a rezarle al de arriba cuando bajemos. — Miro hacia la ventana enfadado.

Gustabo: Blablabla. — Le saco la lengua a su hermano y volvió a mirar hacia delante.

Horacio: Uyyy, veras cuando bajemos Gusnabo. — Miro a su hermano enfadado.

Emilio: No vayáis a hacer ninguna mamada wey. — El mayor aveces se comportaba como el padre de esos tres. — Pinches jotos.

Gustabo: ¿Disculpa? — Miro a su amigo con el ceño fruncido.

Emilio: Disculpado wey.

Gustabo: Si pudiera te metería una ostia pero si te la meto nos vamos a la mierda. — Se apoyó en la ventanilla y miro el atardecer. — Solamente tenemos que estar tranquilos y no hacer gilipolleces.




Gustabo: ¡Eh! ¡Eh! ¡Eh! — El rubio estaba animando al de cresta.

Horacio: Joder, esta mierda es fuerte... — Dejó el vasito en la mesa y se sirvió otro.

Segismundo: Te vas joder la garganta Horacio. — El de cresta soltó un pequeño hipo, los dos chicos iban ebrios, menos el mexicano este iba un poquito solamente, y el gallego el estaba sentado mirando las tonterías que hacían sus amigos.

El mexicano estaba sentado en una silla del comedor con su plato de comida a la derecha y el whisky a su izquierda.

Emilio: Te salio rica la carnita asada Segis. — El gallego sonrió ante esas frase.

Segismundo: Gracias, te quiero. — Lo último lo dijo en un pequeño susurro que no se puso oir por el volumen de la música.

Gustabo: ¿Sabéis que? — El rubio se levantó con el vaso de vodka en la mano.

Segismundo: ¿Qué? — El gallego levanto la mirada.

Gustabo: Ya se me olvido. — Se volvió a sentar y miro a la mesa.

Horacio: Estas loco. — Soltó una pequeña risa y se volvió a servir vodka.

Gustabo: Vamos a joder a lo maderos. — El de cresta se levanto junto a su hermano, ambos iban hacia la entrada con una botella de vodka en la mano.

Emilio: Vamos wey, si no se van a matar estos pendejos. — Los dos chicos se levantaron, fueron corriendo hasta la calle. El mexicano al levantarse se mareo un poco, iba medio borracho pero no a tal punto de no saber que estaba haciendo.

Segismundo: Joder, ¡Gustabo! ¡Tu no vas a conducir, estas borracho! — El rubio miro atrás, estaba a punto de subirse al coche,

Gustabo: Que no, estoy perfecta-... — Soltó un pequeño hipo. — mente.

Manipulador ~ GustabowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora