ENTRE TÚ Y YO (EN EDICIÓN)

31-PRACTIQUEMOS

-El círculo de entrenamiento es fácil. Deberás quemar los obstáculos con ese fuego azul. Evitar que estos te alcancen usando tu Magia, y será necesario que no uses hechizos. Si bien puedes conocer tu libro. Aún no sabes cual es la Magia Natural de tu cuerpo-indico Jiang

-Que fácil suena-susurro con sarcasmo el pelinegro

-Verás, cada hechicero tiene su propio poder. Al parecer se te hace fácil controlar ese fuego, por lo tanto cabe la posibilidad de que tengas Luz azul...si ese es el caso. Tenemos una gran ventaja-comento Yubin

-¿Qué es la luz azul? ¿Mi novio es una especie de linterna?

El castaño dejo salir una risa que terminó tan rápido como empezó por un pisotón.

-¡Auch!

-Pórtate bien, o si no, no hay "todos los días" hoy

-Chantajista...

-La Luz azul, es un poder muy poco conocido. Tiene la capacidad de crear escudos, ráfagas de Luz y de quemar todo a su paso. Es muy poderosa, pero también difícil de usar-intervino Huaisang

Eran las primeras horas de la mañana y ya estaban todos listos para empezar el circuito.

Arreglar los papeles en la universidad pidiendo dos meses fue difícil, pero gracias a la dichosa magia del pelinegro, los profesores ni estudiantes verían su ausencia.

Estaba decidido. Con la cercanía de la fecha y la aparición de Ziyi en China, el peligro era inevitable.

Zhan estaba luciendo un traje negro y rojo que lo protegería de rasguños. Su cabello se mantenía hacia atrás dejando ver su hermoso rostro bajo el brillo de los rayos del sol.

Por otro lado. Wang Yibo vestía un traje negro con diseños verdes que resaltaban sus ojos penetrantes y su piel lechosa.

El único lugar donde podían entrenar sin generar daño alguno, era en Ciudad Espejo. Un lugar salido de la realidad que permitía crear mundos alternos para practicar sin que esto afectará a nadie.

Empezaron con el entrenamiento de Xiao Zhan, usando un laberinto hecho de madera clara en el que estarían involucrados espíritus oscuros de bajo nivel, que siempre lo estaban siguiendo por su sangre. No tendría ayuda de los demás, y debería asesinarlos sin pensar en el remordimiento, si no, en salvarse.

Jiang hizo sonar la campana y esa fue la señal de empezar a correr.

Por suerte, el pelinegro había practicado tanto con el fuego que ya no era necesario usar el hechizo del libro.

Las paredes comenzaron a moverse conectándose entre ellas y arrinconadolo por momentos. Algunas sombras salieron de las paredes creándose formas de animales como Pumas, leones y hasta aves.

Los ojos del pelinegro se abrieron de asombro y comenzó a correr.

Sabía que tenía que enfrentarse a ellas, pero el miedo era mayor y no le dejaba siquiera voltear.

-¡Zhan-ge!

Yibo dio unos pasos para entrar en el circuito, pero fue detenido por Jiang.

-Puedo entender que estés nervioso, pero él debe defenderse. Si las cosas se ponen mal Yubin se encargará de ellos en un segundo. Trata de darle tiempo

-Sí algo le pasa...ustedes pagarán por eso

-¡No me amenaces tarado! Jamás le haría daño a mí primo, sin empotrar que tan idiota sea

Zhan continuó sus camino, sin embargo, al escuchar la voz del menor se detuvo a respirar y volteó tan valientemente como pudo.

-Tengo que hacerlo...solo concéntrate