35-LOS DOS HECHICEROS

1.3K 227 83
                                    

-¿Estás seguro de que será hoy?-cuestiono Huaisang

-Sí. La visión fue exacta, no han cambiado la decisión...

-¿Cómo sabían que acamparíamos?...Oh, espera...¿Por eso nos diste la idea de acampar en el Bosque?-Zhan dio un paso cerca de Yubin cruzándose de brazos molesto-¿Por qué no mejor no nos decían que ellos nos estaban rastreando?

-Por qué en el bosque, es más fácil enfrentarlos evitando a las personas-interrumpió Jiang

-Eso no tiene nada que ver. Debieron decirnos en lugar de engañarnos...-Insistió Yibo

-Por favor, no discutan...faltan unos minutos antes de que el sol se ponga, pronto estarán aquí y es necesario estar atentos y en calma-hablo Yubin tratando de bajar la tensión

Yubin sabía perfectamente que mentirle a los muchachos era algo negativo. Sin embargo, si recibían demasiada información, era posible que no pudieran estar concentrados en el momento indicado.

Luego de varias horas de rogar y explicar la importancia de la Flor del Hada Reina, Jun y Mianmian aceptaron la tarea de conseguir esa importante arma, por si las cosas salían mal y el pelinegro era usado como sacrificio.

Las Altas Montañas Blancas, eran un paraíso de naturaleza. La variedad de plantas y animales que habitaban esas tierras, eran desde normales hasta mágicos.

En la sima de la montaña más alta, se encontraba el reino de las Hadas. Eran criaturas curiosas que cada cierto tiempo se escabullían para visitar a los humanos, y divertirse burlándose de sus problemas.

Las Hadas, tenían un color violeta claro en su piel. Y sus cabellos, en su mayoría eran largos y de colores platinadados. Su forma de vida tenía desde lujos mágicos, hasta la más simple existencia de trabajo para alimentarse de frutos y verduras.

Esos caminos peligrosos que permitían llegar a sus tierras, se mantenían ocultos por un campo mágico que solo permitía pasar a los humanos.

¿Por qué?

Muy tranquilamente podía explicarlo la nerviosa y atolondrada reina que creía que los monstruos buscaban su reino para someter a sus hermanas y hermanos. Sin embargo, los humanos no tenían poderes ni sabían de su existencia.

Jun viajo junto Mianmian con ayuda del portal en el cuadro de Huaisang. Y una vez allí se dispusieron a trepar las montañas en busca de su objetivo.

Mientras ellos se concentraban en eso. La visión de los dos hechiceros muy cerca del pelinegro, los llevo a tomar la decisión de que podían atraerlos a una zona segura, que permitiera evitar heridos ni llamar la atención.

El Oráculo conocía a los hechiceros que pronto atacarían: Zanjin Zhu, el cual podía controlar los elementos. Y Haoxuan, el manipulador de animales oscuros.

Protegidos por la sombra de los árboles frondosos que rodeaban el bosque, acompañados del suelo verde y tierra húmeda.

-Estan cerca...-informó Yubin...

-Huele a sangre...-susurro Huaisang

-Somos cinco...ya dejen de ponerme nervioso

Zhan se cruzó de brazos apretándose a sí mismo para aguantar su respiración.

-No estés nervioso...somos fuertes...

-El objetivo es claro. O ellos o nosotros. Solo preocúpate en matarlos primito...Recuerda...no lo pienses mucho...no puedes tener piedad en momentos así...

El crujir de las ramas al quebrarse alertaron la presencia de enemigos.

Eran dos hechiceros cubiertos por capas negras como la noche, que caían tapando desde sus rostros hasta sus pues.

ENTRE TÚ Y YO (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora