Mi niña perfecta (María)

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¡Hola, mis Bakarinos! Antes de empezar, debo de mencionar que el siguiente capítulo será el final, así que esperenlo.

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—¿Esto es tu límite?— Preguntó la Castaña, succionando los pechos de la rubia. María no podía hablar, Catarina no solo estaba estimulando sus pechos, sino también su parte baja; la castaña metía y movía sus dedos dentro de la vagina de la rubia.

¿Cómo habían terminado de esta manera? Bueno, todo empezó una mañana cálida, los rayos del sol entraban por la ventana de la Claes.

—Catarina-sama, levántese.— dijo Anne, desde afuera de su habitación.

Catarina se quejó y se levantó con pesadez.

—Entra, Anne.

La pelinegra obedeció y entró a la habitación.

—Catarina-sama, necesita hacer sus deberes o se volverá a olvidar.

¡Cierto, la tarea! Pensó la castaña. Aunque, podría pedirle ayuda a Keith.

—¿Dónde está Keith?

—Fue a una reunión importante y no regresará hasta la noche.— Catarina suspiró. Supongo que tendré que hacer la tarea por mi misma.

—Gracias Anne, puedes irte.

Anne hizo una reverencia y salió de la habitación. Catarina entró a su baño, dispuesta a darse un baño antes de hacer sus deberes, pero como muchos dicen: Las mejores ideas llegan en la noche o en el baño, y una buena idea se le ocurrió a Catarina, aunque solo fuera una buena idea para ella.

Catarina sonrió. Se bañó y vistió una ropa inusual en ella. La ropa que usaba cuando visitaba el pueblo.

—¿Catarina, saldrás?— Le preguntó su padre, viendo cómo Catarina miraba a todos lados.

Catarina le hizo una seña a su padre, para que guardara silencio.— No le digas a mi madre.— Pidió Catarina. Luigi se rio y asintió.

—Tranquila, ve con cuidado.

Catarina salió de su mansión, rumbo a visitar a cierta rubia. Durante todo el viaje, se mantuvo callada, esperando con ansias llegar a la casa de la chica.

Al llegar al pueblo dónde vivía María, Catarina se bajó de su carruaje y le pidió al conductor que viniera por ella dentro de 5 horas, a lo que el señor que conducía asintió y obedeció las órdenes de la joven Claes.

Recorrió el pueblo con algo de prisa, estaba sumergida en sus pensamientos hasta que algo la hizo voltear.

—Ah sí, esa chica debe ser hija ilegítima de un noble.

—No puedo creerlo, con razón no tiene padre.

Esto hizo molestar a Catarina, quién sabía la situación por la que estaba pasando María en su pueblo. Pero ella era una noble, de algo debía de servir su posición.

La castaña se acercó a ambas señoras y apoyó su mano en el hombro de una de ellas. Con una sonrisa y una mirada siniestra, les habló con autoridad.

—No deberían de hablar mierdas sobre las personas, y más si son falsas, podrían ser acusadas por difamación.

—¿Quién se supone que eres, niña?— Preguntó una de las señoras, ofendida que Catarina le haya faltado el respeto.— Respeta a tus mayores.

"De nuevo soy la villana" |Fanfic de Bakarina| Trilogía (2/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora