El final

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¡Hola, mis Bakarinos! Antes de que empiecen a leer el capítulo, debo de decir que este es el capítulo final de esta historia, lamento no haber escrito sobre Sora, Raphael y Anne, pero aclaro que Catarina también tuvo sexo con ellos, aunque no lo haya escrito.

La razón por la que no escribí sobre ellos fue porque no estaba segura sobre si escribir o no aquello, porque ya había escrito mucho +18 y al final decidí omitir a estos personajes. Espero que respeten mi decisión. Y tranquilos, no es que no me gusten esos personajes, simplemente lo hice porque así lo decidí.

Ahora sí, disfruten de este último capítulo y nos vemos en la tercer y última historia de esta trilogía.

Aclaración: Este es un capítulo corto y un poco apresurado.

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—¿A dónde vas? —Preguntó una mujer castaña, interponiéndose en el camino de su hija mayor.

La castaña menor chasqueo la lengua. Aquella acción alarmó a su madre, quién sabía que su hija había cambiado abruptamente, justamente como había sucedido hace años.

—Catarina, ¿te encuentras bien? Me preocupas.

—Si, madre, estoy bien. —Catarina no miró a su madre a los ojos, por lo que la castaña mayor pudo tomar eso como una mentira.

MiriDiana negó con su cabeza.

—No estás bien, llamaré al doctor, ve a tu cuarto.

—¡Te estoy diciendo que estoy bien! —Catarina elevó la voz, irritada, puesto que había quedado ir a divertirse con Sora.

—¡Primero te comportas extraño y ahora me gritas, tú no estás bien! —Exclamó la madre, exhasperada. —¡Vete a tu cuarto!

—¡Pero...!

—¡Sin peros, a tu habitación!

Keith y Luigi se quedaron en silencio, viendo como la hija mayor de los Claes se dirigía s u habitación, maldiciendo entre dientes.

—Ella ha cambiado. —dijo Luigi, a lo que su esposa le dio la razón.

Era claro que todos sabían que Catarina había cambiado de la noche a la mañana, pero nadie hizo nada hasta que su madre se atrevió a dar el primer paso. Si tan solo supiera MiriDiana lo que habían hecho sus hijos mientras ellos no estaban presentes. Sin duda se desmayaría.

Mientras tanto, Catarina, a regañadientes, caminaba por los pasillos de la mansión Claes para llegar a su habitación.

—Esa maldit-

Aquella oración no fue completada, debido a que Catarina no pisó bien y cayó nuevamente, golpeándose fuertemente en la cabeza. El golpe fue tan fuerte que todos en la mansión pudieron escucharlo, así que, alarmados, corrieron a ver lo que había pasado.

—¡Hija/Hermana! —Gritaron los Claes, llegando al lugar dónde Catarina estaba tirada.

—¿Eh, que me pasó? —Preguntó una aturdida castaña, sintiendo un fuerte dolor en su cabeza.

—¡Llamen al doctor! —Gritó Luigi, a lo que los sirvientes, rápidamente, fueron en busca del doctor.

Y aunque no lo crean, Catarina volvió a la normalidad después de ese golpe. Claro, le dolía su cabeza pero aquella chica había vuelto a ser la inocente y tierna chica que todos conocían. Pero las cosas no quedaron ahí, no todo había vuelto a la normalidad.

—¿Entonces no recuerda nada? —Había preguntado un rubio, sintiéndose fatal porque su prometido había olvidado el día en que habían hecho el amor.

"De nuevo soy la villana" |Fanfic de Bakarina| Trilogía (2/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora