"De nuevo soy la villana" |Fanfic de Bakarina| Trilogía (2/3)

Solo por hoy (Mary)

Antes de empezar el capítulo, quiero pedir disculpas por no actualizar en tantos meses.

Espero que les guste este pequeño capítulo. ¡Les deseo felices fiestas! Cuídense mucho del Covid.

Advertencia: Es un capítulo +18, trío, vulgar.

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Después de aquel momento apasionado, Catarina y Alan se habían quedado dormidos en la habitación del chico, totalmente desnudos y abrazados.

Para su suerte, los sirvientes del cuarto príncipe no los habían descubierto, sin embargo, todo cambio en un segundo cuando de repente entro por la puerta una chica de pechos extremadamente grandes.

—¡Alan, ya deberíamos de despertar...!— los gritos de la Hunt alarmaron a su prometido, Alan Stuart, quién rápidamente se levantó de su cama y se tapo lo más que pudo.

—¡M-Mary, esto no es lo que parece!

Sin embargo, esa frase no fue la mejor, ya que Mary sabía perfectamente que eso SI era lo que parecía. Alan y Catarina, su prometido y su mejor amiga estaban totalmente desnudos en la cama.

Catarina, tras el grito de Alan, despertó.

—¿Mary? ¿Qué haces aquí?— preguntó Catarina, olvidando por completo la situación en la que se encontraba.

Alan, totalmente apenado, se acercó a Mary.

—Mary, yo...

—No digas nada, Alan.— Pidió Mary, con la mirada agachada.

Bien hecho Alan, la cagaste. Pensó el príncipe.

Aunque esto no era del todo cierto.

Catarina, sin una pizca de vergüenza, se levantó de la cama, sin tomar alguna sábana, por lo que su cuerpo desnudo quedó a la vista de ambos chicos.

La pelicastaña tomó a Mary de la barbilla e hizo que levantara su cabeza.

—Mmm~ Tenía razón, no estás enojada, más bien estás excitada, ¿No es así?— preguntó Catarina, invitando a Mary a caer en la tentación.

—¿Eh?— preguntó Alan.

Y, efectivamente, Mary se encontraba en un dilema.

No es que no amara a Alan, pero amaba a Catarina. Ambos chicos eran su mundo y no quería perderlos.

Y encontrarlos en esa situación, más que enfurecerla, la excitaron.

¿Ahora que pasará?

—Mary, dejate llevar por nosotros.— Le susurró Catarina, cerrando la puerta de la habitación de Alan.— Vamos a divertirnos por hoy.

Lentamente, Catarina le quitó el vestido a Mary mientras que Alan guiaba a la chica a la cama. Aquello era pecado, si, pero era el mejor pecado que pudieron haber cometido.

Los chicos hicieron el primer y mejor trío de su vida.

Mary estaba totalmente enamorada de las caricias que me propiciaba su prometido y su mejor amiga, se sentía en el cielo. Su vagina ardía debido a la excitación que le hacian sentir ambos chicos.

—Ah~♡— Gimió Mary, mordiendo el oído de Alan, a lo que él le respondió con otro gemido.

Catarina lamió los pechos de Mary, mientras ésta besaba con pasión al peligris. La saliva salía de la comisura de los labios de Mary.

No podía evitarlo, la estimulación era mucha para alguien virgen como Mary.

Alan introdujo 3 dedos en Mary, mientras Catarina seguía jugando con sus pezones.

—Alan-sama~♡— Gimió Mary.— Deme más, por favor.— Alan sonrió ante lo dicho por Mary.

—Te daré algo mejor.— Tomó a la chica de las piernas y la alzó un poco, introduciendo su enorme pene en el hoyo de su vagina, lo que causó más placer en la Hunt.

Tras varios minutos, el trío de chicos termino su sesión de placer y se acostaron en la cama de Alan. Sorprendentemente, si cabían en la cama.

Mary abrazó a su amado peligris mientras se quedaba dormida en su pecho. Catarina y Alan sonrieron.

—Creo que debería de irme.— dijo Catarina.

Y, antes de irse, depositó un beso en los labios de Mary y otro en los de Alan, para después marcharse.

Aquel día fue agotador para ella. Sin embargo, ¿Eso sería todo? Para sorpresa de todos, aquel trío fortaleció la relación entre Mary y Alan, quienes siguieron divirtiéndose solos en la cama del príncipe.

—Alan-sama~♡— Gimió Mary en voz baja, sabiendo que alguien podría escucharlos.

—Guarda más silencio, Mary. Alguien podría escucharnos.

Mary mordió la almohada del chico mientras que Alan seguía introduciendo su miembro en ella.

Nadie se dió cuenta del pecado cometido por el trío de chicos, y nadie lo sabría. Eso sería un preciado secreto que se llevarían hasta la tumba.

Tal vez, ¿Podrían volver a hacer un trío? Estarían encantados de hacerlo.