Capítulo 2 / El comienzo de algo

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Caminaba por el pueblo junto con uno de mis sirvientes. A pesar de que yo lo consideraba mi amigo debido al tiempo que pasamos juntos desde niños, el me aclaraba siempre que su deber era servirme, al final terminaba tratándolo como siempre.

-El clima es muy bueno hoy -dije mientras miraba hacia el cielo, estaba despejado, además de que los plebeyos estaban tranquilos.

-Si señor ahora que usted volvió las personas se sienten mucho más seguras en la capital -dijo señalando a las personas con sus actividades.

-¿Enserio? Pero veo que nadie me lo agradece -dije con duda, aunque era normal, apenas sí conocían el rostro del príncipe.

-Señor debemos apresurarnos, el Rey ordenó comenzar sus actividades hoy.

-Claro vamos -asentí. Caminamos a puertas del palacio, al menos los guardias me reconocían, era lo menos que podría pedir.

Entré a las habitaciones del Rey a pedido de él, no entendía la razón de por qué me había citado en secreto -majestad le doy mis saludos -dije inclinándome en el piso.

-por favor sobrino, estámos solos, no quiero hablar con un súbdito -dijo ordenándome a levantar mi cabeza.

-Su majestad, ¿a que se refiere? -pregunté viéndolo apenas

-Quisiera que me trates como tu familia, ¿o no lo somos? -aclaró y preguntó sonriendo

-Entiendo tío -dije al entender a que iba todo esto.

El Rey se levantó y caminó hacia mí, me sorprendió mucho verlo sentarse en el suelo frente a mí -su majestad usted no debe sentarse en el suelo -dije al verlo ponerse a mi altura. No dijo nada solo me aclaró que quería hablar con sus sobrino.

-necesitaba hablar con alguien en quien pudiera confiar -dijo poniendo una expresión algo seria o talvez feliz en su rostro, no lo entendía pero sabía que estaba cansado de algo.

-entiendo tío -dije bajando un poco la cabeza. Él solo me veía como si fuera su hijo.

-¿Qué tan cercano eres a tu Padre? -preguntó como si esperara algo.

Cómo podría decirle que desde el día que me llamó al palacio mi padre nunca cumplió su deber como padre, a pesar de que yo quería que se sintiera orgulloso de mi, no podía negar a mi padre -se podría decir que mi relación con él es como usted la tiene con el príncipe heredero -dije tratando de que mi padre no suene como el malo.

El Rey y el príncipe heredero eran muy cercanos, muy diferente a mi relación con mi Padre, lo sabía porque el príncipe y yo somos muy cercanos desde niños, me contaba todo.

-Oh claro el príncipe heredero -dijo viendo hacía abajo.

-¿Pasa algo con mi primo? -pregunté al deducir que estaba preocupado por algo. Negó con la cabeza y volvió a mirarme.

-suspiró con cierta preocupación -necesito que protejas a tu primo desde ahora -dijo sonriendo.

-Su majestad ¿pasa algo? -pregunté preocupado. No respondió, se levantó y volvió a sentarse en su lugar.

-proteje a mi hijo -aclaró de nuevo -él será el futuro Rey de Goryeo y quiero que le sirvas con fidelidad como lo has hecho conmigo -pidió sonriendo.

-¡Su majestad! -hablé preocupado -¿A caso se encuentra mal de salud? -pregunté con la intención de acercarme. Levantó su mano en señal de que se encontraba bien.

-No es eso, pero agradezco tu preocupación. El príncipe heredero te ha extrañado mucho, él mismo pidió que fueses su guardia Real -dijo con un tono tranquilo. A pesar de ser su familia confiaban mucho en mí, era lo normal, pero a mi padre lo alejaban, no lo entendía muy bien.

-Por cierto -habló su majestad llamando de nuevo mi atención hacía él -tienes una buena edad para que consigas pareja -dijo feliz al decir tal cosa. Lo ví con una expresión muy confusa.

-dejame ser tu casamentero -pidió después de tomar un poco del té que bebía.

-Su majestad, le agradezco por su preocupación, pero creo que estoy bien sin alguien de quién preocuparme -dije tratando de alejarme de cualquier tipo de pareja que se me asigne. -vivo una vida llena de peligros su majestad, lo mejor que puedo hacer por la mujer que elija para mí es evitar que sufra -añadí aclarando en las guerras y peligros a las que estuve expuesto.

-no digas eso, ya es hora de que tengas a alguien que se preocupe por tí -dijo con cierto tono autoritario -déjame hacer esto por tí, es lo único que puedo hacer para que seas feliz -añadió sonriendo de nuevo. Al final asentí y agradecí.

-Su majestad, le agradezco por pensar en mí -dije inclinándome de nuevo -honraré y protegeré a la mujer que su majestad elija para mí -dije inclinando mi cabeza hasta tocar el suelo.

-De nada sobrino, ya levántate, el príncipe heredero pidió verte apenas supo de tí, no quiero detenerte más -dijo señalando el camino con la mano.

-Gracias su majestad -dije levantándome para posteriormente salir.

Sabía que pasaba algo con el Rey por su tono y expresión, estaba preocupado por algo, también se notó algo triste o talvez decepcionado. Tenía que averiguar lo que pasaba.

Una vez estando fuera vi que alguien se acercaba.

-¡Ohhh hermano!


Entre dos tiempos / Nayeon [FANBOY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora