Entre dos tiempos / Nayeon [FANBOY]

Capítulo 4 / La primera vez

Era una tarde algo fría, iba caminando sólo por mitad del pueblo con el pedazo de papel que me entregó esa chica, necesitaba saber más sobre ella, por alguna razón me entregó esto y tenía que descubrirlo.

Caminé hacia donde me señaló la señorita, me estaba alejando mucho del pueblo. Continúe caminando hasta llegar al bosque, algo me pareció extraño, en medio había un árbol que era diferente a los otros, tenía color y flores de durazno, ¿cómo puede pasar esto? Aún en estos tiempos es muy temprano.

Me acerqué un poco más, tal vez estaba tratando de atraerme a este lugar. Me detúve a ver los alrededores, lo único que escuché era el canto de los pájaros y el viento cuando toca la rama de los árboles.

Decidí rodear el árbol y tratar de entender un poco lo que sucedía, ha pasado tiempo desde que el sol se mantiene en su lugar, ni si quiera se ha movido.

Tal vez solo se trataba de una burla hacia mí, no soy bueno para entender a las mujeres, tal vez solo se estaba aprovechando de eso. Decidí alejarme del lugar, iba de regreso, pero algo me detúvo, al estar a una escasa distancia del árbol alguien había llamado mi nombre.

-¿Quién es? -pregunté hacia la nada, como si pudiera recibir una respuesta.

De nuevo escuché algo, no lo entendía muy bien así que decidí acercarme, tal sonido inquietante venía del árbol.

-¡Oppa!

-¡Oppa!

Me alejé con mucho miedo, estaba apunto de sacar mi espada, pero no había nada de lo que pudiera defenderme.

-¡Escúchame ____! -gritó de nuevo.

Era la voz de una mujer, llamaba mi nombre, por alguna razón llamaba mi nombre. De un momento a otro se detúvo, pero escuché a alguien hablar, estaba detrás de mí.

-pensé que no vendrías.

Al darme la vuelta vi que era la persona por la que vine aquí. Ahora la pude ver mejor, tenía una sonrisa muy brillante y una mirada intensa, sus mejillas eran rosadas y sus labios tenían el color de los petalos de las flores de durazno.

-Hola -me saludó moviendo la mano.

-Escuché unas voces que provenían de este arbol, el sol se detúvo y se mantiene en el mismo lugar desde hace mucho tiempo, que significa todo esto -pregunté confundido.

-Eres muy inteligente, te diste cuenta de todo.

-¿Me puede explicar qué pasa?

-Lo siento, no puedo darte las respuestas y tampoco entiendo mucho -dijo desanimada.

Finalmente me había confundido hasta la muerte, ella tampoco sabe qué significa todo lo que pasó el día anterior y porqué me trajo aquí.

-¿Podrías no preguntarme nada? -pidió de una forma muy linda -no puedo decirte nada -añadió.

-Esta bien -asentí algo enojado. Apenas podía entender las palabras que ella utilizó, no quería confundirme más, sus respuestas solo me llevarán a más preguntas.

La vi un poco, ella aún continuaba sonriendo y viéndome de la misma forma que la noche anterior.

-¿De qué familia viene? -pregunté

-Si aún sientes curiosidad, lo único que puedes saber es mi nombre -dijo sonriendo. Ella jugaba con sus manos y se portaba de una forma extraña.

-Esta bien. ¿Cuál es su nombre? -pregunté finalmente. Enseguida un viento sopló el árbol y los pétalos cayeron sobre ella, cómo si hubiera sido ella misma la que los controló.

-Mi nombre es Nayeon -respondió después de acercarse un poco más hacia mí. -me gustaría quedarme un poco más, pero aquí termina todo -dijo finalmente, se escuchó más como una despedida.

-¿No me vas a decir algo? -preguntó un poco triste. Como si esperara algo de mí.

-Lo siento, pero apenas logro entender poco de lo que me habla -dije alejándome un poco.

-Bueno, entiendo -asintió un poco triste. De nuevo levantó su cabeza y me vió directo a los ojos -por favor ____ no te rindas, debes encontrarme, te estaré esperando -dijo en un tono triste. Ella estaba apunto de llorar, pero lo que dijo fue confuso. -No me preguntes nada, pero debes salvarme -señaló con su mano hacia atrás de mí.

Me di la vuelta, no encontré nada -no entiendo lo que me di....-cuando regresé mi vista hacia ella, no había nadie.

Cerre mis ojos con fuerza y de nuevo lo abrí. Desperté a los pies del árbol, me había quedado dormido, me levanté, era algo tarde, la noche se hizo presente y yo me encontraba en medio de la oscuridad, lo único que alumbraba el camino era la luz de la luna.

Cuando me alejé vi el árbol, era tan normal como todos. Recordé que la señorita me dijo su nombre, Nayeon, así se llama, pero también recordé que me señaló hacia una dirección.

-¿Debes salvarme? ¿Qué trató de decirme? -Caminé un poco hacia el lugar en donde ella me señaló. Vi una fogata, me acerqué un poco más, allí estaba una mujer, viendo hacia la fogata y encogida con sus manos rodeando sus piernas.

-¿Señorita? -La llamé, cuando me acerqué un poco más ella dió un brinco hacia delante y se alejó con mucho miedo.

-¡No te atrevas a hacerme daño! -gritó con miedo. -si quieres dinero puedes llevarte todo eso -señaló hacía unas bolsas al lado de la fogata.

Enseguida reaccioné, era esa chica, Nayeon, pero parecía como si no me conociera.

-Siento asustarla -dije finalmente -no vengo a hacerle daño, solo vi esta luz y vine hacia aquí, no pensé en encontrarme con alguien -dije sonando tranquilo. Lo que menos quería era asustarla.

-¿Cómo un noble tan bien vestido puede estar en el bosque en medio de la noche? -gritó aún asustada.

-Lo mismo me pregunto yo -respondí al ver que tenía una vestimenta de la misma calidad que la mía.

-No es algo que le importe -respondió -bueno si no va a hacerme daño, es mejor que se vaya -añadió volviendo a su lugar.

No podía dejar a una mujer, sola y en el bosque, muchos otros hombres podrían aprovecharse. Además, ella se parecía a Nayeon, o tal vez es la misma.

-¿Por qué me mira de esa manera? -preguntó al darse cuenta de mi aún presencia y forma de verla.

-¿No me conoce?

-Es la primera vez que lo veo.

-¿No me esta mintiendo?

-¿Por qué le mentiría a alguien que apenas conozco?

-Supongo que tiene razón -susurré -¿podría decirme su nombre al menos?

-¿Por qué se lo diría? -respondió algo enojada.

Si no era ella, entonces ¿qué estaba pasando aquí?. Me dijo que la salvara, pero ¿a quién se refería si no a ella misma?

-disculpe, ¿nos hemos visto acaso?

-no lo sé -respondí al verla un poco curiosa -usted fue la que dijo apenas conocerme.

Estaba apunto de responderme, pero escuchamos una voces, ella se levantó y apagó la fogata muy asustada.

-¿Me encontraron tan rápido? -dijo tomando sus cosas. Por alguna razón tomó mi mano y me llevó junto con ella, fue como la primera vez que la vi.

-¿A dónde me está llevando? -pregunté mientras corríamos.

-¿Qué? -preguntó viéndome confundida -lo siento no sé porque lo traje hasta aquí -enseguida me soltó pero yo continuaba corriendo a su lado.

-Ya solté su mano, no entiendo porque me sigue.

-Bueno, ahora que los hombres que la siguen me vieron correr junto a usted, no me dejarán en paz, tendrá que hacerse cargo -dije sonriendo. Ella solo me vió enojada.