Animal Love (Buscando amor en un mundo animal)

Capítulo 42: Ciudad Mercantas

Perla, Irene, cristina y alba le enviaron un mensaje de texto a ale, con el único fin de encontrarse con él y pasarla bien, pero cuando estaban yendo hacia el restaurante clandestino, ellas cuatro sienten problemas y, para que ale no sospeche, perla, cristina e Irene se marchan con la excusa de que debían hacer algo. Alba y ale estaban en el restaurante clandestino, allí se encuentran con Noa, una cierva del grupo de las Milf, quien le permitió a ale amamantarse de ella, haciendo que se quede dormido, durante su siesta, el restaurante es atacado por demonios sombra, cuando termina la batalla, perla, Irene, cristina y alba se llevan a ale a uno de los campamentos de las conejas.

Son las dos y diez dela tarde. Ale reaparece en el departamento, en su habitación, una vez allí regresa a su estado base; él sale de la habitación, encontrándose con Iris, ella estaba sentada en el sofá, esperando, vistiendo su delantal, también estaba algo preocupada.

–¡Ale! –dijo Iris aliviada después de ver a ale, levantándose del sofá para luego correr él y darle un abrazo–. Estaba muy preocupada, no llegaste ha almorzar.

–perdón, se me hizo tarde –explicó ale.

–¿te sirvo el almuerzo?

–sí.

–espera aquí, ya te lo caliento –dijo, antes de empezar a caminar hacia la cocina, pero antes de entrar se detiene–. Casi se me olvida –dijo, regresando con ale–. te llegó este sobre de la escuela –dijo, sacando un sobre de su delantal, para después entregárselo.

–gracias.

Iris se va a la cocina. Ale se sienta en el sofá y abre el sobre, dentro había una carta de Jeison, el cual le quería informar que el día de mañana la clase F, E y D iban a ir a un campamento por tres semanas. Pasan los minutos; ale está en el sofá, viendo la televisión mientras comía, Iris lo estaba acompañando.

–bueno, ¿qué tenía el sobre?

–era una carta de uno de mis profesores, mañana iremos a un campamento por tres semanas.

–eso suena muy interesante, estaré esperando tu regreso.

–también decía que puedo llevar a una persona más, ¿quieres venir?

–¡Sí!... –respondió muy emocionada, saltando sobre él para abrazarlo, quedando encima.

Afuera del departamento estaban perla y las demás, ella, cristina y alba tenían las orejas pegadas a la puerta, escuchando lo que Iris y ale decían, mientras que Irene estaba apoyando la espalda contra la pared.

–¿escucharon eso? –preguntó alba en voz baja.

–sí, el maestro está con otra, aún teniéndonos a nosotras –respondió perla algo molesta, en voz baja.

–bueno, sí, pero además de eso, mañana se irá tres semanas de campamento.

–eso está bien, al menos podrá estar muy lejos de los otros bandos –comentó cristina.

–y de nuestra protección –completó Irene.

El pomo de la puerta suena, comenzando a moverse, Iris la abre para ver que hay afuera.

–¿qué pasa? –le preguntó ale a Iris.

–creí escuchar a alguien aquí afuera –respondió Iris, antes de volver ha entrar y cerrar la puerta, sin haber visto nada.

Irene había clavado la mano en el techo, haciendo fuerza para mantener su espalda pegada a este, mientras que perla, cristina y alba se sujetaban de ella.